Escribir desde la inmediatez: Entrevista con Yolanda Segura

Escribir desde la inmediatez: Entrevista con Yolanda Segura

Imagen: Palíndroma

Estancias que por ahora tienen luz y se abren al paisaje es el título del poemario que Yolanda Segura (Querétaro, 1989), poeta y autora de esta obra. El cual se presentó el 2 de julio como parte de la programación de este año de la FENAL (Feria del Libro de León, Guanajuato). Este libro se trata de una segunda edición y fue publicado por la editorial independiente Palíndroma a finales de 2021. 

En ibero 90.9 tuvimos la fortuna de conversar con esta escritora, quien nos contó un poco del trasfondo de esta obra, así como de su percepción sobre la importancia de hablar del cuerpo, las relaciones y los afectos desde perspectivas que cuestionen los ideales heteronormados, para dar pie a la diversidad de experiencias y realidades que existen.

Aquí te dejamos la entrevista completa:

Ibero 90.9: ¿En qué contexto surgió la idea de este poemario y cuál fue tu proceso para crearlo?

Yolanda Segura: La idea original tuvo que ver con una serie de conversaciones que yo estaba teniendo con mis amigas, mi novia de ese momento y personas cercanas, respecto a los modos que tenemos para enamorarnos y para construir también otro tipo de afectos como la amistad o las relaciones familiares y qué hacer con el hecho de que en el fondo estos, están absolutamente mediados por una serie de constructos sociales y discursos que están en el cine, la música, la televisión. Por ejemplo, desmontar la idea del amor romántico es algo que parece que llevamos mucho tiempo intentando hacer, encontrar nuevos modos de relacionarnos, pero, por más que hacemos un trabajo larguísimo de reeducación, al final es como si en realidad siempre estuviéramos repitiendo los mismos patrones o deseando las mismas cosas. Se trata también de ver cuáles son los modelos que construimos en lugar de esos que estamos intentando deshacer. Este ha sido un tema muy problemático a lo largo de mi vida adulta.

Además de eso, la reedición de este libro tuvo que ver con un momento de cuestionamiento sobre muchas cosas.  No se modificó sustancialmente, pero sí hay ciertos matices o textos que se añadieron para tratar estos mismos temas. Creo que hay que pensar en hacer una especie de escritura provisional que nos dé certezas y preguntas para el ahora, pero que no necesariamente se deban de tomar como una verdad o un camino del que no podamos movernos. Es justo lo contrario, pensar en lo móvil y diversa que puede ser la experiencia amorosa conforme avanzamos y cumplimos más años. 

Descubre: Librería Navegui: literatura infantil en un mercado de Neza

90.9: Es interesante esto que llamas escritura provisional, como algo que trata de romper con lo estático de todas esas ideas que nos han implantado. Esto lo veo muy reflejado en tu poesía, no solo en los temas que tratas, sino también en la forma que experimentas con los formatos. ¿Podrías ahondar más en esto? 

YS: Creo que la gran tradición de la literatura tiene esta idea de la trascendencia, de los poemas que son para la posteridad y de escribirle a un futuro inimaginable, inexistente, con lectores y lectoras abstractos y abstractas. Por eso me interesaba mucho pensar justamente en el gesto contrario: ¿qué pasa si este libro está escrito desde una inmediatez o cotidianidad? Pienso mucho en ese libro que escribí con, por y para mis amigas. No creo que se deba de pensar en una comunidad lectora intangible, sino más bien en lo micro y desde el deseo de que la honestidad que contiene también pueda encontrar a otras lectoras. 

No está pensado en los términos de ser una gran obra literaria, sino más bien desde eso que se considera precario, de lo que ahora es así pero que puede cambiar. Es una forma material de hacer una consonancia contra esos discursos estables y fijos, que nos dicen cómo tenemos que actuar y qué debemos proponer. No se trata de que ahora digamos que todas debemos de ser poliamorosas, se trata de ir encontrando experiencias diversas y, en ese sentido, creo que por eso era importante para mí encontrar una forma de ir jugando, por eso es que este libro parece que no está acabado, parece que se queda a medias o como un libro que no se no se termina de resolver. No fue un acto de desidia, fue un acto de que intencionalmente no esté cerrado. 

Yolanda Segura Foto: Excelsior

90.9: ¿Cuáles son algunas de tus referencias en esta experimentación a la hora de escribir?

YS: Formalmente, el concretismo brasileño me ha servido demasiado para pensar en cómo también la página es una disposición política. Estamos muy acostumbrados a leer de izquierda a derecha, de arriba abajo y que cualquier cosa que no está dispuesta así, extraña. Claro que no es inventar el hilo negro, ya hay muchas personas que lo hacen, pero me gusta jugar más con ese tipo de formatos que con la escritura más tradicional. También por eso creo que es un libro que se queda a la mitad entre la poesía y lo ensayístico, además de que hay una especie de relato a lo largo de él.

Como referencias más específicas, podría pensar en el trabajo que hacen por ejemplo Vivian Abenshushan o Susana Thénon, que aparece citada en el libro y es uno de los referentes que tengo para pensar en esa incompletud y en ese lenguaje dislocado que no termina de embonar y que es precisamente en esas fisuras que quedan, donde está la posibilidad de seguir inventando. 

Conoce: Paola Gómez: ¿Cómo ser bailarina de danza folclórica en la actualidad?

90.9: En estos poemas hablas mucho desde el cuerpo y claro que a pesar de que este es ya es un tema mucho más relevante, parece que todavía no estamos tan acostumbrades a tratarlo. Pensando en lo que comentabas sobre una visión tradicional de lo trascendente en la literatura, creo que también hablamos de un amor romántico como algo etéreo, flotante, que no tiene que ver con lo corporal. Considerando esto, ¿cuál dirías que es la importancia de incluir al cuerpo en tu poesía?

YS: Es chistoso porque gran parte del pensamiento occidental está fundado en esa negación y si asociamos el pensamiento occidental con el pensamiento cristiano, entonces tenemos la combinación perfecta para hacer que el cuerpo desaparezca, no solo de la literatura, sino sobre todo del pensamiento. Es esta idea de Descartes de “pienso, luego existo”, que también ha implicado una especie de visión del cuerpo como maquinaria y que después se conecta con el capitalismo y entonces resulta en una idea del cuerpo como pieza de una maquinaria mucho más grande, que es la maquinaria capitalista y la maquinaria de la producción. Entonces, el asunto es preguntarnos cómo sustraer eso, porque, en efecto, la poesía tiende a hablar del cuerpo, pero lo chistoso es que habla de un cuerpo idealizado. 

Si pensamos, por ejemplo, en el cuerpo de las mujeres retratadas en la poesía y en la pintura y en un montón de lugares, lo que hay es eso: cuerpos idealizados, cuerpos que aparecen porque no son un problema, no son incómodos de ver, son cuerpos absolutamente normativos y normalizados. Así que creo que el gran reto es pensar en cómo hacer que no solo el cuerpo aparezca, sino que aparezca como lo vivimos cotidianamente, con sus dolencias, sus excrecencias, sus capacidades limitadas o no limitadas. ¿Cómo hacemos para que el cuerpo se nos aparezca real? Creo que esa es una de las preguntas más grandes que tengo ahora. No basta con solo aparecer el cuerpo, sino preguntarnos qué clase de cuerpos estamos queriendo aparecer. 

90.9: ¿Cómo ha sido el proceso de escribir desde la disidencia sexual y presentar esa escritura al mundo?

YS: No ha sido exactamente complicado, pero tampoco diría jamás que ha sido fácil. Aunque desde que comencé a publicar me enuncié como lesbiana, nunca había publicado un poemario con esa temática. Y no tanto porque no me interesara, sino porque también creo que uno de los grandes peligros de publicar como una autora de la disidencia sexual, es el asunto del encasillamiento y de que lo identitario se convierta en el eje de todo. Por un lado, me interesa mucho militar la disidencia sexual como una actividad política y como un enunciamiento político que tiene muchas implicaciones, pero, por el otro lado, no quería que eso fuera lo único que estuviera ahí. Hay muchos otros temas que me interesan y creo que eso ha sido una de las cosas más complicadas: no invisibilizarme, pero tampoco auto-encasillarme, ni permitir que me encasillen en determinado sector o en determinadas temáticas.

90.9: Que no se convierta en lo central…

YS: O que no sea lo único más bien. A veces puede ser que sea más importante hablar de eso que de otras cosas y elegir dónde hacerlo también. Otro de los temas que diría que ha sido complicado de enfrentar es el hecho de que somos muy poquitas. Y si para las mujeres en general es complicado acceder a espacios de publicación, para las personas de la disidencia sexual, sobre todo mujeres y personas menstruantes, es todavía más difícil. Creo que hay varias capas de complejidad en eso y es complicado armarte una comunidad en un lugar en el que muchas veces eres la única. Ese tipo de cosas son duras de llevar. 

90.9: ¿Cómo percibes el panorama relacionado a estos temas? ¿Qué crees que le falta al mundo literario y editorial para abrir más las puertas?

YS: Creo que sobre todo le hace falta portarse mal en un montón de sentidos. También creo que le falta mucho cuestionamiento profundo con respecto a cuáles han sido históricamente nuestro modos de hacer literatura y nuestros modos de entender la relación entre personas. También creo que hay una avanzada de un pensamiento más o menos de derecha, que a veces está encarnado en personas que se asumen de izquierda y que tiene que ver con la corrección política y con el hecho de pensar que ahora ya no se puede hablar ni reír de nada. Y justo no es eso. 

De lo que se trata todo este cambio es de cuestionar nuestros modos y todo lo que teníamos normalizado y que no está bien. Se trata de preguntarnos en qué sentido ese derecho a enunciar cualquier cosa en realidad lo que está implicando es estar pasando por encima de los derechos y el bienestar de muchas personas. Ese es uno de los asuntos que estarían bien que nos cuestionáramos colectivamente, no solo en el campo literario, sino socialmente y, sobre todo, entre las personas que construimos representaciones. 

90.9: ¿Dónde podemos conseguir estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje?

YS: Este libro se consigue directamente con la editorial Palíndroma y en un montón de librerías independientes que están en prácticamente todos los estados del país. También lo pueden conseguir en Amazon, pero de preferencia no para mejor apoyar a las independientes. 

Puedes seguir a @yolandasegura en IG y @YolaSeg en TW

No te pierdas: Polvo de Gallina Negra: Mal de ojo y otras recetas feministas

¡EU y Canadá están en la final del Premundial de Futbol Femenil de Concacaf!

¡EU y Canadá están en la final del Premundial de Futbol Femenil de Concacaf!

Recomendación literaria de la semana: Formas de volver a casa

Recomendación literaria de la semana: Formas de volver a casa