Foto: Facebook Ballet Folklórico Octavio García

Una niña observó en una casa de la cultura de algún lugar de Guanajuato a un grupo de infantes bailar danza folclórica y le dijo a su mamá sobre su deseo de emularlos. Desde ahí, su vida se transformó y hoy, Paola Gómez forma parte del Ballet Folklórico Octavio García de León, Guanajuato.

Durante nuestros caminos por la FENAL, otras disciplinas además de la literaria salieron a relucir, entre ellas, la danza, la cual parecía ser una de las más gustadas.

Dedicarse a la danza folclórica de forma profesional conlleva mucho esfuerzo y trabajo de toda una vida. Desde la infancia quienes están interesados deben practicar danza clásica, así como aprender sobre los distintos movimientos y coreografías que representan a las variadas regiones del país.

“El amor hacia las tradiciones, el grupo y la danza es lo que nos impulsa”, dice la bailarina para entrevista con Ibero 90.9. También explica que la danza folclórica implica investigaciones profundas con las comunidades para comprender los movimientos y los contextos específicos de cada danza, su significado en la cosmovisión comunitaria y después, una transformación coreográfica para el escenario.

“Los maestros van al pueblo de donde es la danza, platican y después aterrizan la investigación en el escenario. Cuando tú ves la danza en el escenario existe una estilización de la danza, pero, si se intenta que sea lo más cercana posible a las tradiciones de la comunidad”, explica Gómez.

La bailarina describe como los jóvenes tienen una desconexión con la danza folclórica, debido a que los movimientos aprendidos no les funcionan para socializarlos en reuniones sociales u otros espacios. Sin embargo, describe la importancia de que en la educación básica se incluya la enseñanza de la danza folclórica.

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“Todas las escuelas deberían tener esta inclusión en la danza folclórica”, dice la bailarina. Su experiencia como profesora de baile, le ha permitido combinar en el salón de clase los ritmos contemporáneos y la investigación de danza regionales, para que entiendan como el movimiento del cuerpo es algo que ha acompañado a todas las comunidades como forma de expresión.

“Yo siempre les digo [a mis alumnos] que el cuerpo expresa a través del movimiento. Nosotros los bailarines, platicamos y queremos que tú espectador entiendas a través de nuestro lenguaje corporal”, narra la bailarina.

Sobre la profesionalización para la danza folclórica, Paola Gómez menciona que la base es la danza clásica. En conjunto con la danza contemporánea y por supuesto, la técnica del zapateado, el faldeo y una escucha muy aguda para saber las entradas.

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También el aprendizaje de diversos repertorios, para replicarlos y después, presentar nuevas versiones. El trabajo en aula y en campo, es igualmente importante. Ya que se necesita investigar las cosmovisiones, así como los movimientos de las diferentes comunidades en su propio contexto.

“En mi grupo de ballet folclórico para elegir el vestuario nos acercamos a los informantes de la región para entender su vestimenta, por qué se usa y cómo se usa. Un listón lleva un significado, por ejemplo, las flores del lado izquierdo reflejan la soltería, etc. […] Sobre el maquillaje debe ser adecuado para un espectáculo, un poco exagerado para que ustedes como espectadores puedan ver el rostro con alegría”, cuenta Gómez

Paola Gómez, admira a la bailarina Nieves Paniagua, por su vinculación cercana a las comunidades. Se mira contenta de dedicarse a una disciplina que, para ella, tiene la convicción de vincularnos con las tan variadas regiones del país a través del movimiento.

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