Recomendación literaria de la semana: Formas de volver a casa
Alejandro Zambra es un escritor chileno cuyos libros han ido conformando un extenso grupo de fieles seguidores al que, con el paso del tiempo, se le van sumando nuevos lectores. Uno de sus libros más queridos es Formas de volver a casa, su tercera novela, publicada en 2011 por la editorial Anagrama.
Este libro cuenta la historia de un escritor que recurre a los recuerdos de su niñez durante los años ochenta, periodo en que Chile se encontraba bajo la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet. No obstante, lo que hace distinto a este libro es que no se trata de un relato que se cuenta desde la violencia explícita, sino desde la mirada de una persona que vivió los acontecimientos a partir de la curiosidad, la incomprensión y la inocencia de la infancia.
A pesar de que es narrado en primera persona, el libro se divide en dos historias: la del protagonista de una novela y la del escritor que crea dicha novela. De esta manera, lo que encontramos es también el recuento de un proceso de escritura en el que memoria y ficción conviven para ir generando un relato nuevo que, sin embargo, nunca se separa del yo.
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Uno de los temas principales en este texto es la relación entre padres e hijos, así como los pequeños o grandes abismos que pueden existir entre cada generación y su memoria colectiva:
“En 1977 se anunció que Chespirito, el comediante mexicano, vendría con todo el elenco de su programa para dar un espectáculo en el Estadio Nacional. Claudia tenía entonces cuatro años, veía el programa y le gustaba mucho. Muchos años más tarde Claudia supo lo que ese día había sido para sus padres, un suplicio. Que cada minuto habían pensado en lo absurdo que era ver el estadio lleno de gente riendo. Que durante todo el espectáculo ellos habían pensado solamente, obsesivamente, en los muertos”.
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