Variaciones de Shcrödinger: teatro sobre la violencia de la ausencia
Foto: CENART
Por: Pamela Valadez
De acuerdo con la propuesta que el físico austríaco Erwin Schrödinger hizo en 1935, si se mete un gato a una caja con tapa que permanece cerrada, cualquier aseveración sobre su estado podrá ser sólo especulativa y el gato estará en una superposición de estados que se contraponen entre la vida y la muerte. Mientras no se abra la caja para averigüar la realidad, el gato no estará vivo ni muerto.
La paradoja que sirvió en su momento para poner en duda una interpretación de la mecánica cuántica, hoy se traduce al teatro para expresar las consecuencias que tiene la desaparición forzada en la tercera temporada de Variaciones de Schrödinger, obra del autor y director César Chagolla.
Podría pasar horas hablando sobre la fuerza de la puesta en escena, el impacto de su guión o las actuaciones estelares de Gabriela Núñez, Luis Miguel Lombana, Raúl Andrade y Jorge Rojas. Del manejo cinematográfico de las luces o el minimalismo de la utilería que exige al espectador la imaginación. Sin embargo, creo que no valdría tanto la pena hablar de Variaciones si no me centrara en su pertinencia y el hecho de que retrata la realidad desesperantemente injusta y terrible de cientos de familias en todo el país.
Con cuatro platos como herramienta narrativa, saltos entre pasado y presente, y descripciones habladas que ilustran el panorama de una casa desolada que permanece inmóvil en el tiempo, se narra la historia de una familia que tiene que vivir con la ausencia innavegable de uno de sus miembros, en medio de la complejidad que encierra la sutil diferencia entre la muerte y la ausencia. La certeza de la muerte quizá es un descanso y la permisión para avanzar. La ausencia, por el contrario, es incertidumbre, esperanza que se alterna con miedo e impotencia: esa superposición de estados que se desencadena sólo mientras la caja permanezca cerrada y que solo puede liberar tormentos cuando la caja se abre.
Al finalizar la función de estreno, Chagolla invitó al escenario al grupo de mujeres que lidera la red de familiares desaparecidos del país y que encabezó la marcha de las Madres Buscadoras el pasado 10 de mayo. Con sus testimonios se hizo patente la cifra tan insistente de 14 personas desaparecidas diariamente en México.
Creo en el impacto del arte como motor de cambio y, tras ver Variaciones, me queda claro que no podría hacerse una propuesta así en otro medio que no fuera el teatro. Mientras que el arte plástico abre un espacio enorme para la interpretación y el cine posee una cierta cualidad impersonal que permite al espectador deslindarse de la acción, el teatro interpela a la persona frente al escenario, lo enfrenta directamente y lo mira a los ojos, lo afecta de una manera muy especial que cobra aún más fuerza cuando su efecto se utiliza como plataforma para comunicar mensajes necesarios. Y éste, sin duda, es un mensaje necesario.
La obra estará hasta el 26 de mayo en el teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes (CENART). Tiene un costo de $150 en taquilla con descuentos aplicables y se presenta todos los jueves y viernes a las 19:30 pm, los sábados a las 19:00 pm y los domingos a las 18:00 pm.
