Cat Power recrea el concierto más icónico de Dylan en el Metropolitan
Por Regina Vázquez
Un 17 de mayo de 1966, Bob Dylan conectó una guitarra eléctrica por primera vez en el icónico Royal Albert Hall, volviendo locos a todos los puristas del folk. Hoy, 58 años después, Chan Marshall, mejor conocida como Cat Power, llega con el mismo concierto de Dylan al Teatro Metropolitan y tuve la fortuna de estar ahí.
Era un viernes caótico, como casi todos los viernes en la Ciudad de México. El tráfico estaba de locos, por lo que tuve que bajarme en pleno Reforma y caminar al Metropolitan. Cuando llegué, vi las icónicas letras de la marquesina del teatro donde decía “Cat Power” y por un momento mi corazón se aceleró de emoción. Probablemente yo era de las personas más jóvenes en la audiencia, junto con Nat, mi amiga y compañera de esta experiencia. Todo nuestro alrededor estaba lleno de personas de unos 30 para arriba, y es cuando recalco que soy una "ruca" en el cuerpo de una niña, como diría Raquel Miserachi.
La energía caótica de la ciudad se reflejó dentro del teatro, ya que la gente estaba alborotada y muchos se quejaban del extremo calor de la ciudad. A eso de las 9:30 dan la tercera llamada, las luces se apagan y los músicos de la banda de Marshall comienzan a tocar los primeros acordes de “She Belongs To Me”. Al minuto, sale Cat Power vestida de negro y con el cabello corto, insinuando que está soltera, ya que en una entrevista contó que se corta el pelo cada vez que pasa por una ruptura amorosa. La voz de Marshall comienza a inundar el teatro y mi piel se pone chinita. Pasaron dos canciones y al empezar “Visions of Johanna” una avalancha de personas entraron al teatro. En el escenario seguían tocando los acordes que introducían la canción y Marshall comenzó a bromear porque sabía que eran decenas de personas las que estaban esperando su turno para entrar. “Son mis primos, discúpenlos, siempre llegan tarde a todo”. Entre risa y risa, yo comenzaba a estresarme por la situación, porque delante de nosotros estaba Cat Power cantando “Visions of Johanna” y el público estaba platicando, riendo y entrando con toda la tranquilidad del mundo. “Es como si ellos fueran la banda”, bromeaba Marshall con su banda desde arriba del escenario durante el largo rato en el que entró una tercera parte del público que tuvo problemas para llegar a tiempo.
En noviembre de 2023, Cat Power grabó el icónico concierto de Dylan en el Royal Albert Hall. Al escuchar ambas grabaciones y poder ver en vivo de Marshall, pude notar que no es una copia, sino un homenaje a una figura que ella admira. Ella le pone su toque melancólico, con su voz rasposa y su coqueteo en el escenario. La primera parte del concierto es acústica, tal y como lo hizo Dylan, momentos antes de que los religiosos del folk y la revolución, le gritaran “¡Judas!” enloquecidos de horror. Esta parte me recordó a los primeros discos de Marshall, como Moon Pix de 1998 o The Covers Record del 2000, en el que cubre canciones icónicas como "(I Can't Get No) Satisfaction" de los Rolling Stones. Su voz inundó el teatro entero, generando una atmósfera de melancolía, haciendo un tributo digno a Dylan. Los sonidos de la guitarra y la armónica me trasladaban a un viejo bar en Nueva York donde probablemente Dylan alguna vez se tomó una copa o más. Esta primera parte incluye versiones de canciones monumentales como "Visions of Johanna", "Just Like a Woman" y "Desolation Row".
Como a las 10:30, entra el resto de la banda, la guitarra eléctrica se conecta al amplificador y comienza a sonar "Tell Me Momma", momento en que el público entero empezó a bailar y a sentir la música. En comparación con el concierto original de Dylan, esto era una celebración a la música y a su trabajo. En la segunda parte del concierto original, el público comenzó a irse y a abuchear, lo que se convirtió en una pelea entre el público y Dylan. Como homenaje a ese momento histórico, algunas personas de la audiencia le gritaban “¡Judas!” a manera de celebración de este bloque eléctrico a casi sesenta años de distancia.
Conforme las canciones iban pasando, el calor iba subiendo. Sudada, escuchaba a la gente decir cuánto amaban a Dylan y cómo su música les había cambiado la vida. Otra persona dijo que alguna vez lo vio en vivo y que la decepcionó. Pero lo que muchos comentaban era que Marshall tenía el poder de hacer un homenaje impecable. Llega “Leopard-Skin Pill-Box Hat” y Marshall describe la canción como una para mover el trasero. “Move el culo”, dice en el escenario. Y comienza a sonar la sexy melodía con la que Marshall movía las caderas.
A las 10:57 p.m., Marshall se despide, agradeciendo al público mexicano. Comienza a sonar la icónica “Like a Rolling Stone”. El público de la sección de adelante se para a bailar y comienzan a corear la canción, llenando el lugar de pasión por la música. Marshall los nota y dice “That 's my kind of people, please turn up the lights so I can see them”. Las luces del lugar se prenden y todos nos paramos a corear y a rendir homenaje al icónico Bob Dylan. Se siente el amor colectivo en el lugar, las personas bailan, se abrazan y cantan. Y es así como, 58 años después, Cat Power rinde homenaje a uno de los más grandes de la música, de una manera sexy, impecable y melancólica.