'Ya no estoy aquí': la Kolombia regia emprende un viaje
En las montañas de Monterrey nos adentramos a un mundo donde el movimiento contracultural llamado Kolombia goza de la cumbia, los bailes colectivos y la pertenencia a un grupo. ¿Qué más podríamos pedir? Claro está que en un lugar como México, no podemos imaginar una utopía llena de ritmo.
Ya no estoy aquí, retrata un viaje sobre las consecuencias que la violencia, la falta de oportunidades y la estigmatización afectan paulatinamente a todos.
Película dirigida y escrita por Fernando Frías, formó parte de la 17º edición del festival Internacional de Cine de Morelia, la cuál ganó el Premio del Públicoa Largometraje Mexicano así como Ojo aMejor Largometraje por parte del jurado. Con una perspectiva honesta, la cinta cuenta la historia de Ulises (Juan Daniel García Treviño), un joven perteneciente a la pandilla de Los Terkos, grupo que pasa sus días escuchando y bailando cumbia rebajada. Sin embargo, Ulises vive un giro de 360 grados cuando se ve obligado a cruzar la frontera para trabajar en Nueva York. Una vez allá, el protagonista experimenta la desorientación de saber el idioma, no conocer a nadie o no entender las convenciones de aquel país. Así, Ulises es lanzado a una ciudad de incertidumbre.
Conforme avanza el largometraje, Ulises tiene flashbacks de su vida en Monterrey; recurso que ejemplifica la yuxtaposición entre el amor hacia su hogar y el miedo de regresar. Para el espectador es evidente el apego, la moda, la música y los bailes que añora Ulises en su memoria, sin dejar de lado la impotencia que hay ante el narcotráfico.
Es tal el conflicto armado que migrar se vuelve un requisito para sobrevivir.
En una entrevista para Empire, Frías comentó sobre las historias de violencia en el cine: “Es algo que me incomoda, pues no sé si están conscientes de lo que están haciendo. Tal vez la intención de denuncia sea buena, pero a veces creo que no hay que subirle el volumen a ciertas cosas”. De hecho, el director trabajó con jóvenes inmersos en la cultura kolombiana, que residen en la región de Monterrey, pero sin previa experiencia como actores. Mediante esta decisión, la situación es aún más apegada a la realidad así como honesta.
Además de tratar temas estrechamente relacionados con la violencia y la migración, también hay que destacar el sentido de identidad durante la odisea de Ulises. En Estados Unidos, el personaje principal siente una alienación con la gente que lo rodea. Después de bailar cumbias en el metro para ganar dinero, expresa que no es lo mismo sin sus amigos. Ulises cuestiona su identidad en momentos mientras vive en un limbo entre Nueva York y Monterrey; además, los otros integrantes de Los Terkos, viven una transformación. Por lo tanto, la idea de lo individual vs lo colectivo, y a su vez “la otredad”giran alrededor de la narrativa.
Cabe mencionar que durante la proyección de la cinta en el FICM, el público reía, bailaba en su butaca al ritmo de los cumbionesy mostraba un interés e involucramiento genuino por la trama.
Guiando al espectador a través del ritmo, los personajes contagian su pasión por la música y a su vez la problemática que viven cotidianamente. La película es un ejemplo de temas de violencia y migración sobre los que tenemos que hablar para darles visibilidad. Sin duda, Ya no estoy aquí muestra historias de la cumbia que se baila con el espíritu.