Xiu Xiu en CDMX: crónica de una escucha de su más reciente y oscuro álbum
Los rayos del sol se cuelan entre las alargadas ventanas de la estación, los contrastantes reflejos en los vidrios son ahogados por la iluminación xenón de las lámparas colgantes, las sillas se encuentran cálidas, a pesar de la ausencia de sus huéspedes, que abandonan sus puestos de trabajo -y cuchicheo musical- para suplir las necesidades alimenticias del cuerpo durante 60 minutos (o bien, durante la hora de la comida). Prácticamente solo, el colaborador se sienta a escuchar el disco. Ya en noviembre, residuos de octubre aún flotan en el aire en forma de frío, acompañados de una que otra telaraña que se le escapó a la escoba de intendencia.
Este ambiente cotidiano y, dentro de lo permisible en una estación de radio, godín, contrasta dramáticamente con los extraños sonidos y crujidos que surgen de los audífonos del colaborador, agonizantes de batería y al borde de la incapacidad de reproducir fielmente todas las frecuencias musicales sin distorsionarse, y que paran súbitamente para que el individuo compruebe si la alarma que suena es en efecto un sonido real de la grabación, o el carro de las desgracias que circula en las calles contiguas.
El tenor oscuro del álbum Ignore Grief de Xiu Xiu tenía que ser compensado por el entorno, así que tras una breve conversación con el único bacán del equipo que permaneció estoico en el horario alimentario, el colaborador decidió buscar el espacio más oscuro y aislado de la estación. Encontró una cabina a veces usada como set de grabación, a veces como cuarto oscuro y en otros momentos como sede de la siesta en extenuantes jornadas laborales.
En automático las imágenes se proyectan en la mente bajo el entorno adecuado, imaginería fantasmagórica que antes estaba sugerida de manera muy tenue, ahora se manifiesta de manera casi tangible como el ectoplasma. El recorrido musical del álbum de estudio de la banda californiana se experimenta como si fuera un filme de Peter Tscherkassy, con notas grises en forma de notas profundas, cortes rápidos y cuerdas sinuosas que generan expectación, escalofríos y pelos de punta.
Desde el track inaugural “The Real Chaos Cha Cha Cha”, pasando por “Dracula Parrot, Moon Moth” y hasta “For M.” Xiu Xiu introspecta en las expresiones profundas del terror, al borde del suspenso, perfectamente reseñado por la portada y su murciélago de doce patas. Tan cálido como un denso bosque a la medianoche, su último álbum está hecho para escucharse a oscuras, de cerca e íntimamente, aspecto compartido con el venue sede de su próxima visita a CDMX: un estudio de foto y multidisciplina en plena colonia Obrera, Residencia Obrera.
Entendiendo que un proyecto como Xiu Xiu requiere de ser acompañado por propuestas interesantes, Goma, organizadores del festival, aportaron a la ecuación a proyectos de casa como Rodrigo Ambriz, German Bringa, Gibran Andrade y los poli estilísticos Torso Corso. Este escuadrón fue convocado para alinear nuestros chakras sonoros el sábado once del mes once. Así se prepara el contexto perfecto para el ritual de Xiu Xiu, que se augura como una experiencia en vivo mucho más elevada que simplemente escuchar su música en streaming, en el cuarto más oscuro y con equipo sonoro deficiente, en plena tarde o a la hora de la comida.
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