Perderse en una madriguera para encontrarse con Alabama Shakes: a 10 años de 'Boys & Girls'
Foto: Twitter Alabama Shakes
Aunque no parezca que ha pasado el tiempo en los últimos dos años, ya es 2022 y el álbum debut Boys & Girls de Alabama Shakes cumplió una década.
Lo primero que pensé fue “¡HEY! ¡Momento! ¿Dónde quedó mi hoodie de Alabama Shakes que compré en su stand de merch? Tenía el nombre de la banda en frente y atrás una víbora súper malandra con un mini “Athens, Alabama.” Luego me acordé que tocaron en una fiesta de aniversario de Ibero 90.9. Y hasta después pensé en lo que tendría que haber pensado desde el principio: ¿Lo tengo en vinilo? ¡NO ES CIERTO! Pensé en mi posición geográfica, Ciudad de México, y pensé en cómo era posible que una banda que retomó el rock y blues sureño de Estados Unidos, con realidades culturales muy diferentes a las mías, pudiera conmover y conectar no sólo conmigo sino con gente de todo el mundo.
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Consideren esto: corría el 2012 y la escena del blues-rock-americana la dominaban dos grandes nombres Jack White, con sus múltiples proyectos, y Dan Auerbach con The Black Keys. De repente una voz femenina con la misma potencia y probablemente un poco más de melancolía se coló con un “Bless my heart, bless my soul, I didn’t think I’d make it to 22 years old”. La música de “Hold On” es relajada y la canción se toma su tiempo en ponerse más rasposa, pero desde el principio yo ya tenía la mano en el corazón diciendo: ”oi nomás ese cumbión de blues”, imaginando sabuesos aullando sus penas en un porche bien gringo y bien puesta con ese dolor universal que sólo este género musical puede contagiar. Empieza Boys & Girls y ahí estás, profundamente conmovide y enganchade sin importar tu raza, género, nacionalidad, religión o si andabas muy de buenas antes de ponerle play. Así conocimos a Brittany Howard (guitarra y voz), Heath Fogg (guitarra), Steve Johnson (batería) y Zack Cocrell (bajo), pero sobre todo conocimos a Brittany Howard, máxima del girl power, reinota majestuosa, heredera de Janis Joplin, y quien hasta la fecha no para de escribir grandes canciones. Escuchen su más reciente disco Jaime, editado en 2019.
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Pero bueno, estábamos hablando del Boys & Girls. Alabama Shakes sólo cuenta con dos álbumes de estudio y uno de ellos ya puede llamarse clásico. Esa etiqueta no se regala sólo por el paso del tiempo, ¿cuántas producciones no pasan al olvido en mucho menos de un lustro? Y con la mirada a distancia, ¿cuántas bandas no nos obligan a reconsiderar nuestros años de juventud, lo qué estábamos haciendo y por qué los pusimos tanto? Coff, coff, Empire of the Sun, coff, coff.
Un clásico es un clásico porque supera la prueba del tiempo, como Clint Eastwood que con la edad se vuelve más imponente. En el caso de este álbum, tracks memorables como “Hold On” y mi favorita “Hang Loose”, demandan toda tu atención. Otros son un poco más tímidos, pero siguen siendo una gran compañía. Aun así como producción completa supera la mencionada prueba, no sólo porque haya envejecido bien, —de hecho exploran un género musical que ya era viejo en su momento—, sino porque Alabama Shakes hizo un acercamiento diferente, con el toque exacto de modernidad, a un género musical al que ya estamos programados a reaccionar. Gracias al Boys & Girls, en el año 2012 se abrió una ventana en el tiempo, y muchos pudimos asomarnos y perdernos dentro de una madriguera para explorar mucho más de esa parte de la historia musical: empezando por Creedence Clearwater Revival, Cass Elliot de The Mamas & The Papas, hasta Sam Cooke y el mismísimo Rey.
Creo que mi hoodie de los Alabama Shakes se desgastó en la lavadora, pero se quedó conmigo el sonido de Brittany Howard y la forma en la que logra articular la nostalgia, el anhelo y las notas agridulces de un domingo de bajón. Recomiendo ampliamente un play inmediato a Boys & Girls en su plataforma favorita de escucha.
Susana Medina (@suzyrain) es publicista, locutora y amante de los perros. Actualmente puedes escucharla en su nuevo podcast @mezclasabruptas en Spotify.
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