'Una Niña Inútil', la nueva cara de Cazzu para demostrar su talento en el R&B femenino
Julieta Cazzuchelli nació un 16 de diciembre de 1993 en Ledesma, un departamento dentro de la provincia de Jujuy, Argentina y desde los once años estuvo interesada en la música. Sus primeras experiencias en el medio fueron en bandas de cumbia junto a su padre y aunque su pasión siempre fue la música, estudió cine en una universidad de Tucumán e incursionó en el diseño multimedia en Buenos Aires.
Su carrera ya con el nombre de Cazzu comenzó en 2017 cuando presentó sus primeros sencillos llamados "Más" y “Killa" con el productor Cristian Kris, temas que precedieron su primer álbum llamado Maldade$. El segundo álbum Error 93 llegó en 2019 después de que la cantante colaborara con artistas importantes de la escena como Bad Bunny y contemporáneos como Duki o KHEA. Error 93 sirvió para continuar el viaje entre el hip hop y el reggaetón que Cazzu emprendió en 2017, pero con Una Niña Intutil, Julieta nos demuestra una nueva cara que ella describe como “confesional e íntima”.
“La intención fue construir un disco que fuera tanto confesional como íntimo y no me parecía que hubiera un género mejor para eso que el R&B”, expresó la cantante para Apple Music.
Una de las grandes influencias para escribir las letras de Una Niña Inútil fue la poeta argentina Alfonsina Storni (1892-1938). La jujeña comentó: “Me parecía tan feminista, tan revolucionaria, que me puse a investigar su vida para ponerle contexto a su poesía y se convirtió en una pequeña obsesión”. Es por esta razón que todas las canciones comparten nombre con un poema de la autora.
El material de 21 minutos de duración comienza con “Dulce Tortura”, un tema casi hipnótico que te atrapa desde el primer momento. Con un bajo penetrante, percusiones bajas y su lírica, Cazzu logra meternos de lleno a su mundo encantado y crepuscular.
En “Romance de la Venganza”, Cazzuchelli explora la idea de la atracción hacia las personas malas. Con líneas como: “Debería cambiar (cambiar), ser como una zorra de la que sí te vas a enamorar / Y a ver si de esa forma alguien se queda junto a mí”. Julieta nos habla del sentimiento de querer ser peor pensando que eso hará que la gente muestre interés. Este tema continúa la vibra del anterior con la voz suave de la cantante y el bajo protagonista.
“Miedo” es la canción más sexual dentro de un disco ya bastante erótico en la que la artista explora un escenario de un amor posesivo. “Me parecía interesante que, entre tanto amor y tanto deseo físico, quedase claro que se podía convertir en algo posesivo. El poema de Alfonsina Storni habla de una mujer que tiene mucho miedo de vivir sin él.”
El casi interludio de menos de dos minutos “Canción de la Mujer Astuta”, sirve como una pausa en el que una voz masculina la acompaña por un relato de un encuentro casual.
En “Conversación” llega la colaboración de CHITA, la cantante de soul argentina. “Es una niña que canta increíble, queríamos contar la historia juntas” afirmó Cazzu sobre su colaboradora. En este tema las cantantes relatan una relación tóxica en la que una parte se revela. Por otro lado, “Capricho” es una canción oscura con unas voces al fondo que acompañan toda la vibra. Aquí la jujeña canta líneas sobre alguien dolido que habla de traición, venganza y malas jugadas en su contra:
“Y no quiera’ tapar con beso’ lo que solito desbarataste
Y no quiera’ salir ileso si este e’ tu puto desastre
Y ya no quiero hablar, y no quiero amenazarte, pero
Lo voy a besar (como te besaba)”.
El disco termina con “Queja”, un tema en el que viene acompañada por Choclock, uno de sus grandes colaboradores. La canción habla de un amor de dos personas con vidas complicadas. Al terminar un cambio de beat nos hace entrar en ese mood de final en el que con una voz suave, Cazzu da las estocadas finales.