Si hay alguien que logra crear un reggae sexy y con muchísima clase, esa es Hollie Cook. Desde su debut con un disco homónimo en 2011, quedó claro que la londinense es parte de la realeza underground de la música rasta y el pop; pero si antes era una princesa de alguna tribu caribeña, con su nuevo álbum Twice se transforma en una reina vudú. Hija de Paul Cook –baterista de Sex Pistols– y Jeni –corista de Culture Club– y además ahijada de nada más y nada menos que Boy George, Hollie sigue la tradición musical que la ha escoltado desde pequeña, pero en la forma de su propia creación mutante que ella misma describe como “tropical psychedelic disco lovers”.
Desde el inicio, Hollie Cook ha trabajado con Prince Fatty, un curioso pelirrojo británico que es un reconocido músico, productor e ingeniero en audio de la era dub digital. En Twice, los típicos beats del género que aparecen en el álbum debut aún son la base, pero Prince Fatty y Hollie Cook se encargaron de darle un giro de 180 grados a ese concepto: un giro que incluye densas capas de pop y hasta hilos orquestales de violín y otras cuerdas que fueron contribución de la Macedonian Radio Symphonic Orchestra.
Hollie Cook ha mencionado antes que se inspira en montones de cosas para crear canciones, y algunas de ellas son el tener el corazón roto y estar enamorada; esa es justo la temática recurrente en Twice. Lo raro es que a diferencia de artistas como la sueca Lykke Li (que también lanzó un álbum basado en heartbreak en mayo de 2014), Hollie Cook no sufre y se ahoga en el fondo de un río, sino que mejor supera todo al armar una relajante e introspectiva fiesta tropical con música fina, antorchas ardientes y tragos coloridos a la orilla del mar en algún planeta desconocido con habitantes salvajes de piel verde.
Twice abre en “Ari Up” con un místico coro estilo gospel que invita a “dejar el fuego arder” y que de la nada, es reemplazado por los ya reconocibles beats del reggae y la agradable voz metálica de Hollie Cook. Ahí el sonido de la Macedonian Radio Symphonic Orchestra no es tan notable, pero en el segundo corte titulado “99” eso cambia: las cuerdas invaden todo desde el inicio y entre el sonido de olas del mar y una historia sobre el recuerdo de haber estado acostada con un amante en la playa durante 1999, se mantienen como el elemento que define a la canción.
Si se junta la esencia de esas dos primeras canciones, se obtiene el resto de Twice: violines elegantes que suenan más disco que depresivos, dub de calidad y frases poderosas llenas de fuego. Básicamente, cortes perfectos para un amor veraniego que pudo haberse convertido en mucho más que eso y que tal vez algún día lo hará.
Líricamente, este segundo álbum de Hollie Cook es una colección de frases poderosas que están entre el heartbreak total, el dejar puertas abiertas, y el dejarlo todo atrás. El sencillo “Looking for Real Love” y el track final “Win or Lose” son perfectos ejemplos de eso. En el primero, Hollie explica que extraña a alguien y que aquello que necesita y busca es “amor verdadero”; todo eso para darse cuenta de que eso que busca, lo puede encontrar dentro de sí misma. Y de forma muy opuesta, en “Win or Lose” más bien habla sobre el ardiente deseo imposible de ignorar con frases como “‘Cause my knees they feel weak and my skin’s getting hotter. I close my eyes and beg my heart not to falter, now”.
https://www.youtube.com/watch?v=Ne__QGYYwEo
El refinado dub en Twice es muestra ideal de que ese no es un género único para los rastafarianos y “gente desarreglada”, sino un universo abierto a infinitas posibilidades musicales. Y no hay nadie mejor que la misma Hollie Cook para crear un mundo así de loco y para describir su propia creación: “¡Es un enredo amoroso! Es como si fueras a una fiesta disco en una playa en la luna y bailaras con las galaxias al ritmo de los sonidos de una orquesta reggae.” Como explica en la canción que le da nombre al álbum, Hollie prueba todo una vez… y dos si le gusta. Al parecer hacer discos si le gustó y para fortuna de los amantes de la música, la reina vudú lanzó Twice.
El disco físico del extracto lo pueden encontrar en la Roma Records, que se encuentra en Álvaro Obregón 200, Colonia Roma. Para más información visiten su sitio web: laromarecords.com