William Shakespeare es una garantía de calidad y un trámite para cada cuerpo actoral, una adaptación de una de sus obras es casi un requisito para un dramaturgo. Eso es el montaje de Mauricio García Lozano, un tratamiento que dista del contexto original de la obra a través de un proceso de contemporización hacia el tiempo actual. Hoy tenemos la oportunidad de ver Ricardo III en una notable y gran evolución hasta nuestros tiempos; y eso es, probablemente, lo más impactante del asunto: lo vigente que sigue siendo el texto.
La obra nos narra la historia precisamente del rey Ricardo III de Inglaterra y de la tiranía que este ejerció para llegar a donde llegó sin importarle sobre quién tenía que pasar. Así mismo, se narra la forma en que convive la familia real y las intimidades que tiene cada uno de los 60 personajes que son representados por 11 actores, los cuales hacen un trabajo realmente asombroso, siendo ellos los mayores culpables que el espectador sienta una identificación con los personajes que hacen la historia mucho más verídica y actual.
Precisamente, el elemento más importante que nos presenta esta producción, es el hecho de que se ha adaptado a la actualidad la historia y así nos damos cuenta que en realidad no están nada lejanas aquellas épocas de tiranía, sino todo lo contrario: el tema es más actual que nunca y eso, sinceramente, atemoriza a más de uno.
Es precisamente por aquello de que no se quiere involucrar tanto a las referencias de aquella época que el vestuario es muy diverso y en realidad no nos sitúa en una época en específico, sino que nos deja echar a volar nuestra imaginación para ponerlo en presente, pasado o futuro lejanos o cercanos.
No podemos dejar de lado la majestuosa e ingeniosa producción que se presenta en escena, gracias a ella el espectador vive una experiencia realmente satisfactoria e impactante. Sí, una vez más la increíble y envolvente escenografía es de Jorge Ballina (a quien ya hemos elogiado en varias puestas en escena por su impecable trabajo). Cabe destacar que el escenario y butacas no se encuentran en los lugares habituales, sino que se hace un escenario con tres frentes llenos de butacas muy cercanas al escenario, precisamente para lograr meter al público a la historia misma.
Es una realidad que estamos ante una obra imperdible y que no podemos negarle la oportunidad de sorprendernos y dejarnos meter al oscuro mundo del poder.
Ricardo III se presenta en el teatro Julio Castillo, dentro del Centro Cultural del Bosque los jueves, viernes y sábados a las 19:00 y los domingos a las 18:00 hrs. hasta el 3 de agosto.
@rodrigoadea