Espectáculo de irreverencia e introspección: The Eminem Show
El ser humano es un ente complejo que a lo largo del tiempo ha encontrado en la naturaleza y el arte fuentes de inspiración, pero no sería hasta el 17 de octubre de 1973 que nacería el que inspirado en su vida tomaría el micrófono para mostrarle al mundo entero sus habilidades líricas. Damas y caballeros, sean sus ojos y oídos bienvenidos a uno de los espectáculos más sobresalientes de la historia de la música: The Eminem Show.
El álbum fue lanzado el 26 de mayo de 2002 bajo los sellos Aftermath e Interscope después de materiales altamente exitosos como The Slim Shady LP y The Marshall Matters LP. The Eminem Show es un material con un equilibrio de irreverencia e introspección a diferencia de sus antecesores y que nos muestra el lado más íntimo de Marshall Bruce Mathers III. En su portada vemos a un Eminem reflexivo tras unas cortinas rojas ligeramente abiertas, con un micrófono al frente, haciéndole guiño al póster de “Man On The Moon”, película de Jim Carrey.
El show inicia con “Curtains Up” que en sus breves segundos advierte a sus escuchas que el espectáculo está por iniciar para tirar el primer tema “White America” palabras bala que van directo al gobierno estadounidense, a la sociedad, al patriotismo exagerado y al sin fin de intentos que se han tenido por cancelar las letras de Eminem por ser incorrectas para la juventud.
Los cómics solían ser, además de la música, otra de las vías de escape que Eminem desde niño encontraría para olvidar su tormentosa vida y “Business” es la prueba de ello, una pista en la que se acompaña por el Productor Ejecutivo de este álbum y quien creería en su talento, dejando atrás los estigmas raciales de que el arte para rimar era solo para afroamericanos: Dr. Dre. En este tema tienen la encomienda de luchar por detener a los criminales del rap, que con sus malas rimas atacan los oídos de quienes les escuchan.
El siguiente track fue el segundo sencillo y es probablemente el más crudo: “Cleanin’ Out My Closet”. Resentimiento en estado puro que nos lleva por la dura infancia de Marshall, manchada por el alcoholismo, el abandono de su padre Marshall Bruce Mathers Jr y de una fracturada relación con su madre Debbie Nelson.
El show continúa con “Square Dance”, una letra fulminante en la que critica el gobierno del entonces presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush. Esta canción cuenta, como en gran parte de este álbum, con el toque de Jeff Bass, productor oriundo de Detroit, responsable de ese beat cargado de suspenso. Seguimos con “The Kiss”, un breve interludio sobre la traición de su ex-esposa Kim en la que besa a otro hombre para dar entrada a “Soldier”, un relato de lo duro que ha sido vivir siendo Marshall Matters, razón que al final le ha convertido justamente en un soldado. Le sigue “Say Goodbye Hollywood” y la presión que significa estar dentro del mundo de la fama para pasar a “Drips”, una de las más censuradas en las que junto con el rapero Obie Trice tocan temas como el sexo y el sida.
Quizá una de las mancuernas más exitosas en el mundo de los superhéroes, sin duda, sea la de Batman y Robin, y de las más poderosas en el mundo real del rap la de Eminem con Dr. Dre; “Without Me”, al estilo historieta y con rimas brutales, recalca lo vacía que es la industria musical sin Eminem, habla de los intentos por censurarlo en MTV, arremete en contra de MOBY, de Limp Bizkit e incluso hace alusión a Osama bin Laden. Fue el sencillo que catapultó a The Eminem Show logrando el primer lugar en listas de países como Reino Unido, segundo peldaño en el Billboard Hot 100, además de una nominación al Grammy por grabación del año.
Avanzamos para encontrarnos con otro interludio más en “Paul Rosenberg”, manager de Eminem, quien le recomienda ser cauteloso con el porte de armas para pasar a la poderosa “Sing For The Moment”, cuarto sencillo de su álbum con un mensaje dirigido hacia quienes le criticaban, a sus conflictos legales y hacia una juventud que se identificaba con sus letras, todo bajo un excelso sampleo a Dream On de Aerosmith. Le sigue “Superman”, junto con la cantante Dina Rae, en la que nos muestra su preferencia por el sexo sin ataduras y es un grito al mundo de su soltería después de su divorcio en 2001 con Kimberly Scott, con quien tuvo una tormentosa relación. El momento más emotivo lo encontramos en “Hailie’s Song”, tema inspirado en su hija Hailie Jade Scott Matters, una prueba de que sus palabras también pueden abrazar.
Un interludio más llega en “Steve Berman” una corta conversación que termina en disparos que dan pie a “When The Music Stops” en conjunto con D12, colectivo de hip hop y amigos de Eminem. El espectáculo continúa con el rap explosivo de Dr. Dre, además de un beat bombardeante en “Say What You Say”, dedicado a las críticas de la prensa. Casi por cerrar sus más de 60 minutos de duración avanzamos con “‘Till I Collapse”, una oda a la motivación, a no rendirse y a seguir adelante pese a todo, con el rapero Nate Dogg y en el que también hay un sampleo al “We Will Rock You” de Queen. Casi para cerrar, nuevamente la hija de Eminem, Hailie, se hace presente con sus coros en “My Dad’s Gone Crazy”, para terminar con “Curtains Close”.
Es así estimado público como finaliza el álbum que nos llevó a las entrañas de un personaje que marcó a toda una generación, que fue motivo de premiaciones, de ser blanco de críticas, pero también de aplausos, The Eminem Show, la combinación perfecta de irreverencia e introspección.
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