El COVID-19 no terminará con la migración, “esto se va a reanudar”: Alberto Pradilla

El COVID-19 no terminará con la migración, “esto se va a reanudar”: Alberto Pradilla

Migrantes. Imágenes vía Shutterstock.

Migrantes. Imágenes vía Shutterstock.

El actual panorama de emergencia sanitaria por la que atraviesa el planeta, pareciera haber quitado reflectores a la agenda internacional de algunos gobiernos, particularmente lo que concierne a Estados Unidos, México y Centroamérica.

Fue el 11 de marzo de 2020 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró pandemia al COVID-19.

Días después, el 15 de marzo, el presidente de El Salvador, Nyib Bukele, decretó el cierre de sus fronteras y para el día 18 se prohibieron las operaciones en el aeropuerto internacional, punto comercial de gran importancia y de transbordo de vuelos a Centroamérica.

Honduras tampoco tardó en reaccionar, el 15 de marzo, su presidente, Juan Orlando Hernández, decretó el cierre de sus fronteras, exceptuando la repatriación de connacionales. Con apenas 6 casos positivos, determinó el estado de sitio y la cuarentena.

Un par de días después Guatemala siguió el mismo camino, al tiempo que el presidente Giammattei anuncio que se encontraron 17 casos positivos de migrantes deportados de los EU, prohibiendo de forma inmediata el retorno de ciudadanos guatemaltecos a su país. Finalmente, Belice hizo lo propio al cerrar sus fronteras el 21 de marzo sin contagios confirmados.

Detrás de estas medidas se encuentra el miedo desmedido al colapso de los sistemas de salud de dichas naciones, que cuentan con un endeble sistema, evidenciado en redes sociales y medios de comunicación independientes.

Por su parte México y Nicaragua, no han seguido este ejemplo y no han podido cerrar sus fronteras por completo. México ha implementado un sistema de atención gradual, que ha sido criticado y ha puesto en evidencia la debilidad del sistema de salud. Mientras algunos especialistas señalan que la finalidad oficial principalmente es la aminorar el impacto económico y evitar un colapso sin precedentes, otros ya hablan de que será inevitable y que la recesión económica no será fácil de superar.

El gobierno de Nicaragua ha hecho caso omiso a las recomendaciones de la OMS, se ha desatendido del cuidado de su población, recomendando incluso ellos mismos huir a otras naciones como Costa Rica y hacer uso de esos sistemas de salud.

Las medidas de contención para la pandemia se han convertido en un factor más, para la migración forzada de miles de personas que buscan una mejor oportunidad de vida, nada nuevo y que se suma a la violencia, pobreza y falta de oportunidades que viv…

Las medidas de contención para la pandemia se han convertido en un factor más, para la migración forzada de miles de personas que buscan una mejor oportunidad de vida, nada nuevo y que se suma a la violencia, pobreza y falta de oportunidades que viven en México y Centroamérica. Imagen (portada del libro de Alberto Pradilla).

Abandonar la clandestinidad

Conversamos con el narrador y periodista Alberto Pradilla sobre el tema de la migración, a partir de su libro: Caravana: Cómo el éxodo centroamericano salió de la clandestinidad, donde retrata el camino que tuvo que seguir la caravana migrante desde San Pedro Sula en Honduras y hasta Tijuana, en México.

“Este libro narra el éxodo de la Caravana migrante, entre octubre y noviembre de 2018, en esa explosión la migración en Centroamérica pasó de la clandestinidad y las sombras a la luz, a través de su paso por Oaxaca Chiapas y Veracruz, jugándose la vida para llegar a Estados Unidos, protegiéndose con la única cosa que tenían: sus cuerpos y la narración de la prensa que les protegía tanto de las autoridades como de los grupos criminales”.

En el camino Pradilla encontró de todo. Personas que ya habían tratado cruzar con polleros o solos. Desde Honduras, Guatemala y El Salvador. Ese mar de mujeres, hombres, niños, personas mayores, sumaba más de 20 mil, atravesando México.

Sigue siendo una pequeña representación de todo el flujo. Por tanto, la fuerza simbólica de este grupo provocó que los gobiernos como el mexicano trate de evitar el que haya caravanas que de poner freno a las redes de tráfico de personas y delincuencia organizada”.

“El principal problema al que se enfrentaron estas caravanas era en las fronteras, desde el buscar donde dormir u obtener comida, el tener transporte... Muchas de las dificultades se solucionan gracias a la solidaridad, hubo de cientos de hombres y mujeres mexicanas que se sintieron interpeladas y salieron con comida, abrieron las puertas de su casa, los transportaron durante algún rato eso fue lo más hermoso que pudo mostrar México”.

Al llegar a la frontera con los EU, los miles de migrantes se dieron cuenta de que la Caravana solo sirvió para atravesar México y para llegar a EU topándose con un muro viéndose obligados a recurrir de nuevo a un pollero. “Muchos lograron el objetivo de llegar a los Estados Unidos, otros más fueron deportados a sus países de origen, sin embargo, las cosas no han cambiado y los motivos que incentivan la migración siguen ahí, la miseria la violencia siguen en Centroamérica”, afirma Pradilla.

El tema migratorio ha dejado durante décadas muchas cuentas pendientes, la ineficacia de la política exterior mexicana y las pocas ganas de alcanzar un acuerdo migratorio efectivo por parte del gobierno norteamericano, han derivado en que sea el tema migratorio una moneda de cambio que ha sometido actualmente a los gobiernos tanto de México como al Centroamericano alinearse con las estrategias que vienen desde Washington.  

Las condiciones para la migración centroamericana han sido cada vez más difíciles, la Caravana permitió que miles de personas llegaran a la frontera con EU, pero también permitió que se creara un caldo de cultivo en el discurso xenófobo que aprovechó Trump para endurecer sus políticas de rechazo al migrante”.

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En 2019, se creyó podrían cambiar las políticas migratorias en México, cuando se repartieron 13 mil tarjetas de residencia con motivos humanitarios. Hoy ha pasado más de un año y ese espejismo desapareció además que gracias a las nuevas políticas en materia de migración después del COVID 19, las cosas no pintan nada bien.

Un ejemplo de esto es que el pasado mes de abril y al inicio de esta cuarentena la Secretaría de Gobernación, por conducto del Instituto Nacional de Migración, instruyó la salida inmediata de personas extranjeras albergadas en estancias y estaciones migratorias en acato a las medidas sanitarias por la epidemia de COVID-19 y en atención a las medidas cautelares emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Al mismo tiempo no han podido fluir, ya que gobiernos como el de Guatemala, El Salvador y Honduras retrasaron los regresos asistidos, cerrando sus fronteras a sus propios ciudadanos, lo que ha provocado el hacinamiento de migrantes en diversas estaciones migratorias, lo que ha provocado tragedias como la sucedida la noche del martes 31 de marzo: un motín dentro de la estación migratoria Ave Fénix en Tenosique, en Tabasco, desencadenó un incendio. En protesta por las deplorables condiciones del centro de detención, su hacinamiento, falta de atención médica o la ausencia de medidas de prevención e información frente a la emergencia sanitaria.

“Recuerdo el 18 de enero de 2019, cuando me encontraba en el puente Rodolfo Robles, dos meses antes en los que la policía había golpeado a hombres, mujeres y niños pero que ese día todos eran muy amables con la promesa de la regulación a los integrantes de la Caravana de 2019, es muy rara esta actitud que primero fueron agresivos y luego fueron muy simpáticos. A partir de entonces han buscado frenar cualquier intento de Caravana, debemos de recordar que en enero de este 2020, el primer intento de Caravana chocó con la Guardia Nacional, y después, una segunda Caravana fue detenida apenas avanzaron 12 kilómetros en territorio de México. El presidente López Obrador, prometió que habría trabajo para ellos, pero la realidad es que el trabajo no existía”, enfatiza Pradilla.

El periodista vasco, reconocido con el Premio Desalambre 2019, añade: “La realidad es que el gobierno de México ha decidido sacrificar a los más débiles y vulnerables, a hombres, mujeres y niños, que vienen de situaciones de pobreza y violencia terribles, para poder negociar con Estados Unidos, por lo que han decido formar parte de las decisiones de Donald Trump”.

México debería de tratar a los ciudadanos centroamericanos de la misma forma que le gustaría que tratasen a sus ciudadanos en los EU, considera Pradilla. “México es un país también de migrantes que tiene a mucha gente que deja todo atrás para sacar a su familia adelante y son uno de los colectivos que sacan adelante al país”.

Ahora el flujo migratorio ha bajado, destaca el cronista. Lo que los policías no han conseguido, si lo ha logrado el miedo al virus.

Esto no quiere decir que se va a terminar. Esto se va a reanudar. Muchas de las económicas centroamericanas están devastadas y las consecuencias de esta pandemia y confinamiento será la de más migración… Porque habrá más pobreza además de la inestabilidad política que existe ahora en El Salvador y Honduras. Hay que preparase en el incremento del flujo migratorio. Creo que AMLO aún tiene la oportunidad de convertirse en un líder regional y de atender a los derechos humanos de estas personas que huyen de la violencia y de la pobreza”, concluye Alberto Padrilla.

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