Por Georgia Alcaide, Aarón Rubio y Alfonso Basilio Internet es una herramienta que facilita la comunicación, la búsqueda de información y la obtención de distintos productos culturales.
Definir a Internet puede resultar difícil si se quiere mencionar todo lo que permite, justo esa es su esencia. Permite una gran libertad para buscar, hacer y decir lo que una persona guste. Lo anterior ha provocado que distintos gobiernos hayan decidido llevar a cabo acciones para limitarlo, censurarlo o para espiar la actividad de las personas.
Tratados internacionales se han negociado, leyes locales se han discutido, sin que exista alguno que haya sido aprobado que tenga repercusiones generalizadas graves a los usuarios en todo el mundo. Sin embargo, existen otras medidas a nivel local que han tomado algunos gobiernos para restringir el uso de Internet o para supervisar las actividades que realizan sus ciudadanos.
La organización Reporteros Sin Fronteras se dedica a defender la libertad de expresión y cada año prepara un reporte sobre los enemigos de la Internet, es decir, gobiernos que censuran o restringen su uso. Generalmente en esta lista aparecen países que históricamente han tomado medidas para evitar el uso de la Internet o para vigilar a sus ciudadanos. En el reporte de 2014 aparecen países cuyas acciones son bien conocidas como China, Corea del Norte, Cuba o Irán, sin embargo, la novedad este año es la inclusión de los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido. Estos dos resaltan pues son de los principales defensores de los derechos humanos en el mundo y además críticos de los países con quienes comparten esta lista. En ambos casos han sido incluidos por Reporteros Sin Fronteras debido a la información dada a conocer por Edward Snowden sobre el espionaje a ciudadanos. Lo anterior resulta preocupante para la libertad de expresión pues no sólo se le puede atacar a Internet al evitar el ingresar a sitios o al censurar contenido, sino también, sabiendo lo que las personas comparten pensando en tomar acciones preventivas si es necesario.
Los intentos de regular Internet no sólo nacen de los gobiernos que argumentan la necesidad de medidas del tipo por cuestiones de seguridad, también las grandes industrias han presionado a los gobiernos para que se regule y se sancione a quienes intercambian productos que se encuentran protegidos por derechos de autor o por la propiedad intelectual.
La piratería es un problema que ha traído Internet, no nace ahí pero los usos que se les ha dado y las herramientas que se han desarrollado para compartir música, películas, libros, entre otros, han afectado a las grandes industrias culturales quienes pierden ganancias que en otro tiempo eran seguras pues contaban con la exclusividad en la distribución y exhibición de sus productos.
Al analizar el escenario completo es posible visualizar que grandes actores con poder económico y político intentan de alguna forma evitar que la dinámica de la Internet continúe y evolucione como ha sucedido desde su origen. Cabe la pregunta de si algunos de estos intentos no son actitudes necias que reflejan la postura negativa para cambiar o modificar esquemas de acción tanto de las industrias como de los gobiernos.
Los efectos de Internet en las personas son muy debatidos, existen posturas que sostienen su impacto en la comunicación interpersonal de forma negativa. Las computadoras portátiles, los celulares y las tabletas permiten que estemos conectados las veinticuatro horas del día, lo cual facilita la comunicación inmediata no sólo con nuestro entorno próximo sino con el resto del mundo. Una postura crítica sobre este uso asegura que las personas se comunican cada vez menos frente a frente, lo cual tiene efectos negativos en la creación de comunidad y de sociabilidad de los individuos. El estar comunicados a través de una pantalla modifica la forma en cómo entendemos al mundo, a los demás, elimina el contacto físico y enfría la comunicación entre personas.
Por otro lado el hecho de estar conectados todo el día implica que cada vez es menos necesario salir de casa o de la oficina para ver a los nuestros, lo anterior según esta postura, afecta el uso de espacios públicos pues los amigos y las familias ya no se ponen de acuerdo para encontrarse, todo se puede hacer desde el lugar donde uno se encuentre.
Los efectos negativos en la memoria de las personas también se mencionan pues al tener disponible toda la información en línea, resulta menos útil aprender datos pues se pueden consultar en el momento. Otro ejemplo serían los números telefónicos, que ya no es necesario memorizarlos pues se cuenta con un directorio en línea o cuando menos se guardan en la tarjeta del celular.
La preocupación que se tiene es que al usar la tecnología; la memoria y los procesos neuronales que esta implica se dejen de utilizar lo cual podría tener efectos negativos en el desarrollo de las personas, sobre todo de los jóvenes.
Por otro lado, existen posturas que ven con una óptica más positiva los efectos de Internet en las personas. Si bien el uso de la tecnología puede separarnos de los encuentros físicos o cuando menos los reduce, también acerca a las personas. La comunicación inmediata se puede hacer con la persona al lado o con alguien al otro lado del mundo, esto ha fomentado la creación de comunidades en línea que se han organizado para temas muy diversos, desde manifestaciones políticas hasta charlas sobre colecciones de porcelana. La realidad es que la comunicación se ha modificado pero no necesariamente implica un efecto negativo.
Respecto al tema de los espacios públicos, si bien, puede ser cierto que no sean tan necesarios como en la antigüedad, sobre todo en la era pretecnológica, la comunicación en línea sirve para que las personas se pongan de acuerdo en verse físicamente en algún lugar, e incluso para organizar manifestaciones masivas en plazas públicas.
Respecto a la memoria, es cierto, que se utiliza cada vez menos, sin embargo, la negatividad no necesariamente está implícita. Si bien el proceso neuronal no se lleva a cabo de la forma tradicional, sí ocurren otros procesos al utilizar los gadgets y para la búsqueda de la información. No se eliminan, sino que se sustituyen.
Las posturas sobre el uso de Internet reflejan el cambio generacional entre los usuarios adaptados y los que nacieron con esta tecnología. Lo cierto es que el exceso y perjuicio no vienen de los aparatos o de la conexión en sí, sino de la forma en cómo se utiliza y esto depende enteramente de las personas.
Los cambios que ha generado Internet también se reflejan en la economía y en el mercado. Las grandes industrias se han visto afectadas de forma negativa con la piratería y justo eso ha fomentado que busquen establecer medidas que regulen su uso, sobre todo el intercambio de archivos o productos.
Existen también otro tipo de cambios que no necesariamente pueden ser considerados negativos, aunque les ha costado adaptarse, la facilidad de Internet para ofrecer contenido o productos elaborados desde las grandes industrias les ha permitido llegar a mercados que en otro tiempo podrían resultarles complicados alcanzar.
Por ejemplo en el cine o la televisión los servicios de contenido en línea han sido una respuesta para obtener ganancias a cambio de streamear series o películas. Este tipo de servicios está modificando la forma en cómo la televisión y el cine funcionan, ahora se produce exclusivamente para Internet.
Por otro lado, la dinámica del libre mercado se ha incrementado al permitir a productores de bajo perfil o mucho más pequeños llegar a miles de personas, lo cual fomenta la competencia. En la radio también ha habido un cambio significativo con Internet pues ahora se puede hacer una estación en línea con relativa facilidad, por otro lado, las estaciones convencionales tienen que ofrecer productos más atractivos para enganchar a sus radioescuchas y evitar que escuchen la música en su celular o en su reproductor MP3.
Sobre la música existe un debate álgido respecto a los beneficios que ha traído Internet, si bien la piratería es un problema que debe combatirse no necesariamente se requiere hacerlo a través de la restricción, en este mismo sentido, el alcance y la facilidad de acceso a la música permite a los artistas y las disqueras difundir su material de manera sencilla y con muy bajo costo.
En síntesis, los cambios que ha traído Internet han provocado efectos positivos y algunos negativos en las personas, en las industrias y en los gobiernos. No obstante, la necesidad de mantenerlo lo más libre posible es imperativa, la regulación puede traer consecuencias peores, en cambio, resultaría mejor pensar en opciones que permitan a los actores involucrados adaptarse. La tecnología no es el enemigo, el uso que se le dé es lo que causa el efecto.