Por Aarón Rubio, Alfonso Basilio y Georgia Alcaide Winston Churchill decía "La historia la escriben los vencedores." en la política los vencedores son los que se adueñan del pasado y forman la “la historia oficial”
El primer acercamiento formal que tenemos con la historia suele ser en la escuela, donde la historia de bronce es aquella que se enseña en la educación básica, como parte de un proceso de fomento de la identidad nacional desde niños, futuros miembros de la nación, para que aprendan a amarla, defenderla y sentirse profundamente orgullosos de pertenecer a ella. Pero además, constituye el papel de resaltar los valores por los cuales la nación se conduce para que los próximos ciudadanos sigan con ese buen camino de comportamiento social. Hay que recordar que la historia tiene uno de los principales papeles de formación de nuevos ciudadanos para que se integren a la vida nacional.
Pero la historia oficial no incluye el del sentido crítico. Un sentido que se ha luchado por no fomentar, para que la historia se use como un instrumento de control y de justificación del grupo en el poder.
En México no es la excepción y también tenemos una historia oficial llena de mitos y leyendas que buscan persuadir y generar sentimientos de identidad.
En 1847 México y Estados Unidos tuvieron un enfrentamiento bélico por las pretensiones expansionistas del país del norte, en esta guerra México perdió.
La historia oficial no hace hincapié en el enfrentamiento, ni en las perdidas. Si no en la labor de un grupo de jóvenes cadetes, conocidos como “los niños héroes” quienes defendieron con su vida el castillo de Chapultepec, en ese tiempo el recinto con mayo valor simbólico.
La historia nos dice, que el deber ser de todo ciudadano mexicano, es el de luchar por su nación a costa de lo que sea, sin importar las adversidades.
El arte siempre ha plasmado una pequeña radiografía de lo que acontece en lo económico, político y social. La música clásica suele hacer alusión a la magnificencia de y glamour de ciertos periodos como el barroco.
El paso de tiempo a simplificado y masificado los lenguajes musicales, no por ello la música deja de ser un registro de la historia. A mediados del siglo XX el rock tomó en algunos casos un lenguaje contestatario, donde se denuncio y narraron temas desde la dictadura en América Latina, los beneficios de la clase preponderante en Europa, los desaparecidos por la guerra, la guerra fría y la disputa generada entre los dos grandes hegemonías.
Un caso particular fue la banda británica “The Clash” quienes durante la década de los setenta exhibieron una intencionalidad política en sus letras, característica de la banda. En los ochenta se hermanaron con la situación en Nicaragua y publicaron un álbum triple al que llamaron “Sandinista!”, nombre utilizado para hacer referencia al Frente Sandinista de Liberación Nacional. En este álbum viene la canción "Washington Bullets" que hace referencia a conflictos y controversias mundiales en donde los movimientos o partidos de izquierda tuvieron participación importante como en Nicaragua, Chile, Cuba, Afganistán y el Tíbet. Se manifiesta a favor de lo que considera movimientos izquierdistas populares; sin embargo, en otras partes de la compilación se critica a la Unión Soviética y a China por sus acciones imperialistas. "Washington Bullets" es la obra política más extensa y específica compuesta por Joe Strummer.