“Me tomó mucho tiempo encontrar mi voz”: Entrevista con Cigarettes After Sex
En 2008 Greg González encapsuló la experiencia de quedarse en la cama fumando después de tener sexo, en un proyecto musical. Más allá del nombre de la banda, la música de Cigarettes After Sex es la banda sonora ideal para un momento así. Es la calma después de la tormenta. México fue la última parada de una gira mundial en donde —al menos en nuestro país— se agotaron todas las entradas. Sin embargo, el éxito de los tejanos no llegó de un día para otro. Lograr presentar su disco debut frente a un auditorio lleno, les tomó aproximadamente 10 años. A escasos minutos de que hicieran la prueba de sonido para su concierto en el Frontón México, platicamos con la banda y Greg confesó por qué les tomó tanto tiempo publicar su primer disco de estudio.
“He grabado muchos discos a lo largo de mi vida. Desde que era niño, llegué a sacar un par de cintas con pura basura. Incluso desde que formé Cigarettes After Sex, grabé pequeños EPs que inmediatamente odiaba y opté por eliminar. Este proceso fue muy largo, hubo mucho material que aventé al fuego. Pero no me arrepiento, porque al final todo fue parte del camino que nos llevó a lanzar este álbum debut. Supongo que, a diferencia de otros músicos, me tomó mucho tiempo encontrar mi voz”.
El estilo que se tardo casi una década en forjar, ahora está definido por canciones taciturnas, oscuras y melancólicas. Paradójicamente, esta música viene de alguien que fluctúa entre El Paso y Nueva York, dos ciudades caracterizadas por ser violentas, ruidosas o agitadas. Por lo que resulta difícil entender de dónde viene la inspiración para componer canciones que emanan todo lo contrario. Según González, todo es mental.
“Aunque no lo creas, El Paso es una ciudad muy gentil. Hay una gran cantidad de espacios abiertos y se puede tener mucha privacidad. Pasar tanto tiempo en lugares hermosos y tranquilos me volvió más introspectivo. Mientras que Nueva York influyó en que tuviera el deseo de hacer música en mayor escala. Vivir en la capital de mundo te mentaliza a la grandeza. Podríamos decir que la privacidad de El Paso y las expectativas artísticas de Nueva York, fueron lo que dio forma a la música de Cigarettes After Sex”.
Más allá de la influencia geográfica, las canciones de Greg González se caracterizan por su honestidad. No conforme con detallar sus experiencias, el músico incluso utiliza nombres reales, como es el caso de “K”, en donde expone a una chica llamada Kristen por haberle roto el corazón. Mientras algunos encuentran confort en desahogarse con sus amigos, Greg lo hace con el mundo entero.
“No me molesta compartir mis experiencias personales, porque es una forma de expresarme. En general creo que soy una persona muy reprimida, pero por alguna razón, no me cuesta trabajo comunicarme a través de la música. Cuando canto sobre mis sentimientos me siento mejor. Las canciones que escribo son una forma de no quedarme estancado entre mis propios pensamientos”.
Tener el corazón roto puede llegar a ser una de las experiencias más solitarias, por lo que es reconfortante saber que alguien más está pasando por lo mismo. A través de cada canción y cada historia, la música de Cigarettes After Sex es catártica, tanto para el escucha, como para la banda.
“La catarsis no viene solo de componer, sino también de tocar en vivo. Nos gusta estar presentes en cada momento. Cada canción transmite algo distinto y la respuesta del público cambia noche con noche. Pero al final, no hay nada como compartir la música y experimentar un sentimiento colectivo”.