#LunesLiterario: Mujeres revolucionarias en la literatura

Si echamos un vistazo al canon de la literatura occidental, nos vamos a encontrar con muchos hombres— muchos hombres blancos, heterosexuales, y europeos o, en el mejor de los casos norteamericanos. Pero, si buscamos con más cuidado, encontraremos a algunas mujeres entre esta amplia lista de escritores. La literatura canónica es una institución tan patriarcal como el resto de las artes. No obstante, siempre ha habido mujeres en la historia de la literatura que se han atrevido a desafiar la corriente canónica para alzar su voz. Desde Safo en la edad clásica hasta Roxane Gay en la actualidad, hay una gran tradición de escritoras que enuncian desde la femineidad. El Emmy por mejor serie de drama este año fue otorgado a The Handmaid’s Tale, un programa basado en una novela de la escritora canadiense Margaret Atwood. Ella es una de las pioneras del sci-fi contemporáneo. Es irónico que éste sea un género usualmente relacionado al ámbito varonil —considerando que el microcosmos geeky es uno cerrado a la presencia femenina— porque una de sus fundadores es una mujer: Mary Shelley. Atwood y Shelley provienen de la misma tradición. Cuando el mundo patriarcal en el que habita la mujer es tan absurdo, a veces la única escapatoria de la enunciación femenina es la fantasía que brinda el sci-fi.

Hay una llamada “literatura rosa” —llamada así por el afán de relacionar todo en pares bajo una idea de género binario. Es decir, existe literatura para mujeres, que trata la sensibilidad, el romance y el ámbito privado. Pero ¿quiénes fueron los románticos decimonónicos sino un grupo de hombres? Las autoras del siglo XIX fueron revolucionarias; situaron a la mujer como la heroína del cuento y a su vez, la llenaron de una profundidad psicológica sin precedentes. La literatura posterior al XIX le debe mucho a mujeres como Jane Austen y las hermanas Bronte.

El siglo XX vio nacer la literatura feminista como tal. En los ‘20s, Virginia Woolf nos entrega su famoso ensayo A Room of One’s Own. Fue un trabajo seminal para el desarrollo posterior de la teoría feminista. A mediados de siglo, las mujeres empezaron a hacer filosofía y teoría como tal. Así, en 1963 se publica The Feminist Mystique y en 1981 bell hooks publica su aclamado libro Ain’t I A Woman?

Así, hemos llegado a las escritoras contemporáneas. Ahora más que nunca, las mujeres están levantando sus voces dentro de la literatura. En Latinoamérica actualmente hay plumas femeninas como Samanta Schweblin con Distancia de rescate, Mariana Enriquez con Las cosas que perdimos en el fuego, Valeria Luiselli con La historia de mis dientes y Guadalupe Nettel con Después del invierno. Conforme más son calladas las voces femeninas en la actualidad, más relevancia cobran las autoras femeninas que revolucionaron y siguen revolucionando la literatura.

Antes de salir a ayudar #SomosMéxico

Nos queremos vivas: este no es otro artículo incendiario sobre Mara y otras mujeres violentadas