Fotos: Andrea Solis

Comienza a sonar un murmullo, cada vez se hace más fuerte, más claro, la gente grita: “Ella, Ella, Ella” en alusión a Ella Yelich-Oconnor, nombre real de Lorde. Después de 50 minutos del final del show del acto telonero, Cautiuos Clay, el público alborotado del Pepsi Center pide que ella salga.

Las luces cambian de color, el rojo intenso que estaba en un inicio se opaca y comienza a salir humo. La música de fondo cambia por una melodía que al principio es irreconocible pero al caer el telón y develar el escenario con forma de reloj solar, coronado por la presencia de Lorde, el público se da cuenta que se trata de “Leader of a New Regime”.

Segundos después empieza a aumentar la vibra exaltada del público, los gritos no cesan y la cantante originaria de Nueva Zelanda los embriaga aún más con el ritmo de “Homemade Dynamite” que es seguida por “Buzzcut Season”, una de las canciones más populares de su álbum debut Pure Heroine. Vestida con una sencilla camisa blanca y pantalones negros, Lorde se tomó un momento para agradecer a sus fans el estar ahí con ella, ya que: “Estando en una ciudad donde siempre hay tantas cosas que hacer decidieron pasar la noche conmigo”. Mientras la cantante declaraba su amor por la capital mexicana, una lluvia de los ya clásicos Doctores Simis invadió el escenario. Entre risas y vítores Lorde recogió uno y expresó su agradecimiento por los regalos.

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Después de la pequeña plática con los fans en la que mencionó que no había estado en México desde el cierre de su Melodrama Tour, el cual sucedió en el Corona Capital de 2018, comenzó uno de los momentos más emocionales de la noche del 11 de octubre con la melodía melancólica de “Stoned at the Nail Salon”. Las lágrimas no tardaron en aparecer, pero desaparecieron con la misma velocidad ya que el sonido tan oscuro y eléctrico de “Fallen Fruit” hizo que los asistentes al show recuperaran las ganas de bailar.

Tras un cambio de ropa a un vestido de palmeras en un atardecer, mismo que remite a las vibras veraniegas de Solar Power y acompañada de sus músicos, todos vestidos en trajes amarillos, Lorde regresó al escenario para hacer sonar de manera enérgica “The Path” y “California”, que dieron paso a un momento íntimo en el que, aunque hubiera 8,000 personas dentro del recinto, Ella se sintiera como una amiga, más que una performer a pleno show.

Un pequeño discurso dio pie a uno de los momentos más esperados de la noche y esa fue “Ribs” la canción duró un par de segundos antes de que Lorde se interrumpiera y dijera que la iluminación y el sonido no estaban bien y ella quería dar el concierto más perfecto para sus fans. Después de un momento regresó al escenario y la gente brincó y gritó al sonido tan vibrante de esta rola como si nada hubiera pasado.

Contrastando con el momento de euforia total, dirigió unas palabras bastante sentimentales al público y les recordó que si estaban pasando por algo difícil habían llegado al lugar adecuado. Las lágrimas regresaron con “Hard Feelings” y “Big Star” (canción que le escribió a su difunto perro Pearl) y el sentimentalismo se disparó con el discurso introductorio a “Liability” donde contó sus experiencias padeciendo de ansiedad. Este momento tan emotivo cerró con la canción “Secrets from a Girl” que habla sobre cómo las cosas pasan y la vida mejora, dándole esperanza a todes sobre lo efímero de los momentos malos. Con el outro de esta canción aprovechó para hacer su último cambió de vestuario escondida en el reloj que acaparaba todo el escenario, saliendo como nueva con un traje cubierto de brillos y mangas moradas que permitía ver que el final de la noche sería completamente luminoso.

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“Mood Ring”, “Sober I”, “Supercut” y “Perfect Places” fueron un baile candente, nadie podía quedarse en su lugar viendo como Lorde sacaba sus mejores pasos de baile y se movía por todo el escenario de manera vigorosa alentando a sus fans a hacer lo mismo. Corriendo por el escenario subió las escaleras de su reloj giratorio para dirigirse una vez más al público y de esta manera introducir “Solar Power”, una de las canciones más esperadas de la noche, que culminó con una lluvia de confeti amarillo y nos llevó de la mano a “Green Light” donde fans sacaron papeles verdes para alumbrar con su flash y crear un efecto visual precioso.

Lo que parecía ser el fin llegó con “Oceanic Feeling” y las demandas de “otra, otra, otra” no se hicieron esperar. Lorde arrancó su encore un par de minutos después con “Royals” rola indispensable en todos sus conciertos desde el momento en el que esa canción la catapultó al estrellato. Con miedo de que esta fuera la última canción, el público comenzó a gritar el nombre de las canciones que consideraban faltantes y a los pocos segundos el inicio de “Team” hizo que todes se volvieran locos una vez más.

La cantante mencionó que se suponía que ese era el cierre de la noche pero aún no estaba lista para irse y con eso dicho “A World Alone” cerró la noche. Entre gritos y abrazos el público se dio cuenta de que, contrario a la letra de la canción, realmente nadie bailaba solo.