Las muñecas rotas
“C’est un poupée dans la vitrine. Je la regarde et elle m’appelle. Si seulement je savais écrire... Je la demanderais au Père Noël”. (“Une poupée dans la vitrine”, de Les Misérables)
“Es una muñeca en la vitrina. Yo la miro y ella me llama. Si solamente supiera escribir... la pediría a Santa Claus”. ("Una muñeca en la vitrina", de Los Miserables)
El aviso de términos y condiciones del portal de zonadivas.com extiende un apartado legal que habla sobre la trata de personas y la prostitución, eximiéndose de toda responsabilidad en caso de que se presentara un caso. Palomita. Aceptar. Inmediatamente muestra un catálogo extenso de las chicas disponibles para ser damas de compañía. La mayoría son extranjeras. Muchas son güeras, de ojos claros. Por un par de miles estas muñecas de porcelana ofrecen su compañía.
Entre estas caras, alguna vez se encontraron las de Kenni Finol, Karen Grodziñisk y Génesis Uliannys Gibson, quienes dejaron muchas preguntas tras sus feminicidios. Cuando empezaron las investigaciones sobre estos asesinatos, el dueño del sitio afirmó en una entrevista de radio: “Ellas nos contactaron”, tratando de deslindar al portal de los hechos. Pero, sin leer entre líneas, también se puede afirmar otra cosa: contactaron a sus clientes con ellas.
Con la viralización del video/testimonio de Kenni Finol, donde exhibe las heridas y la situación previa a su muerte, evidencia más allá que un nombre... evidencia las fallas de todo un sistema. Hablamos de un aparato de corrupción que ha solapado la muerte de mujeres, sobre todo en contextos donde se objetifican; de la presente impunidad en casos donde se fabrican culpables para proteger a los verdaderos criminales; de una extensa red de poderes regida por el dinero del narcotráfico; y la normalizada violencia de género que permite que, en casos como estos, se culpabiliza a las víctimas
¿Cuánto vale la vida de una persona en un país donde se registran 70 homicidios diarios, dónde las cifras muestran que, al menos, mueren siete mujeres por una situación de género?
Kenni Finol
Encontraron su cuerpo el 25 de febrero de este año. Tenía muestras de tortura y violación. Su rostro estaba desfigurado por el ácido que le habían rociado y cubierto con cinta. De su cara blanca, lisa y juvenil quedaba poco. Tuvieron que identificarla con huellas dactilares. La muñequita de la vitrina, como le llamaban desde pequeña, que soñaba con ser como Paris Hilton terminó destrozada frente a una escuela en Jardines de Santa Clara en el municipio de Ecatepec.
Llegó a México en el 2015 desde Maracaibo. En Venezuela estudiaba Comunicación Social pero al llegar a nuestro país comenzó a trabajar como dama de compañía en el portal de zonadivas.com. Con lo que ganaba le alcanzaba para mantenerse y mandar dinero a su familia en Venezuela.
Un día, conoció a Brayan Mauricio “G”, “El Pozole”, por las calles de Tepito y en abril del año pasado anunció formalmente su relación con él a través de las redes sociales.
Sin embargo, Brayan era un sicario de la Unión de Tepito, acusado de extorsión, secuestro y venta de drogas. Cuando Kenni comprendió que a él le gustaba matar por hobby, decidió terminar su relación en septiembre.
Fue ahí que comenzó su calvario. Él empezó buscarla constantemente. Le ordenaba que dejara su trabajo. En una de las grabaciones que dejó como testimonio, dice: “Me decía: ‘Maldita, te voy a matar’. Como yo viví con él, él ya quiere que me vaya de México y que ya no putee más”.
En octubre, pasaron varias cosas. Brayan comenzó a salir con otra chica. Ella pensó que con esto las amenazas se detendrían. Pero en realidad Brayan usaba a su nueva novia y a una amiga suya, Karen Grodziñisk, para que vigilaran a Kenni. Un día “El Pozole” y sus cómplices levantaron a Kenni y a una de sus amigas. Durante su secuestro recibieron golpes y amenazas. Cuando Kenni estuvo libre y pudo acercarse a que una doctora la atendiera, fue que grabó el testimonio que hasta hace pocos días salió en los medios, donde le dice a Brayan sobre sus puntos de sutura, la fractura en el brazo y su garganta lastimada.
“En la boca, la pistola… tengo un hueco ahí en la garganta, horrible. Me abriste un hueco horrible. Mírame todo. Estoy demasiado inflamada. Espérate que se me pase un poquito para yo movilizarme".
Fue entonces que dejó su trabajo. Por un mes, no salió.
En noviembre, Brayan le mandó flores y le dijo que la extrañaba. Ella continuó rechanzándolo.
Cuando llegó diciembre, se encontró el cuerpo de Karen en el Hotel y Villas Pasadena en Avenida Revolución. Kenni había escuchado al Pozole decir que iba a extorsionar a Karen, pero cuando ella vio la noticia, estaba casi segura de quién había sido el asesino.
"Él la mató (El Pozole), en el mismo Pasadena; le dio un tiro y me llamó, cuando nadie más sabía. Me dijo: ‘mira, maté a Karen'… ¡Ese hombre acababa de matar a Karen y me va a matar a mí! Ese tipo no le presta atención a la cámara; no le importan los policías, no cree en nadie".
Poco después, Brayan la volvió a buscar diciéndole que la quería ver y ante la negativa, le dió otra amenaza. “Las maté a todas. Bueno, sólo es tu aviso. Ese es mi primer objetivo que te había dicho. Ahorita sí, agárrese. Que en Oxxo donde la vea mal parada, la mato”
Ella sabía que la iban a matar, grabó videos y audios en los que señala las amenazas de su ex-pareja cada que tenía miedo.
Pero el 24 de febrero, decidió ignorar sus temores y salir a un festival de música electrónica. En algún momento, perdió contacto con sus amigos, quienes pensaron que no tenía señal.
A la mañana siguiente, Kenni ya estaba muy lejos de esta vida. Y su cara de porcelana, aquella que le causaba orgullo, no existía más.
Más que una
Kenni es la sexta escort asesinada en el último año. Ninguna tenía más de 30 años y, como en el caso de Finol, trabajaban para apoyar a sus familias. Y al menos tres de estos seis casos se pueden vincular:
Encontraron el cuerpo de la argentina Karen Grodziñisk el 28 de diciembre del año pasado. Conocida del “El Pozole”, quien de acuerdo al testimonio de Kenni, él mató. En un principio, la Produraduría de Justicia de la CDMX culpó a Axel Arenas, quien tuvo que comprobar que se encontraba fuera del país para ser exonerado y después demandó a la PGJ por daño moral. Por su parte, la PGJ, a pesar de reconocer que el asesino no había sido un cliente sino un conocido, no ha reportado más sobre la investigación.
- El caso de Andreína Escalona es probablemente el más distante pero no menos importante. La asesinaron junto con un cliente mientras salían de un antro en el estado de Nuevo León. En este caso tampoco se ha culpado a nadie.
- Génesis Uliannys Gibson desapareció en Puebla al ir con un cliente al motel Punta Palmas. La encontraron el 17 noviembre del 2017 en la delegación Venustiano Carranza, apuñalada y asfixiada. La persona que reportó su desaparición fue Karen Grodziñisk, con quien había vivido en la colonia Nápoles. Génesis era venezolana, como Kenni, y pertenecía también al portal zonadivas.com.
- Katya, la única mexicana y cuyo apellido no se menciona por cuestiones legales de la investigación, la encontraron muerta el 13 abril del 2017, en la colonia Roma en el Hotel Estadio. También en su caso, había muestras de tortura. La PGJ dijo que rastreaba a un sujeto de 40-45 años, alto y robusto al que vinculaban con el asesinato de Wendy Vaneska.
Wendy Vaneska, también venezolana y la primera escort de este listado, murió a principios de febrero del 2017. Encontraron su cuerpo en el Hotel Príncipe Escandón con una bala en la cabeza.
Investigaciones incompletas
De estos seis casos, no hay uno completo.
En el caso de Karen, las autoridades detuvieron por error a un actor y permitieron que su esposo, un comerciante de Tepito, enterrara su cuerpo sin que pudieran llegar la familia Grodziñisk de Argentina ni se completaran los estudios periciales.
Los casos de Wendy, Katya, Génesis y Kenni no van mejor. De acuerdo al procurador general de Justicia de la CDMX, Edmundo Garrido, ninguna línea de investigación se ha agotado: “todavía están abiertas todas.”
Por el momento, el feminicidio y testimonio de Kenni ha permitido que las investigaciones continúen... Pero, la pregunta es, ¿hasta dónde?
Se ha hablado en las investigaciones de tráfico de personas, de cárteles y de asesinos seriales.
Sin embargo, no hay una respuesta clara por parte de las autoridades.
El portal zonadivas.com continua operando con normalidad, al igual que las calles de Tepito por donde Kenni y Karen caminaban. Muchas caras bonitas ofreciendo su compañía. La vitrina/pantalla las hace parecer distantes. Sin embargo, estas muñecas no son objeto. Valen lo que en una vida no se podrá pagar.
