La primera vez de Badbadnotgood en CDMX: ¡un sueño hecho realidad!
Badbadnotgood lleva años arrasando con la crítica. Dejando sin aliento a cualquiera que tiene la fortuna de verlos en vivo o que simplemente tiene el placer de escuchar en paz su joven e innovador material. Y es que estos pródigos del jazz —rechazados por sus maestros de la Humber College en Toronto—, han encontrado su camino al estrellato al seguir sus propios instintos, y vaya que han triunfado.
En 2016, un no tan famoso cuarteto entonces, se presentó a las 14:00 horas en el escenario principal del Carnaval de Bahidorá, siendo una de las primeras bandas en tocar, reuniendo a sus fieles seguidores y unos cuantos chismosos que seguramente se llevaron un abrazo auditivo. Meses después lanzaron su aclamado IV, abriéndose nuevas fronteras y catapultando su carrera a la décima potencia.
Hasta esta primer semana de octubre, miles de adeptos rezaban, lloraban y suplicaban por el regreso de los canadienses al país y por fin se cumplió el tan esperado deseo.
Con dos presentaciones en Guadalajara —agotadas a los dos días del lanzamiento de boletaje— y con su participación como uno de los headliners de la primera edición del festival Sónar en México, te contamos cómo estuvo el show de bbng en la CDMX.
Fotos: David Segundo
El cuarteto de Toronto
Recordemos que estamos hablando de cuatro amigos de conservatorio. Dicho esto es innegable que tienen un talento inigualable, desde la preparación de sus instrumentos te percatas de que van en serio y es que cada uno de sus elementos es fundamental en el ensamble. A las 21:00 horas en punto, el escenario principal estaba concurrido, era una combinación de fanáticos y un público expectante por conocer qué es lo que emocionaba tanto a quienes se intentaban abrir camino para acercarse más al escenario pero cuando el bbng comenzó a tocar muchas de esas personas —esperando música que los pusiera a bailar—, optaron por salirse y dar el paso a esos adeptos que lo único que querían era un mejor lugar para ver de cerca a sus ídolos reuniendo a un pequeño pero atento público a su presentación.
Ya se sospechaba que el tecladista Matthew A. Tavares no se presentaría en esta ocasión. En 2017 despegó su proyecto solista Matty, con el lanzamiento de su debut Déjàvu además de continuar con sus labores de productor y su nueva banda Homer que también tiene nuevo material. Sin embargo, Matty anunció hace un par de días a través de su cuenta de Instagram el comunicado oficial de su salida de badbadnotgood dando paso a su nuevo tecladista James Hill.
Su presentación fue corta pero contundente, con tan solo una hora en el reloj comenzaron su show con “And That Too”, rola que abre el IV, mientras la mezclaban por momentos con “Triangle”. Para sorpresa de todos, la segunda canción es nuevo material, presentada por Alexander como “the new shit”, dejando aún más el recuerdo de su presentación en nuestra memoria y en espera por conocer el título de este nuevo sencillo y su lanzamiento oficial. Continuaron con “Speaking Gently”, uno de sus sencillos más conocidos, “In Your Eyes” en colaboración con Charlotte Day Wilson —querida amiga suya del conservatorio—, que viajó a México solo para su presentación en el Sónar al no presentarse en las fechas de Guadalajara. Terminaron con “Lavender”, seguida de “CS60”, canción con la que acostumbran cerrar todos sus shows.
Las rolas están ligadas entre sí por la batuta de Alexander en la batería para que la audiencia asiente lo que acaba de presenciar y escuchar a través estos puentes sonoros donde además crea una conversación con el público, haciendo una presentación enormemente disfrutable y amena en compañía de coloridos visuales que brindan una sensación de bienestar.
El bbng es un proyecto innovador, sin embargo, existe la opinión de que no era un acto adecuado para el Sónar, con la cual concuerdo. Por supuesto que es un acto que transgrede sonidos y géneros y el Sónar siempre se ha defendido como un espacio para la música “de avanzada” pero debieron presentarse en solitario como lo hicieron en Guadalajara por varias razones.
La primera es que hubo un grupo de asistentes que solamente compraron su boleto del festival para verles o que se perdieron su presentación por el costo del mismo por el famoso rocktubre, por otro lado, el público que no estaba interesado en su presentación fue irrespetuosa y cuando la banda pidió que todos se sentaran para explotar su última canción, más de la mitad del público los ignoró y les chifló porque “se tardaron mucho” para quienes iban de curiosos al festival en busca de una fiesta interminable. El audio tampoco fue lo mejor. La configuración del escenario tenía los bajos y baterías altísimos, configurado para una presentación de música electrónica, lo que ahogaba el resto de los instrumentos y no permitió que sonora a la perfección, creando una queja colectiva a través de twitter.
En conclusión, badbadnotgood es un acto inigualable, casi perfecto, pero definitivamente quedamos en espera de un regreso próximo, con una fecha en solitario donde los verdaderos fans puedan disfrutar plenamente de su show o dentro de un festival más ad hoc.