La película de la semana: Buena suerte Leo Grande
Contada a partir de una serie de encuentros en un cuarto de hotel, entre una profesora viuda de 55 años y un joven trabajador sexual al que contrata para experimentar lo que no conoció en su rutinario matrimonio, Buena suerte Leo Grande irrumpió con fuerza en los festivales de cine de Sundance y Berlín para sacudir la representación convencional del desnudo femenino en el cine.
Retrato poderoso que trasciende la idea del empoderamiento femenino y reflexiona sobre quiénes somos y cómo nos vemos cuando la ropa y los prejuicios dejan de escondernos. La cinta es, también, una extraordinaria oportunidad de ver a una actriz inmensa como Emma Thompson demostrando lo que el oficio y el talento son capaces de conseguir a partir de un guion sólido. Frente a ella, y sin desmerecer en lo absoluto en el duelo de actuación, Daryl McCormack le da réplica y hace verosímil el relato.
¿Qué significa ser respetable en la sociedad contemporánea? ¿Cuáles son los límites reales que nos imponen el pudor y la corrección política en cuanto a experimentar libremente la sexualidad? ¿Qué tanto conocemos, queremos y aceptamos nuestros propios cuerpos?
De eso y más habla el séptimo largometraje como directora de la también productora y guionista australiana de cine y televisión Sophie Hyde que, a través de una premisa inteligente y una mirada íntima y cercana, consigue entretener y cuestionar al mismo tiempo.
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Más allá del porno, la moda, las fantasías capitalistas y los modelos de belleza impuestos por el canon están las personas de carne y hueso. Los ciudadanos de a pie que, tras atreverse a mirarse al espejo, enfrentan el mayor de los retos que nos impone el mundo en el que vivimos: reconocernos y aceptarnos como en verdad somos.
Una agradable sorpresa en la cartelera que nos recuerda que, detrás de lo que puede parecer una comedia más, simplona e intrascendente, se esconde una brillante reflexión sobre la dictadura del like que merece la pena ser descubierta.
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