El martes 27 de septiembre de 2017 se cumplieron tres años de la desaparición forzada de cuarenta y tres alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. La marcha fue silenciosa en solidaridad con las víctimas del terremoto del 19 de septiembre de 2017, un contexto dónde nuevamente se vieron las consecuencias de un aparato de gobierno corrupto. A tres años de la masacre todavía no existen respuesta concretas. Los padres de familia de los desaparecidos abogan por la justicia tras la tragedia, ya que sigue siendo un crimen sin castigo para los responsables. La sinergía ciudadana que ocurrió después del terremoto, debe mantenerse en la Ciudad de México para que se castigue a los responsables (Constructoras, INVEA, Instituto de Verificación Administrativa, delegados y jefe de gobierno) y las muertes no solo sirvan de melancólica estadística.