[Extracto] El nostálgico elixir de Justice en 'Woman'

El encuentro con lo antiguo resulta atractivo para algunos. En el caso de Justice, la música disco de los años setenta es el elixir que le da vida al dueto francés.

Woman es una reliquia creada con piezas de la esencia que dejaron François de Roubaix y  Serge Gainsbourg, precursores de la oleada french house que se comercializó con Daft Punk y otras bandas de su generación como Breakbot, de la misma casa productora: Ed Banger Records.

La música disco y su deconstrucción en diferentes géneros de la electrónica llegó en la década de los ochenta y germinó en los años dosmil. En 2007, sitios web de descarga de música como Napster y LimeWire, mostraban a “D.A.N.C.E”, éxito del álbum debut de Justice, Cross (Ed Banger Records), como una de sus canciones más populares. Otros temas como “Waters of Nazareth”, del mismo álbum, fungieron como un contenedor de su esencia pura: el estilo francés de la discoteca que muestra una mística eclesiástica a través del sonido monumental del órgano.

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Este fue el escenario perfecto para el dúo, que en su espectáculo, monta una cruz al frente de sus tornamesas para mostrar su espíritu sacro, donde los sintetizadores taladrantes conectan con un público amante del género, que retorna a las raíces del euro dance. La misma cruz ahora se viste con surrealismo en la portada de su tercer álbum, inspirada en una fotografía de Instagram del multipremiado chef David Zilber, que captura un recipiente en el que los residuos de aceite de un platillo de Turbot, pescado originario del mediterraneo, reflejan la influencia de lo brillante de una bola disco, con la finura de sus colores luminosos.

Infusing søl oil.

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Woman es un lugar donde el sacrosanto sonido de los bajos slapeados y los coros angelicales, inundan el suelo con un líquido plata que provoca ese involuntario movimiento de los pies y los hombros, proveniente de la música disco que nació con Giorgio Moroder en los ‘70. La London Contemporary Orchestra, hace la simbiosis entre los sintetizadores con los arreglos de cuerda sinfónicos, donde el juego entre lo electrónico y lo acústico, reafirman el sello personal de Justice, inmerso en su segundo álbum Audio, Video, Disco de 2011.

El primer sencillo de la nueva producción “Safe And Sound”, muestra el corazón de la obra nostálgica con un preludio solemne de una melodía coral que navega en un ritmo funky. “Pleasure”, “Fire” y “Stop” resaltan en su composición los arreglos corales que son una reminiscencia de Earth Wind & Fire y KC and The Sunshine Band.  

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La irónica voz pop de Morgan Phalen, de la banda de hard rock Diamond Nights, colabora en “Pleasure” y el segundo sencillo “Randy”, que reafirma las bases pop en las melodías vocales de la banda. “Alakazam!” es el tercer single que figura como un hechizo incendiario. Las primeras notas de un loop sintetizado le dan paso a una línea de bajo hipnotizante; el elemento más dañino en la sustancia plateada, que es perfecta para adentrarse un baile sin sentido.  

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“Heavy Metal” es un track lúgubre que transita por las venas del cierre del álbum. “Love S.O.S” y “Close Call” son el postludio que concluye el material con una melodía de notas germinadas en un sólo teclado.  Justice no muestra nada nuevo en Woman, pero no en el mal sentido; más bien es un tributo a sus influencias y raíces. A pesar de esto, la nostalgia que emerge de la calidad de su sonido, es la apuesta del dueto para fusionar su personalidad con lo antiguo, con aquello que los inspiró a crear música.

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