Texto de Adrián Blanco, locutor del programa Tiradero Santa Fe.Fotografía de Rodrigo Arce.
Desde hace cuatro años el Festival Marvin me ha parecido de asistencia obligada dentro de los diferentes eventos que ocurren anualmente. Más allá de los buenos proyectos musicales que se han presentado, algo que es factor para que este festival sea único, es el formato y el lugar en el que ocurre. En el interior del circuito Roma-Condesa se pueden encontrar todo tipo de comercios, desde bares hasta tienditas y tacos callejeros, con eso todos podemos disfrutar del festival de la forma que se nos antoje.
Si quieres ir a perder un buen rato en un local para esperar una chapata que te va a costar más o menos lo que costó tu boleto del Marvin, lo puedes hacer, también puedes comerte una sopa instantánea y tomarte un refresco en la banqueta de un 7 Eleven. Es lo maravilloso de esta fecha, cada quien es libre de moverse a donde quiera y realmente no existe un backstage que haga una clasificación evidente entre toda la gente que se da cita, con mucha suerte igual y hasta te topas a cualquier banda comiendo en un puesto tacos. Se podría decir que todos somos iguales hasta el punto en el que te piden pulsera de “after” para entrar al Covadonga. Antes de eso, todo bien.
Por la zona es comprensible que mucha gente piense que este Festival es digno de unas buenas menciones en “Humans of La Roma”, la verdad tienen razón. Sin embargo la curaduría musical es tan diversa que también atrae a otro tipo de personas que no consideran a la Roma o la Condesa como su hábitat natural.
El pasado sábado me tocó vivir una edición más del Marvin. Así como cualquier evento de múltiples escenarios, pueden existir diferentes interpretaciones de lo sucedido, de hecho seguramente hay mucha gente con la que no coincidí en ningún momento pero que al final asistió al mismo evento. No estoy seguro si mi ruta fue la mejor o la peor, si elegí un buen lugar para comer o si perdí mucho el tiempo. Aún así, a continuación les compartiré mi experiencia en el Marvin.
Aproximadamente a la 1:30 PM bajé del transporte público, la ruta de camiones Prepa 5-Chapultepec que me dejó en Avenida Nuevo León, de ahí me dirigí al primer punto de transmisión de Ibero 90.9, un café que está a un costado del Parque España. Me hubiera gustado comenzar a ver bandas desde esa hora pero aún tenía que esperar por mi acreditación y hacer la transmisión especial de la “Tiradería Roma Condesa” (Tiradero Santa Fe) desde las Pizzas del Perro Negro.
Después de algunas entrevistas y buenas bromas, el equipo del Tiradero Santa Fe y más amigos por fin pudimos presenciar nuestro primer acto del día. A las 4:15 en el Foro Bizarro tocaban Los Plastic Pinks, una banda de Miami con integrantes puertorriqueños que comenzaba con las grandes dosis de garage con las que posteriormente continuaría este festival.
A pesar de que muchos en el público parecían estar topando por primera vez, su reacción era positiva. La crudeza de esta banda provocó muchos intentos de slam entre nosotros y otros miembros del público, aunque realmente sólo parecíamos cuatro personas increíblemente emocionadas. La euforia de los integrantes y la emoción que transmitían al público también es algo para destacar, siempre me ha gustado que la banda baje del escenario a tocar a nivel de piso o simplemente a divertirse con su público, eso es algo que celebro de los Plastic Pinks y de su frontman, quien saltó del escenario para disfrutar un rato con nosotros.
Afortunadamente para mi, eso de las bandas a nivel de piso me pasaría más de una vez en este día. Para el final de la presentación, el fotógrafo encargado de ilustrar esta crónica me preguntó por la banda, según él, le gustaron mucho.
Tras haber visto una gran demostración por parte de los Plastic Pinks, llega ese momento en un festival en el que realmente no hay nada específico que quieras ver, la siguiente banda de mi lista comenzaba hasta dentro de una hora, así que decidimos ir por algo de tomar y luego dar una vuelta por el escenario Parque España. Mientras estábamos en los alrededores, se escuchaba a lo lejos un rock and roll clásico, algo que para Rocko–mi compañero del Tiradero Santa Fe– sonaba como el Three Souls in my Mind. Lamentablemente cuando nos acercamos no estaba Alex Lora en el escenario, se trataba de Los Monstruos del Espacio Exterior, quienes sincronizaron muy bien con nosotros para dejar de tocar justo en el momento en el que pisamos el parque.
Se supone que la Big Big Love comenzaba a las 5:55 en este mismo escenario y teníamos tiempo de sobra para esperarlos. Con lo que no contábamos es que todos los actos del Parque España estaban retrasados, así que después de haber esperado por la BBL, sorpresivamente unos mariachis subieron al escenario junto a Dani Bander. Al parecer ninguno de nosotros estaba de humor para escuchar mariachi, lo mejor que podíamos hacer en ese momento era tomar alguna ruta del Festival para llegar a tiempo a la siguiente banda de la lista.
Los destinos eran divididos, algunos querían ver a Los Black Lips y otro –como yo–, a Touché Amoré. Aunque yo jamás puse en duda mi asistencia a Touché, la verdad si me quedaba un poco con la inquietud de no haber ido a Los Black Lips. Olvidé por completo esa sensación al llegar al Cinespacio y ver que una gran cantidad de gente se encontraba a la espera de la banda californiana de post hardcore, la familia estaba reunida. Tal vez no sé los nombres de todos los que estaban ahí, lo que sé es que muchos de ellos siempre están presentes en diferentes tocadas, suele ser agradable ver esas caras conocidas.
"...una gran cantidad de gente se encontraba a la espera de la banda californiana de post hardcore (Touché Amoré), la familia estaba reunida. Tal vez no sé los nombres de todos los que estaban ahí, lo que sé es que muchos de ellos siempre están presentes en diferentes tocadas, suele ser agradable ver esas caras conocidas"
Para cuando pudimos acceder al Cinespacio, Jeremy Bolm y compañía ya estaban probando el sonido del lugar. La emoción y la ansiedad era intensa, estábamos a punto de ver algo que habíamos esperado durante mucho tiempo. Para comenzar, Rocko y yo optamos por pararnos en la parte de atrás del escenario y esperar a ver como reaccionaba la gente. La música comenzó y cuando Jeremy se acercó al micrófono para cantar las primeras estrofas de “Flowers and You”, yo ya había sido empujado hasta en frente con un baño de cerveza incluído. Nada importó durante una hora, lo que hizo Touché Amoré en el Cinespacio jamás se me va a olvidar.
Rola tras rola de gente entregada y una presencia imponente de los integrantes de la banda. Fue una conexión que perduró durante toda la presentación. Esto es lo que hasta ahora me había faltado en el Festival Marvin de este año, una locura total llena de golpes, codazos y mucho crowdsurfing, tenía expectativas muy altas para este show y aún así no se comparan con lo que viví. El combo compuesto por “Palm Dreams”, “Home Away From Here”, “Harbor” y “Rapture”, fue en definitiva un derroche de energía que por momentos parecía inagotable, sin duda una de las postales que vivirán en mi memoria es toda la gente gritando “Like a wave, Like the rapture, Something you love is gone”. Para cerrar con broche de oro esta tarde inolvidable, Jeremy bajó del escenario y cantó “Honest Sleep” en compañía de todos los asistentes. Aún tengo dolor en el cuerpo y muchos moretones, cortesía de la respuesta desenfrenada que tuvieron los californianos. Me atrevo a decir que esto es de lo mejor que he visto en lo que va del año.
Con un cansancio impresionante, lo único que nos quedaba era hidratarnos bien y sentarnos un rato a escuchar las canciones de AJ Dávila desde afuera del Cinespacio. La idea original era ir a ver un rato a Television y luego regresar al Cinespacio para Boom Boom Kid, sin embargo Rocko había olvidado su boleto y yo decidí donar el mío a un alma necesitada. La verdad sólo íbamos a poder ver como veinte minutos del show de Television y por tan poco tiempo no valía la pena abandonar a un hermano, mejor relajarse un rato y llegar desde temprano a Boom Boom Kid. Como teníamos algo de tiempo de sobra, me pareció interesante ir a ver lo que sucedía con Say Ocean en el Foro Bizarro, pues como dice Marino de Chingadazo de Kung Fu, ellos son los One Direction del punk rock mexicano.
"...me pareció interesante ir a ver lo que sucedía con Say Ocean en el Foro Bizarro, pues como dice Marino de Chingadazo de Kung Fu, ellos son los One Direction del punk rock mexicano"
Más temprano ellos tuvieron una firma de autógrafos y se veía mucha gente, por lo que yo esperaba que el venue estuviera abarrotado. Aunque sí había gente, no era la cantidad que esperaba, tal vez todo esto tiene que ver con que necesitas ser mayor de edad para entrar al Bizarro. Los originarios de Guadalajara cerraron su presentación con “8123” y uno de sus vocalistas popularmente conocido como “Piña” también bajó del escenario para cantar junto con el público. Poco a poco el Festival Marvin comenzaba a acabarse y a nosotros nos faltaba asistir al cierre de los dos escenarios en los que nos mantuvimos durante casi todo el dia, primero el Cinespacio y luego el Foro Bizarro.
Con mucha emoción y energía repuesta, llegamos al cierre del Cinespacio para ver a la leyenda del punk argentino Boom Boom Kid comandados por Nekro, una de las sorpresas de la noche fue que dentro de la banda estaban tocando Lenin de Gula y Manguera de AXPI, ambas bandas con ya muchos años en la escena del punk y del hardcore mexicano. Aunque lo de Boom Boom Kid ya era de esperarse, siempre cae muy bien ver los desplantes de Nekro en el escenario y armar un buen slam al ritmo de “Déjame ser parte de esta locura”, “I Do” o “Brick by Brick”. Aunque Nekro no bajó propiamente a cantar a nivel de piso, aprovechó un par de veces para usar una funda rígida de guitarra como tabla de surf y pasearse por encima del público, la presentación terminó cuando la gente lo cargó hasta la calle.
Ahora había que ir por última vez al Bizarro para ver el regreso de Joliette después de una de sus maratónicas giras por Europa. De todas las bandas que se han mencionado aquí, Joliette es la que más veces he tenido oportunidad de ver, y es por eso mismo que agradezco el set que se aventaron. Normalmente los originarios de Puebla nos habían acostumbrado a escuchar únicamente las rolas de su más reciente producción Atáxico, por lo que fue muy agradable saber que por esta única ocasión se harían complacencias. Es así como después de mucho tiempo, pude volver a escuchar temas como “Están Felices” y “Todos Odian”. Lo que más gusto me dio, fue la presencia de Jeremy Bolm de Touché Amoré en el público, que bueno que asistió a ver a esta gran banda.
"...Paramos a comer en un puesto de lámina en la esquina de Álvaro Obregón e Insurgentes, para nuestra fortuna Jeremy Bolm se encontraba comiendo en un puesto justo enfrente, tras no haber podido hablar con él durante el show de Joliette, esta era la ocasión perfecta para abrazarlo y agradecer el gran momento que nos regaló por la tarde, él prometió que regresará muy pronto a tierra mexicana"
Ya con mucho desgaste acumulado, la idea de pasar a cenar e ir al Covadonga sonaba muy tentadora. Paramos a comer en un puesto de lámina en la esquina de Álvaro Obregón e Insurgentes, para nuestra fortuna Jeremy Bolm se encontraba comiendo en un puesto justo enfrente, tras no haber podido hablar con él durante el show de Joliette, esta era la ocasión perfecta para abrazarlo y agradecer el gran momento que nos regaló por la tarde, él prometió que regresará muy pronto a tierra mexicana y yo no quepo de la emoción. Por desgracia para cerrar la noche nos tuvimos que enfrentar con el eterno problema de la multitud en las puertas del Covadonga, el desgaste era tanto que no me dieron ganas de ingresar, de hecho ahora que lo pienso, todo mi Festival Marvin sucedió en el Cinespacio y en el Bizarro. No necesité de los “headliners” y aún así la pasé increíble. Espero que el Marvin siga trayendo bandas para todos los gustos, por allá nos veremos en 2018.