Después de tres exitosas noches de concierto en el Auditorio Nacional, tan pronto el reloj marcó las 8:40 de la noche del domingo 6 de agosto, el cuarteto sateluco comenzó con los primeros acordes de “María” para arrancar la última fecha de Un Segundo, Concierto Acústico, la manera ideal para festejar 34 años de existencia de Café Tacvba con un público que agotó la taquilla de las 4 fechas.

Sabemos bien que realizar una producción bajo el concepto de desconectado, requiere muchas más manos y más instrumentos que hagan evolucionar a las canciones en una experiencia diferente pero enriquecida, tanto en staff como en los instrumentos y vaya que Rubén, Meme, Joselo y Quique sumaron al escenario a grandes ejecutantes para cumplir esta expectativa.

El primer bloque de canciones, después de la coreable por excelencia “María”, enfiló los temas “Diente De León”, “Trópico D Cáncer”, “El Metro”, “El Ciclón” y Bar Tacuba”, “Las Flores” y para terminar el primer capítulo “La Chica Banda” que vino seguida de una pausa que sirvió para introducir a los primeros acompañantes de la noche, Los Bronces, una banda de aliento originaria de Oaxaca quienes le pusieron todo el sabor a un siguiente bloque un poco más corto de tres canciones. Aquí Rubén aprovechó para compartir una de sus habituales reflexiones en esta ocasión dedicada al agua y lo valiosa que es para generar vida y para que podamos tener alimentos y dar pié al tema “Olita Del Altamar” y después seguir con una tuba que anunció el baile de “El Futuro”.

Los bien uniformados Bronces abandonan el escenario para este momento y se reveló un tramo más del escenario para recibir en la tarima del Auditorio a una orquesta, que de igual manera asistieron uniformados con playeras de pechos femeninos que impresas en blanco y negro, una prenda que también abundaba entre el público y que se pòrtaba con orgullo y que quizás la banda lo pensó como una alternativa al “Chichis pa la banda” que antes y quizás todavía en estos tiempos se llega a corear en los conciertos. La playera ya la habíamos portada por Rubén desde el unplugged grabado en 1995 y lanzado en 2005 y en el de 2019. La orquesta dirigida por el maestro Mario Sánchez inició su participación coloreando el tema “El Aparato” y de ahí ya no perdieron sus lugares hasta casi el final del concierto.

Por supuesto que no podía faltar el tradicional agarre de mano entre “Las Batallas” y “Rarotonga”, una dinámica que ocurre desde el Unplugged anterior, el concierto en el Palacio de los Deportes “Un Viaje” por el aniversario 15 de la banda así como en las múltiples presentaciones de los Tacvbos en el Vive Latino. La primera de estas dos fue dedicada por Rubén a las infancias que se veían entre la audiencia y celebró el hecho de que quizás ese fue el primero o uno de los primeros conciertos de rock de estos pequeños.

Baile alegre con canciones como “Volver a Comenzar”, “El Outsider”, “El Puñal Y El Corazón”, coros llenos de sentimiento con “Esa Noche”, “Eres” y “Medio Día” lograron el balance perfecto entre todo lo que significa Café Tacvba y dejan claro que todo lo que han logrado en más de tres años de carrera lo tienen bien merecido, una exploración de géneros que van de bossa nova, cumbia, salsa, jarocho, pop, balada y por supuesto el rock que se respira en la actitud de estos grandes músicos.

Cuando por fin llegó “El Baile Y el Salón”, Rubén cantó en una segunda voz más baja a la grabación original dejando que fuera el público quien cantara la primera voz a todo pulmón y regalándoles el protagonismo del momento, pues cada silencio que se daba entre canciones el auditorio se unía con las clásico “Paparupapa Eu Eo”.

Esta parecía ser la última canción de la noche pero la banda sorprendió con un segundo encore y con una distribución de ellos en el escenario distinta y que es usada dentro del mucho del folklore jarocho lo que ya anunciaba que el tema por venir era “Ojalá Que Llueva Café” y para este número aparecieron Iván y Anibal, conocidos como el Dúo León Huasteco y quienes tocaron de una manera impecable este tema que puso a zapatear hasta al que no le sabe y a intentar esos difíciles y hermosos falsetes. Anibal cumplió 15 años ese mismo 6 de agosto por lo que la manera de agradecerle por su participación y su música fue cantando todos los presentes las mañanitas y así clausurar la última fecha de este segundo concierto acústico del Café Tacvba quienes aventaron flores al público mientras decían adiós, esperamos que el adiós no dure demasiado y que al cuarteto sateluco le queden muchos aniversarios más por celebrar.