Festival Sonár, celebrando 30 años de cultura creativa y de música avanzada
El hedonismo del tecno-pop
En todo residual de la cultura rave, sean sus festivales de música o de verano, los conciertos masivos, actos en vivo, performances y demás tipo de actividades, los espacios muestran la creatividad, proyectando la alegría y la euforia humana. Existe un lado “b” en esta cultura que tiene que ver con la alteración de frecuencias, el consumismo y la enajenación de las masas a través muchas veces de un recurso que parece sutil pero que es muy poderoso: el hedonismo.
Una alienación que no deja de sorprender, el adormecimiento de las conciencias y voluntades en pleno s. xxi, después de un largo periodo de luchas por la libertad en el mundo. Alienación que permea el comportamiento de las sociedades posmodernas actuales. La imparable tendencia por la búsqueda inmediata e ilimitada del placer y la satisfacción de los sentidos, como ya lo había anunciado Guy Débord en su crítica a la sociedad del espectáculo. Es entendible que el no saber si habrá o no un futuro implica una gran incertidumbre para la razón humana. Un querer vivir como si no hubiera mañana. Esto sumado, me parece importante decirlo, a un ambiente de tendencia de políticas de derecha en la España actual, incluyendo a Catalunya, que no pueden ser el mejor panorama. Recordemos que el sector cultural ha sido muy castigado durante la pandemia, que los nacionalismos son siempre peligrosos y que no estamos tan alejados del fascismo históricamente hablando.
Festival Sónar, con más de 120 mil asistentes en esta última edición, se ha convertido en uno de los rituales imprescindibles para los amantes, creadores y curiosos del arte actual, de la música electrónica, propuestas audiovisuales y tecnologías de vanguardia. Mismas que se comparten entre una multitud de asistentes que también se reúnen para celebrar una vez al año la experiencia de un festival de tal magnitud. El Festival Sónar cumplió con esta edición 30 años. Se planea con más de 365 días de antelación para que los tres días de esta celebración con sus 72 horas vayan a ritmo de 24/3 (24 horas x 3 días consecutivos sin parar). Es un maratón continuo, en el que la inmensa oferta creativa se extiende por la ciudad europea del modernismo como movimiento cultural por excelencia, Barcelona.
Con actividades que se realizan en más de dos recintos principales (De la Fira de Montjuic en Plaza España a la Fira Gran Via en L´Hospitalet). Esto abarca las actividades del Sónar de Día y Sónar de Noche, con más de cuatro escenarios simultáneos en cada recinto. Cuya reverberación se vive por toda la ciudad de Barcelona, con actividades paralelas que aprovechan el gran espectro de artistas que llegan a la ciudad a propósito de este festival. Mismo que comenzó hace años bajo el nombre de Festival de Músicas Avanzadas y se realizaba en una de las explanadas cercanas a la Universidad de Barcelona poco a poco fue ganando público (de 6 mil asistentes a 120 mil) y espacio por la ciudad, así como renombre mundial.
En el Festival Sónar, durante estos tres maratónicos días hay actividades variopintas: actos escénicos, dj´s, conciertos con bandas en vivo, digitales, consolas de todo tipo, escuelas de música, conferencias, aplicación de tecnologías experimentales y de vanguardia. Este año llamó mucho mi atención la utilización de la IA (artificial intelligence) en numerosos proyectos, incluyendo la pieza de homenaje de los 30 años del Sónar realizada por el artista Fennesz. Charlas y masterclasses con los artistas, como Elijah y otros más, entre los cuales en nombre del efecto dub, fue un gusto poder platicar con Kode9, fundador del sello de Hyperdub (2004). Les sugiero que para escucharla estén atentos a la programación del #efxdub.
Imagínense la magnitud de este festival, es una verdadera navegación sonora, cada recinto (de la Fira a Gran Via) cuenta con más de cuatro escenarios diferentes y simultáneos. Grandes artistas con oferta para todos los gustos. Escuché incluso algo de reggaetton con Bad Gyal cuyo acto mostró un público fan de su música, que conoce sus canciones y esperaban ese momento para bailar entre abanicos y poppers, un poco de perreo. Pasando del dembow al trap en el sandungeo. En contraste, la noche del viernes el escenario principal estuvo a cargo de Aphex Twin, una de las figuras más intrigantes de la música electrónica y sin duda del idm (intelligent dance music) como contrapostura a la ola naive del edm como propuesta.
El acto fue uno de los más esperados, gente de todas partes del mundo nos reunimos para escuchar a uno de los Daddys de la electrónica inteligente, quién llevaba varios años sin pisar un escenario. ¿Recuerdas esa tenebrosa voz que decía: Comme to Daddy? (1997), o sus experimentaciones en Drukqs con esos cuts por ahí del cruce de milenio (Warp, 2001). Minimal tecno y breakbeats “machados” a lo bizarro, experimental, inteligente. Con un poder atrayente e hipnotizante en su acto, Aphex Twin fue el parteaguas para muchas generaciones que actualmente escuchamos esta música. Verlo en vivo fue, para muchos, todo una experiencia y un homenaje. Sin duda un viaje intensivo de breaks psicodélicos.
El line up, es inmenso, pero debo mencionarles a Daito Manabe con los visuales de Nosaj Thing, a la reina Little Simz con un acto de hip hop contemporáneo con líricas ardientes que pusieron a cantar y a bailar a toda la gente. Personalmente la transición a capella de unos versos no agresivos, sino de amor propio y confianza como “MF* your earn this” hacia “Point and Kill”, fue para mi gusto, uno de los momentos más geniales del Festival. Cardopusher Fennesz (con la pieza de homenaje a los 30 años del festival con su conocido ambient bastante glitcheado, en una pieza silenciosa donde cada quien entraba con audífonos a ver una proyección hecha con IA). Dj Marky quien nos puso a bailar los clásicos de su drum and bass carioca hasta el amanecer del sábado junto a MC GQ, uno de los momentos más enérgicos del dancefloor con jungle, breakbeats y bastante hiphop. Fever Ray con una voz singular quien presentó un acto de aires medio misteriosos, un tanto gótico y teatral de electropop experimental.
Richie Hawtin, con esas subidas y bajadas en un 4/4 progresivo. Honey Dijon nos compartió un poco de miel de su honeyversus. El dúo favorito de Belfast, Bicep incendiaron el escenario principal con su tecno y la propuesta visual. Ikonika, Mahawk, el tech house de Eryk Prydz, Dj Ez, Solomun, 2manydjs, Black Coffee, The Blessed Madonna, Max Cooper, Samantha Hudson, La Zowi, Marina Herlop, artista ya confirmada para la edición MutekMx de este año. Una lista de artistas que son líderes y vanguardia en la escena musical electrónica actual.
Por último, menciono el versus de Scherelle y Kode9, quienes mostraron la evolución de los breaks beats hacia el footwork, una mezcla entre Bristol y Chicago directo para el dancefloor. Kode9 presentó el jueves de inauguración su última pieza “Escapology”, en contraposición al término escapism, que elude precisamente al hedonismo naive que se vive en este tipo de espectáculos y como crítica al nihilismo posmoderno de las sociedades actuales. El hedonismo del tecno pop. La sociedad del espectáculo como lo denominaron aquel grupo de situacionistas en el siglo pasado. “Escapology” es una pieza que presentó también en México hace unos meses, ¿tuviste oportunidad de verla?.
Festival Sónar es una experiencia innombrable. Abarca todos los contenidos imaginables relacionados a la cultura tecno, a los artistas audiovisuales, a la música bailable, a la cultura del club y al djing. Finalmente, a la música electrónica de avanzada en todo su espectro.
Me preguntan con qué me quedo de este tipo de experiencia, sin duda contesto que con el asombro ante este tipo de eventos que me pone a pensar mucho en la necesidad de organización, conjunción y nunca la división para lograr grandes cosas. La motivación para poderlas repetir, y hacerlo no una, tres, cinco sino treinta veces, marca una pauta en la historia, diurna y nocturna, de la ciudad que nunca duerme, Barcelona.
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