Una pregunta subjetiva que por su naturaleza no pretende afirmar tajantemente, sino hacer un recorrido breve por el presente y las divisiones de la izquierda de cara a 2018. Las elecciones en el Estado de México, la antesala a las presidenciales (como afirman algunos), dejaron un sabor de boca amargo en la facción de izquierda, pese a que aún no se conocen los resultados oficiales a través de los cómputos distritales. Con los resultados del PREP, la izquierda proyecta una vez más los problemas que han marcado su historia: las divisiones y a pesar de sus múltiples caídas no aprende la lección.
La crisis de la izquierda se concibe desde la división partidaria: PRD, PT, Movimiento Ciudadano, Morena, Movimiento Progresista, según escribió Víctor Flores Olea en la Jornada. La derecha, por otro lado, está amalgamada. Y es que las crisis en la izquierda se manifiesta por las contradicciones morales que dentro de esta misma imperan; es decir, los modos de actuar sustentados desde la elaboración teórica de las izquierdas.
El pasado 1 de junio, Gustavo Esteva participó en un simposio sobre la vocera del Congreso Nacional Indígena, donde comentó que son las “resistencias marxistas muchas veces panfletarias” las que muestran el carácter de difamación. Es decir, hay una construcción de la idea del enemigo, tal como lo ejemplifica Andrés Manuel López obrador, pero por el otro lado, hay poca construcción de la idea interna de la izquierda.
¿Se puede decir que hay una izquierda hoy en día?, Octavio Rodríguez Araujo, autor del libro Las izquierdas en México, comenta que parcialmente la hay, en cuanto exista una demarcación del neoliberalismo, pero es una izquierda que oscila entre ella misma y el centro. También afirma que: “con el tiempo las izquierdas se social-democratizaron en exceso y han hecho a un lado sus pretensiones socialistas”.
El dirigente estatal del PRD, Omar Ortega declaró que: “La izquierda hoy está demostrando que podía vencer al PRI en el Estado de México”. Son estas afirmaciones las que permiten suponer que una izquierda unida en el Estado de México, si se suman los votos del PREP, nos daría una diferencia de casi un millón de votos por encima del candidato del PRI.
De cara a 2018 vemos una izquierda aún más dividida, el PRD continúa su pelea con Andrés Manuel López Obrador. AMLO se hace de palabras contra todos los demás, incluso con la vocera del Congreso Nacional Indígena, María de Jesús Patricio Martínez “Marichuy”, quien ha declarado que no van en busca de votos, sino de posicionar las luchas y resistencias indígenas en el foco de atención.
Por esto último, es oportuno hablar del simposio con Gustavo Esteva en donde se reflexionó con personas mestizas e indígenas que estuvieron de oyentes el día de la pronunciación de la candidata. Este foro fue con la intención de aportar elementos para la creación de puentes entre izquierdas con el propósito de dejar de apuntar a la idea de enemigo para colaborar a la de construcción de la izquierda actual en México, según estos grupos.
“Hay una necesidad manifiesta de combatir las expectativas excesivas para la candidata, ella nos viene a presentar la solución de los indígenas frente al ambiente de destrucción de la tierra y los elementos de recursos naturales”, argumentaron. Además añadieron que no busca dividir el voto, como se sugiere en algunos espacios.
Se habló también de la insistencia por celebrar las diferencias y armonizar nuestras coexistencias, por medio de la superación de la utopía para pensar desde la esperanza. La utopía nos habla de algo inalcanzable, la esperanza nos dice que algo tiene sentido, y es esta la reflexión que nos debería dejar. ¿Sigue teniendo la izquierda algún sentido si no celebramos estas diferencias para por fin unirlas?