Alteraciones corporales: charla con la escritora Xóchitl Olivera Lagunes
Los monstruos habitan no solo en la oscuridad o bajo la cama, sino también dentro de nosotros mismos de las maneras más sutiles y orgánicas como pequeños insectos invasores, hongos, musgo, aves, sirenas de charcos. Es así como una joven narradora, residente de Cuautitlán, Estado de México, conforma esta clase de historias en su libro de cuentos Un pájaro en el ojo (Casa Futura Ediciones, 2021).
Nutrido por su carrera de ingeniería agrícola, sus 16 cuentos juegan con mutaciones humanas, delirios, naturaleza destructiva, humor negro, metáforas.
Destacan propuestas sobresalientes y desconcertantes como Melinda, una gata doméstica aparentemente inocente, Sirenas, acerca del riesgo de compadecerse a rescatar a un ser como este de un charco de lluvia; Hormigas que penetran y recorren un cuerpo y Un pájaro en el ojo, de como una infección ocular puede llegar a dimensiones inimaginables. Xóchitl es ingeniera agrícola de profesión y nacida en 1985. En 2016 publicó su novela Ojos de gato y, desde entonces, otros cuentos relatos y ensayos en El Universal, Tierra Adentro y la revista digital Cronopio. Un pájaro en el ojo es un combo de letras oscuras como nueva carta de presentación.
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Ibero 90.9: ¿Qué es lo que te atrae del tema del terror?
Xóchitl Olivera Lagunes: Yo no escribí ese libro pensando que funcionara como terror, creo que esa percepción tiene más que ver con la experiencia de quien lee. El de las hormigas no es porque quería que las hormigas le caminaran, así es como yo siento un ataque de ansiedad, cómo se incrementan las sensaciones del cuerpo, de aplacar comezón. No es que si quiero que alguien lo lea sienta lo mismo, es una forma de sacarlo de mí misma para saber cómo lo estoy viviendo.
I: Respecto a tus cuentos, ¿de qué modo crees que la naturaleza puede volverse en nuestra contra?, ¿crees que este sea el peor terror de todos?
X: Yo no sé si la naturaleza tendría la decisión de ponerse en nuestra contra. Somos nosotros quienes estamos dando ese revés, el cambio climático es resultado de lo que no se tomó consciencia hace 30, 40 años. Hay una relación super estrecha entre animales, plantas y clima, no hay ya ecosistemas puros.
Creo que si en algún momento hubiera un cambio o mecanismo de adaptación que hiciera superiores a ciertas especies nos daría en la torre. Por ejemplo, a mí me daba miedo que en las clases de entomología de la universidad nos enseñaban que una característica de los insectos es que tienen un alto potencial reproductivo.
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En estas condiciones de frío y calor, a lo mejor en tres meses tendremos una generación completa de hormigas de las que intentamos impedir que entren, pero esa sería una de 30 mil individuos de la que nuestra casa está situada sobre ellos. Si tuvieran el cerebro con un gramo más de peso o una modificación genética mayor, se organizarían, levantarían los cimientos y me dejarían a mí sin casa. Estamos yendo al lado opuesto de la naturaleza.
I: ¿Por qué precisamente el tema de las mutaciones? Yo la percibo como metáforas respecto a cuentos como Hongos o Melinda.
X: No es que hubiera querido que esas sensaciones corporales se imprimieran, pero todas las personas habitamos un cuerpo y es algo común de todo lo que existe vivo en el planeta, entonces por eso se conecta.
Seguramente hay personas que tienen ansiedad y la viven distinto que yo. Por ejemplo, el cuento del pájaro surgió de una infección que tuve y me hacia los lavados con té de manzanilla. Al momento de parpadear y cuando me oprimía, sentía un chillido.
Traté de dar un paso más allá e imaginar cómo ese chillido sonaría. Pueden entenderse como terroríficos porque compartimos esas experiencias corporales y de repente puede ser una posibilidad que sientan lo mismo que yo estoy sintiendo.
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