Rectores de ocho universidades jesuitas de México se pronuncian por esclarecer el caso Chihuahua
Los ocho rectores del Sistema Universitario Jesuita se pronunciaron en contra de la violencia y por el esclarecimiento del homicidio de los dos hermanos Jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, ocurrido el pasado 20 de junio en Cerocahui, Chihuahua.
Este miércoles, durante la reunión anual del Sistema Universitario Jesuita en León, Guanajuato, los rectores coincidieron en que México se encuentra ante un estado fallido pero también reiteraron los esfuerzos desde los espacios educativos para forjar generaciones más conscientes y críticas.
Durante el panel “Justicia con Paz y Reconciliación”, el rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Luis Arriaga Valenzuela, enfatizó la tríada importante en los derechos humanos: la verdad, la justicia y la reparación.
“(Pedimos) Que estos hechos no se vuelvan a repetir, no en los jesuitas sino en cualquier persona en el país, que podamos tener el derecho a una seguridad humana como ciudadanas y ciudadanos”.
Juan Luis Hernández, rector de Ibero Torreón, señaló que la sociedad mexicana se encuentra sola, “abandonada a su suerte” en un “Estado fallido” y “sometidos a la ley del más fuerte”, a la “ley del secuestro, de la extorsión, del asesinato”.
“Cuando el Estado no tiene control territorial y permite que grupos armados privados lo controlen, a eso le llamamos Estado fallido, y tiene muchos años que desgraciadamente en México el territorio, las colonias, los barrios, los pueblos están siendo controlados por un cártel grande o pequeño y el estado está ausente”.
Comentó que los gobiernos no han estado interesados en proteger a los ciudadanos y lamentó la polarización actual del país, por lo que pidió a las y los mexicanos unirse para exigir seguridad, justicia, y acciones por parte del gobierno, sin importar partidos políticos.
Por su parte, el rector de Ibero Puebla, Mtro. Mario Ernesto Patrón Sánchez, expresó que hoy les tocó a los jesuitas sufrir lo que miles de familias han padecido por la violencia, y agregó:
“Los asesinatos de los queridos Jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora ocurren en una dinámica de violencia exacerbada a lo largo del país que lastima y condiciona diariamente la vida de nuestra sociedad y pone en evidencia la ineficacia de la política de seguridad del estado, en todos sus niveles”.
Al respecto, Florentino Badial Hernández, director de Ibero Tijuana, expresó.
“Las universidades Jesuitas nos unimos al clamor de miles de personas en México que buscan a sus familiares desaparecidos, que lloran a sus hijas y hermanas asesinadas, que exigen justicia ante tantos crímenes y que luchan por una nación en paz. Nuestro sueño es que podamos ser personas cada vez más comprometidas con un mundo donde se respeten los derechos humanos y personas cada vez más compasivas con el sufrimiento de los demás”.
Alexander Zatyrka, director del ITESO, compartió que una situación como la ocurrida sacude conciencias y que el reto es que esto no se quede en una anécdota.
“Estamos experimentando una ausencia de estos referentes de humanidad, cosas que antes eran impensables, límites a la violencia, a la deshumanización, se van rompiendo de manera cotidiana, nos estamos acostumbrando a este tipo de realidades”.
El Dr. Francisco Morfín Otero, director del Instituto Superior Intercultural Ayuuk, en Oaxaca, condenó los hechos y puso sobre la mesa la situación de violencia que viven los pueblos originarios:
“No es un acto aislado que está asolando todo el pueblo de México y sobre todo los territorios de los pueblos originarios, es el terror, el miedo, el aislamiento y la muerte lo que van instituyendo desde los grupos organizados para el crimen hasta los mega proyectos, en pueblos que desde sus distintas maneras de ver el mundo apuestan por la vida, la convivencia, por una buena vida que desde el pueblo Ayuuk consiste en la armonía con uno mismo, con todos los demás y todo lo que existe a su alrededor”.