Tírate en tu cama para escuchar los Discos de la Semana; son imperdibles
No es posible tener un buen día después de haber pasado una mala noche. Tampoco es posible pensar bien, mantener los ojos con la hidratación necesaria como para no tenerlos a media asta, evidentemente hinchados, con los pequeños vasos reventados y unas ojeras reveladoras.
Lo que sí es posible es quedarse en casa, acomodarse en posición horizontal y escuchar seis discos de corrido mirando al techo. Lo digo porque es exactamente lo que acabo de hacer.
El de Deradoorian es de los mejores discos del año, pero yo no soy quién para decirlo. Ni nadie, en realidad. El de Erika de Casier es perfecto. Lo tengo en repeat desde el día que salió y no creo poder soltarlo pronto. El de Moin es una dosis perfectamente medida para el efecto dominante que tiene la música que hace Magaletti en cualquiera de sus presentaciones, y es perfecto contrastar con el pop de PinkPantheress inmediatamente después, para cambiar el sabor del paladar con un helado de chicle en cono de unicornio. El de Woods es la reapropiación de un artefacto de propaganda para desacreditar a la comunidad negra que retoma un chico negro cien años después, desde el hip hop. Finalmente Yorke y Pritchard es la pesadilla de la monotonía que necesitas para empezar a escucharlos todos de nuevo. Buen provecho.
PD. Si insistes con que Black Country, New Road es la mejor banda de la historia después de haber perdido lo mejor que tenía, su mejor letrista, con la voz más tersa disponible en la Gran Bretaña, escucha For The First Time de nuevo hasta que cambies de opinión. Estoy harta.
GOLLIWOG - Billy Woods
Valentina
Yo no escucho rap. Tal vez mi gusto musical está roto, porque veo que a la gente a mi alrededor le encanta y me siento como el frijol negro en el arroz. Confieso que estaba un poco resignada a escuchar este disco, pensaba que no me iba a gustar.
Después de haber dormido cuatro horas, me levanté el martes, me trepé a mi coche y arranqué para ir a la escuela. No tenía datos y solo tenía descargado este disco. Le puse play. Ni modo. El inicio parece la introducción a una película, muy tarde te das cuenta de que es de terror. GOLLIWOG es un muñeco de trapo, una caricatura racista que se popularizó hace más de cien años con rasgos exagerados que imitaban el estilo de la comunidad negra. Lo podemos ver en la portada, sentadito entre hojas en un bosque, observándonos.
Todo el disco es muy surrealista. Es macabro y oscuro. Llegas a Waterproof Mascara y se siente como si alguien te estuviera sofocando, saturándote de información y palabras, pero hay otras rolas que parecen delirios, en las que ni billy woods está seguro de lo que está pasando.
Este disco tiene de todo. Hay misterio y angustia, vampiros y zombies pero también se habla de violencia doméstica. Tuve que escucharlo por lo menos dos veces para poder terminar de absorberlo, y aún siento que no es suficiente.
Por más cliché que suene, este disco es una experiencia. Puede que no conectes mucho y no sé si sea para todos los oídos, pero quien sabe, tal vez termines también atrapadx en esta película de terror sin saber cómo llegaste, pero sin ganas de salir. No escucho rap, pero después de GOLLIWOG, tal vez lo haga.
Lifetime - Erika de Casier
Nat Z
Un baño con el agua hirviendo, el espejo empañado, velas aromáticas de chavita bien y Lifetime de Erika de Casier sonando de fondo, sin interrumpir tus pensamientos, solo acompañándolos. El disco salió el 8 de mayo sin previo aviso, como cuando recibes el mensaje más desgarrador y tienes que regresar a cenar con tu familia como si fuera cualquier otro viernes.
Después de coquetear con el revival Y2K en proyectos anteriores, ahora da un paso atrás y reconecta con el trip hop noventero. Si te gustan Cibo Matto, Smoke City o Saint Etienne, te vas a querer quedar flotando aquí. Este disco tiene scratches, beats lentos y susurros. Suena como una película de James Bond… pero en vez de ser un agente secreto luchando contra villanos internacionales, es una chica peleando contra sus demonios (la nostalgia).
Erika entiende esa sensación de no poder dormir porque elegiste ser la bigger person en lugar de decir lo que piensas, solo para evitar quedar como una mujer desquiciada (o migajera), pero también sabe que arruinarle la noche a alguien siempre está a una llamada de distancia.
Una vez, un amigo -impidiéndome justo eso- me dijo que en la noche todo se siente más urgente, más trágico, entonces que mejor me atara las manos porque eso que traigo es puro sueño. Mi amigo nunca ha sido una morra de veintitantos; no lo entendió, ni lo va a entender, pero Erika… sí, y lo convierte en algo que puedes volver a sentir sin tener que actuarlo. Esa llamada, que no es solo un impulso, se convierte en una confesión íntima, un acto de ternura (o de terror, según el caso), que solo puede ocurrir a deshoras.
Lifetime es un susurro en medio del caos, una invitación a dejarse afectar por todo: lo bueno, lo incómodo, lo romántico y lo que se rompió sin hacer ruido.
Ready for Heaven - Deradoorian
Regina
Estás encerrada en un lugar sombrío. En un cuarto frío, húmedo, con moho en las paredes y un silencio que se te mete en los huesos. Hay una vela encendida que apenas alcanza a iluminar. El aire pesa. El vestido es gigante, incómodo, hermoso. Verde musgo, café tierra, costuras gruesas que raspan la piel. El tiempo no existe. Nadie llama. Nadie vendrá. Y eso está bien.
Elegiste esta soledad. No como castigo, sino como protección. Afuera todo se está pudriendo. El mundo es un animal herido que se retuerce, y tú ya no soportas verlo. No quieres saber. No quieres leer. No quieres salir. Así que te escondiste. En este castillo de piedra, en esta casa vieja, donde los gatos caminan lentos por los pasillos como si supieran algo que tú no. Desde aquí, en tu cueva, ves cómo todo se desmorona como polilla entre los dedos. Y sí: hay tristeza, hay terror. Pero también una calma extraña. Una calma de mentira, pero tuya.
Así suena Ready for Heaven. Como vivir dentro de un delirio medieval. Como flotar entre el cielo y la tierra, suspendida en una especie de trance lúcido donde la música es lo único que todavía respira. Las canciones no empiezan ni terminan: aparecen, se desvanecen, regresan. Se arrastran. A veces brillan como cuchillos. A veces parecen hechas de vapor.
Hay algo de bruja antigua en todo esto. De mística quebrada. Si alguien dijera que Deradoorian grabó este disco completamente sola en un monasterio abandonado, no lo dudaría. Es como una Kate Bush que decidió nunca volver de su reclusión, que siguió cantando en un loop infinito para los espectros que viven en su casa. Porque hay voces aquí, muchas voces. Voces que no son humanas. Voces que se arrastran por el piso, que lloran desde dentro de las paredes.
Escucharlo es como entrar en un sueño raro, de esos donde corres porque alguien te persigue pero no puedes gritar. Como estar atrapada en un juego viejo de Nintendo donde la única salida es seguir avanzando, aunque no sepas por dónde.
El disco tiene algo de oración pagana, de danza macabra, de despedida. Habla del fin del mundo, claro, pero no con dramatismo: con aceptación. El caos ya está aquí. El sistema ya nos comió. ¿Qué queda? Bailar. Mirar al cielo. Cantar sola mientras todo se quema. Hacerse amiga de la locura.
Y en esa locura, hay una forma de ternura. Un pequeño milagro.
Belly Up - Moin
Tello
La palabra Moin es una expresión para saludar o despedir en alemán, algo similar al ciao italiano.
Desconozco por qué se pusieron ese nombre pero es perfecto, una banda que después de escuchar le das la bienvenida y recibes con naturalidad o decides decirle un casual y suficientemente cortés “adiós, no gracias”.
Puede que de algo sirva saber sobre los otros proyectos de lxs integrantes; Tom Halstead y Joe Armstrong tienen Raime, electrónica densa y cinemática, de desgarbados en un bar oscuro, con ropa oscura y barniz de uñas oscuro, del que probablemente disfrutaron oler como si pudieran absorber sus facultades oscuras por la nariz.
Valentina Magaletti viene de Vanishing Twin, otro trío, mucho más asequible pero igual experimental, más cálido y de contrastes sombríos con sonidos tropicaloides, a veces descritos como brasileños, porque ingleses después de todo. You never end, el álbum del año pasado, se sentía como una sesión de jazz, si el jazz fuera post punk y el Lincoln Center de Nueva York fuera un pub subterráneo en Londres. En Belly up sigue habiendo algo de lo performativo de un jam, pero un poco más ordenado (si es que ese adjetivo aplica para esta música).
Como en el disco anterior, hay unas secciones de spoken word de Sophia Al-Maria. Hay un saxofón de Ben Vince que oscila rápidamente y que podrías asociar con BC, NR si estas traumado con ellos como yo, o si te gustaría molestar a la editora de esta sección con dicha analogía. Las percusiones de Magaletti son alucinantes y aún más psicotrópica es la mezcla con los sintes, a veces dance y hip hop, a veces de cinta VHS de terror ochentero.
Aguas con escucharlo en el tráfico, por ahí hay un track en el que pareciera que la ambulancia de al lado mutó en un monstruo de acero y cromo que te perseguirá cual tábano en tragedia griega. Está de más decir que este EP provoca ansiedad, ataques epilépticos, accidentes automovilísticos y cualquier cosa relacionada a la neurosis.
Cuando parece que puede transformarse en algo más accesible y casual, regresa a su loquera escupiéndote en toda tu fea cara. Si en las primeras citas alguien te pone a escuchar Moin, dile “Moin” (en despedida) y huye. No son personas equilibradas o sanas, y si lo son, definitivamente son más cool que tú y no tienes oportunidad alguna.
Tall Tales - Mark Pritchard, Thom Yorke
Ana Valencia
Todos los días la misma rutina: el mismo trayecto, el mismo señor te vende el mismo café de siempre. Te encuentras a las mismas personas en el semáforo porque salen de casa a la misma hora que tú. Llegas a tu destino, te encuentras al mismo guardia de seguridad de siempre y te sientas en la misma silla que te soporta todos los días, esa que constantemente te apuñala con un resorte que no terminas de encontrar… y así parece que se te va la vida, con la misma rutina y las mismas personas en un ciclo interminable.
La verdadera magia y la única forma de no volverte loco radica en los detalles: hoy no tenían café y compraste un té, el conductor del coche de al lado -que siempre parece malhumorado- viene cantando, el peatón se tropezó, y ¡al fin te cambiaron el arma mortal al que llamabas silla!
Tall Tales es una suerte de epifanía y magia que se devela dentro de la monotonía de la rutina a la que pueden llegar Mark Pritchard y Thom Yorke. La experiencia visual a cargo de Jonathan Zawada, que vi dentro de un pequeño cine y frente a una pantalla que cíclicamente proyectaba la misma imagen con movimientos torpes, me di cuenta que en cada ciclo encontraba algo diferente, y con esa idea pareciera que entendí todo.
Al escuchar el disco por separado, sin imágenes que pudieran contaminar mi escucha, en efecto lo entendí. Adornado de sintetizadores, glitches, cajas de ritmos, secuencias, repetidores y osciladores, se nos presenta un área segura, hipnotizante y bien planeada donde disociar.
Aunque ésta alineación no es nueva, sí lo es en forma de material completo. No fue trabajado físicamente en un mismo lugar, pero sí bajo el mismo yugo y presión del encierro. Pritchard hizo la mayoría de las maquetas instrumentales, y Yorke incluyó su voz, la llenó de efectos y terminó de decorar con toda la experiencia que le ha dado su trayectoria.
Cuando escuchas el nombre de Thom Yorke, te das una idea inmediata de cómo puede sonar. Calmo, atmosférico, entre desgarrador, esperanzador y autoflagelante; y en este trabajo junto a Mark Pritchard, los detalles son lo importante.
Una voz que te susurra sólo de un lado del campo sonoro, un pandero que se asoma tímidamente por momentos, un glitch repentino que te reinicia el cerebro, y pads juguetones que rebotan en el imaginario. Encontrar lo que rompa la monotonía es necesario para disfrutar por completo este álbum.
Fancy That - PinkPantheress
Anna
Nuestra diva británica respondió a las súplicas de sus fans para que sus tracks sean más largos sin dejar a un lado la calidad y el drum and bass.
Inicia con la rola que le da el ambiente a todo el disco, es divertido y lleno de energía femenina. Los beats son complementarios entre sí y llenos de ritmo y armonía y creo con muchas canciones que pueden ser material para un dj set.
La producción es impecable y coherente, a pesar de que el cierre de disco con Romeo no me latió tanto, sentí que dejó inconclusa la narrativa que llevó a lo largo del álbum, intentó algo diferente a sus lanzamientos pasados.
El disco no solamente ya está por todos lados como un hit del pop británico, igualmente en las artes audiovisuales, con su reciente video para Tonight, complementa con bailes virales y la invitación a disfrutar con su música en modo I’m just a girl. Hecho para animarnos a ligar, conectar con las chicas y arreglarse exageradamente porque podemos.
Es increíble poder ver cómo va creciendo este proyecto, me emociona mucho lo que nos espera para sus futuros lanzamientos. Quedé servida y satisfecha y ella, devoró. Mis tracks favoritos son Stars, Tonight, Girl Like Me y Stateside.