Un cristo entre burdeles y barrios peligrosos en la fotografía de David LaChapelle
Por: Constanza Martínez Achim y Paola Arnaud Appendini
David LaChapelle, quien ingresó al mundo de la fotografía en la preparatoria cuando trabajó junto a Andy Warhol en Interview Magazine, es conocido por sus imágenes vibrantes, coloridas y elaboradas de celebridades. Entre las personalidades que ha fotografiado se encuentran Whitney Houston, Michael Jackson, Kim Kardashian, Ye, Courtney Love y Madonna, entre otros. Además, ha dejado una marca significativa en el mundo de la música, diseñando la emblemática portada del álbum Astroworld de Travis Scott.
A lo largo de su carrera, ha empleado una constante temática religiosa en su obra. Como explicó en la audioguía de su exposición makeBELIEVE, que tuvo lugar en la ciudad de Nueva York del 9 de septiembre de 2022 al 8 de enero de 2023: "Siempre me ha asombrado que en algún momento, la mayor parte del arte que se creaba en el mundo era arte religioso, y hoy en día casi no se crea arte religioso. Desde muy joven siempre me he sentido impulsado a explorar estas ideas del cielo y la sagrada familia."
LaChapelle combina su fascinación por el mundo de las celebridades con una profunda exploración de temas espirituales, obligando al espectador a ver la religión a través de un lente contemporáneo, fusionando elementos de la cultura pop y la cotidianidad con iconografía sagrada.
Desde su lanzamiento en 2003, su serie Jesus Is My Homeboy ha sido objeto de numerosas controversias, simplemente comenzando por el título. Cada una de las seis imágenes en la serie invita a reflexionar sobre cómo la figura de Jesús se integraría y percibiría en la sociedad contemporánea. LaChapelle retrata a Jesús interactuando con personas sin hogar, trabajadoras sexuales y otros individuos marginalizados, evidenciando la tensión entre lo sagrado y lo cotidiano. Su obra investiga los contrastes entre la riqueza y la pobreza, el ecosistema y la industria, lo natural y lo artificial, la espiritualidad y la posesión material, así como lo clásico y lo popular.
En Jesus Is My Homeboy, esta dualidad se manifiesta con ironía, fusionando la religión con la vida cotidiana y la espiritualidad con el supuesto pecado, desafiando las convenciones establecidas sobre la representación religiosa.
La obra de LaChapelle plantea preguntas sobre la naturaleza de la fe. El fotógrafo explica en la audioguía de makeBELIEVE: “Cuestioné cómo sería la segunda llegada. Me di cuenta de que Jesús probablemente elegiría a sus compañeros y seguidores entre los oprimidos y marginados, así como lo hizo en su primera encarnación."
La obra más conocida de dicha serie se titula The Last Supper, se trata de una interpretación contemporánea de la famosa pintura de Leonardo da Vinci, La última cena. LaChapelle utiliza personajes que podrían ser figuras actuales o personas comunes, sugiriendo que la divinidad y la santidad pueden encontrarse en cualquier lugar y en cualquier persona. Este enfoque rompe con las representaciones tradicionales y coloca la espiritualidad en la experiencia cotidiana. Además, a diferencia de la pintura original, se puede apreciar una diversidad étnica entre los personajes, reflejando la pluralidad de la sociedad. Con esta obra, LaChapelle desafía las percepciones convencionales de lo sagrado, invitando a una reflexión profunda sobre la relevancia del mensaje cristiano en el mundo contemporáneo.
Otra fotografía de esta serie que captura de manera potente la intersección entre lo sagrado y lo mundano es Anointing (unición, en español) La imagen, posiblemente inspirada por la pintura The Anointing at Bethany de Peter Paul Rubens (1577-1640), muestra a una mujer en ropa interior roja y tacones rojos ungiendo los pies de Jesús en el piso de una cocina sucia. Esta representación remite al episodio bíblico descrito en los Evangelios donde María de Betania unge a Jesús. En Anointing, LaChapelle obliga al espectador a reflexionar sobre la naturaleza de la santidad, en contra del punitivismo moral hacia el trabajo sexual.
La obra Sermon, es una referencia al Sermón del Monte, pasaje famoso del Nuevo Testamento de la Biblia, el cual ha sido representado en una gran diversidad de obras a lo largo de la Historia. LaChapelle representa el pasaje situándolo en una escena callejera, con personajes que parecen representar a bailarines de hip hop, continuando con la idea de que Jesús llega al mundo actual a ofrecer sus enseñanzas a cualquier discípulo, yendo en contra de la estigmatización hacia las juventudes empobrecidas.
En esta serie de imágenes, es interesante notar que Jesús no voltea a ver a ningún personaje. Su mirada está perdida en el vacío y mantiene su clásica pose con las palmas de las manos viendo hacia arriba, casi como si fuera una figura inanimada que vemos en la vitrina de una tienda. Si Jesús está tratando de estar cerca de estos sectores marginalizados de la población, ¿por qué parece estar distante, sin mirar a nadie a los ojos? Para una persona no creyente esto podría interpretarse como arrogancia o falta de humildad por parte de Jesús. Sin embargo, y considerando la profunda religiosidad de LaChapelle, la elección de que Jesús no voltee a ver a nadie simboliza la falta de juicio hacia quienes lo rodean. Él no está allí para condenar o aprobar a alguien en particular, sino para ofrecer su presencia y su mensaje de amor y redención a todas las personas por igual, sin importar su trasfondo o estilo de vida.
La obra de David LaChapelle en Jesus is My Homeboy y otras de sus fotografías con temas similares representan una fusión única de lo sagrado y lo cotidiano que obliga al espectador a reconsiderar ciertas nociones del cristianismo. El fotógrafo se acerca más a una tradición que nos recuerda al evangelio Mateo 19, 23-30: "Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos".
LaChapelle integra elementos de la cultura pop y la vida cotidiana con temas religiosos para ofrecer una perspectiva fresca y provocadora, demostrando que la espiritualidad puede encontrarse en quienes por su marginalización se les ha acusado de ser reprobables moralmente.
Actualmente y hasta el 31 de julio de este año se encuentra la exposición Amor en el Palacio de Minería en la cual se exhiben 82 obras de David LaChapelle, incluyendo su serie Jesus is my Homeboy.