Las más grandes y violentas de nuestra historia

Las más grandes y violentas de nuestra historia

Por: Iñaki Arriola

Con más de 20 mil cargos en disputa, el actual proceso electoral en México destacó por la violencia electoral, con cientos de agresiones y decenas de asesinatos principalmente atribuibles al crimen organizado.

Este 2 de junio México vive las elecciones más grandes en su historia, pues hay más personas acreditadas para votar que nunca y se disputan un total de 20 mil 708 cargos a nivel local y federal. Muchos intereses están en juego y esto ha resultado especialmente problemático, pues el actual proceso electoral también se convirtió en el más violento en la historia del país.

De acuerdo con datos de la consultora Integralia, desde septiembre de 2023 al 26 de mayo de 2024, se registraron 749 víctimas globales de violencia política. Todas las víctimas han sufrido algún tipo de agresión: amenazas, secuestros, desapariciones, etc. Entre ellas se encuentran el asesinato de 231 personas relacionadas al proceso electoral, de las cuales 34 eran aspirantes o candidatas a algún cargo.

Por el contrario, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, informó en la conferencia matutina del pasado 28 de mayo que solo han registrado el asesinato de 22 personas que aspiraban a un puesto de elección popular. En contraste con la información de Integralia, según los datos oficiales presentados por el gobierno, solo fueron asesinados ocho candidatos registrados ante el INE.

A la fecha han ocurrido ocho homicidios de personas candidatas registradas oficialmente ante el INE o ante los institutos electorales locales, esto es el número oficial de candidatas y candidatos. También, hubo cuatro lamentables homicidios de precandidatas; es decir, personas que estaban registradas oficialmente ante sus partidos, pero no alcanzaron a tener una inscripción oficial. Asimismo, han habido lamentablemente 10 homicidios de personas aspirantes, no registradas oficialmente ante sus partidos ni ante el INE”, señaló Rosa Icela Rodríguez.

Votar entre Balas de Data Cívica, Animal Político y México Evalúa, registró un total de 491 agresiones desde septiembre de 2023 a mayo de 2024, de las cuales 33 fueron aspirantes asesinados. Es importante destacar que si los datos varían entre los distintos organismos es por la metodología a la que obedecen. Por ejemplo, Votar entre Balas solo considera casos presuntamente asociados con el crimen organizado.

El crimen organizado en las boletas

Aunque Integralia y Votar entre Balas tengan metodologías distintas, los datos son similares y resultan igual de alarmantes. Además, ambas pueden coincidir en algo: el crimen organizado es el principal problema. Ahora, aunque las dos se dedican, fundamentalmente, a la cuantificación de datos, pueden a partir de los mismos generar hipótesis cualitativas sobre los intereses detrás de las agresiones.

“Nosotros pensamos que (la violencia electoral) sigue dos objetivos. Por una parte ampliar las redes de impunidad. Esto suele darse en donde existen grupos hegemónicos; por ejemplo, en entidades como Sinaloa o Jalisco. En otros casos, sirve para tratar de imponer la autoridad en el marco de un conflicto entre grupos criminales”, señala Armando Vargas, consultor senior de Integralia.

Un indicador que respalda la hipótesis que sostiene Vargas sobre las redes de impunidad es que los aspirantes agredidos suelen ser de partidos opositores; es decir, que son más comunes las agresiones a personas ajenas al partido oficial gobernando una entidad. Por ejemplo, en Michoacán donde gobierna –principalmente– Morena, Integralia registró 28 agresiones a miembros de la oposición y solo cuatro a integrantes del partido presidido por Mario Delgado.

Según informa Itxaro Arteta, encargada de prensa de Votar entre Balas, es claro el aumento en la violencia electoral desde el año 2006: cuando Felipe Calederón, ex presidente de México, liberó la guerra contra el narcotráfico. Desde entonces, es cada vez más común que el crimen organizado participe en la vida política del país, sometiendo y amedrentando al gobierno para así, negociar que puedan seguir dedicándose a lo suyo.

“Desde Votar entre Balas queremos ver cuánto influye el crimen organizado en la política, considerando que cada vez es más. Se le llama ‘gobernanza criminal’, pues de alguna forma tienen control sobre el territorio. Decidimos estudiar este fenómeno porque finalmente un conflicto entre partidos no trasciende como lo hace la violencia generalizada”, menciona Arteta.

Los focos rojos del mapa

Un dato particularmente revelador en el que coinciden las distintas metodologías es que la violencia electoral afecta, principalmente, a quienes aspiran a un cargo municipal. Esto porque el tipo de control territorial que busca el crimen organizado suele estar a cargo de los presidentes municipales; por ejemplo, el dominio de servicios como la gestión de mercados y la policía.

“Si un grupo criminal quiere controlar el territorio tiene que coptar al gobierno municipal. Así acceden a recursos valiosos como el sistema de recolección de basura que puede ser un sistema de inteligencia; el transporte público que les permite conocer los movimientos de otros grupos criminales o el control de los mercados municipales que son clave para el cobro de piso”, señala Vargas.

De acuerdo con el reporte de violencia política de Integralia el 75.6% de las víctimas pertenecen al nivel municipal. Las entidades con más municipios afectados son Chiapas con 29, mientras que Guerrero y Puebla ocupan el segundo lugar con 26 . Estos tres estados también son catalogados por el reporte como los más violentos, pues también son las entidades donde más víctimas globales fueron registradas.

Las medidas de seguridad y el impacto en los ciudadanos ‘de a pie’

Aunque las cifras oficiales difieren de las expuestas por organismos como Integralia o Votar entre Balas, la situación que atravesó el país durante este proceso electoral encendió un montón de alarmas. Entre ellas la de la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, quien informó que más de 100 casillas corren el riesgo de no ser instaladas por motivos de seguridad.

“Todo en este momento entra en alerta. [...] Hay que reprobar cualquier violencia del origen que sea, cualquier tipo de violencia que se incorpore al proceso electoral. Esto no nos puede suceder, hay que intentar evitarlo de todas las maneras posibles”, señaló Taddei para Fórmula Noticias en entrevista con Ciro Gómez Leyva.

Además, en la conferencia matutina del 28 de mayo, José Rafael Ojeda, Secretario de Marina, informó que hasta el 27 de mayo un total de tres mil 474 efectivos participaron en la protección de 553 aspirantes a un cargo público.

Asimismo, Ojeda detalló que 260 mil 788 elementos del Ejército, la Fuerza Aérea Mexicana, la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina habrán participado en la Estrategia Nacional de Seguridad Pública para el proceso electoral. Esto con la intención de proteger a los ciudadanos ‘de a pie’ hasta que termine la jornada electoral, pues los datos revelan que también se han convertido en víctimas de la violencia política.

“Obviamente baja la participación electoral porque la gente tiene miedo. Hicimos un análisis estadístico en el que la conclusión fue que por cada agresión a un candidato, la asistencia a las casillas se reduce aproximadamente en un 1.3%. Además, la sustitución de funcionarios de casilla sube alrededor de un punto porcentual cuando se presentan estos casos”, comenta Itxaro Arteta de Votar entre Balas.

Finalmente, Armando Vargas de Integralia considera que el proceso electoral actual deja como reflexión que “la violencia política se ha agravado y será un gran desafío para los próximos años en términos de gobernabilidad democrática”. Por su parte, Itxaro asegura que aún queda mucho por hacer en el proceso actual, pues las agresiones políticas no necesariamente habrán cesado el 3 de junio.


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