King Krule en el Pitchfork CDMX
Todes recordamos a esas figuras al frente del aula que disfrutaban el hacer sufrir a sus estudiantes y obtener una calificación mayor a siete ya era considerado un triunfo, no se diga un ocho, tenías que ir a presumirlo con tus compañeros y no podías esperar a contarle a tus papás sobre dicho logro aunque para ellos tampoco era suficiente a pesar de las explicaciones que enlistaste para justificar la calificación con ese o esa profesora. En el mundo de la industria musical este maestro es Pitchfork y ser calificado con más de siete con algún sencillo o material discográfico se convierte en un ligero éxito para quien recibe la nota, pues hay miles de proyectos que no consiguen siquiera ser escuchados por quienes están detrás del medio.
Uno de estos personajes que puede ser considerado de los que no tienen mucho problema para superar el siete de calificación con sus álbumes e incluso haber alcanzado un nueve con su Man Alive! del 2020 es Archy Marshall quien firma sus trabajos musicales como King Krule, lo cual lo hace merecedor de ser el acto de clausura del día más fuerte que ofreció la primera edición del Festival Pitchfork en la Ciudad de México.
La conversación en torno a Archy sobre el festival no comenzó con su presentación, sino más bien con su asistencia como público a las actividades del festival para disfrutar de Sky Ferreira un día antes de él pisar el escenario. Archy saludó y brindó con los fanáticos que lo reconocieron y le pidieron una foto, seguro hasta con unos cuantos que no sabían bien quién era ese simpático pelirrojo al que la gente se le acercaba pero que no dejaron pasar el momento de tomarse el retrato y posteriormente investigar que figura pública ahora vivía en su carrete, al final los festivales de música son para más allá de escuchar música nueva, son para convivir y conocer.
Fue en el Festival Ceremonia del 2018 que King Krule se presentó por última ocasión en nuestro país con un setlist de 13 canciones, para esta nueva participación Archy, en compañía de 5 músicos, tocaron 20 canciones que recorren su crecimiento musical desde sus primeras publicaciones en el 2013 hasta su último álbum lanzado en el 2023 Space Heavy. De este disco la banda interpretó “Pinkshell”, “Seaforth”, “If Only It Was Warmth”, “Seagirl” y respetando el orden que mantienen en el álbum “Tortoise Of Independency”, “Empty Stomach Space Cadet “y la breve pero hermosa “Flimsy”.
En radio siempre se le dice a uno a que un silencio de 3 segundos es una eternidad y que siempre hay que estar presentando al radioescucha algo de valor para que no le cambie, una práctica entendible para las estaciones comerciales quienes pierden dinero si baja la audiencia. En Ibero 90.9 más que temerle al silencio se enseña a abrazar esos momentos de paz para respirar y después poder retomar la idea, no pasa nada si nos llevamos con más calma el ritmo de un programa. Podemos suponer que lo mismo sucede en el mundo de la música y conciertos en vivo, donde entre canciones los cambios que hay que realizar se hagan con la mayor rapidez posible para no perder la atención del público, pero Archy se lo toma con demasiada calma y no parecía preocupado en afinar sus guitarras y hacer ajustes tomándose varios minutos entre bloques de canciones sin necesariamente hablar más de lo necesario.
Cuando uno está sobre un escenario, en automático adquiere el poder de controlar a cierto nivel a los cientos, o miles de personas, que tiene dentro del rango del sistema de sonido y pedirles que hagan algunas acciones no complicadas de manera sincrónica para elevar la experiencia a algo más interactivo o participativo. Lo más común es que levanten la manos y las muevan de un lado otro como sucedió al momento de sonar Baby Blue, pero el momento curioso y novedoso de la noche fue que Archy le pidiera al público de México que hicieran una interpretación de un gato y que se escuchara un gigantesco coro de Meows en todo el Frontón Bucarelli, de lo mejor de todo el festival sin duda alguna.
“Cellular”, “Easy Easy”, “Emergency Blimp”, “Rock Bottom” y “Out Getting Ribs” también sonaron en este concierto, siendo la última mencionada la elegida para cerrar el concierto y con eso también las actividades del recinto por este año del festival.
Es incierto el futuro de Pitchfork como medio y por ende también como gran productor de festivales alrededor del mundo, pero esperamos que con lo bien que fue en la Ciudad de México podamos revivir e incluso superar esta experiencia para el año que entra con un cartel digno de aquellos melómanos únicos y diferentes que vivimos leyendo las reseñas que califican la música son descanso.