Según datos presentados por el INEGI, en México se recolectan aproximadamente 86 mil toneladas de basura todos los días. Para nosotros parece rutinario deshacernos de desechos cotidianos sin pensar que la mayoría de la basura no se deshace, simplemente se transfiere a otro lado. El plástico, uno de los materiales más utilizados, tarda entre cien y mil años en descomponerse, por ejemplo. Pero en un mundo capitalista, ¿es posible llevar una vida 100% libre de deshechos? A primera instancia suena ridículo, pero en realidad es mucho más fácil de lo que parece. En la actualidad existe un movimiento llamado Zero Waste o Basura Cero en donde personas dejan de generar basura por completo.
Uno de los ejemplos más famosos es el caso de Lauren Singer, una chica de Nueva York que puede guardar toda la basura que ha generado en 4 años en un simple frasco. A través de su blog Trash Is For Tossers, Lauren comparte tips sencillos para iniciar una vida más sustentable:
Evalúa: Analiza tu estilo de vida. ¿Cuánta basura produces actualmente y de qué tipo? (Paquetes de comida, botellas de plástico, etc).
Haz un cambio a la vez: Ya que entiendas el tipo de productos que consumes y el desecho que cada uno genera, busca alternativas libres de basura.
Existen muchas opciones para reemplazar los objetos de un solo uso con materiales sustentables y que pueden llegar a durar toda la vida. Desde bolsas de tela, hasta utensilios hechos a base de metal, vidrio o madera. Aquí puedes encontrar una lista de alternativas para productos como rastrillos, cepillos de dientes, esponjas, toallas femeninas, popotes, utensilios de cocina y más.
Pero aún al reemplazar ciertos artículos desechables o de plástico con materiales más duraderos, existen productos de uso diario cuyos empaques no son sustentables: pasta de dientes, shampoo, desodorante, etc. Para esto, existe una solución que no solo ayuda al medio ambiente, sino que reduce las toxinas que introducimos a nuestro cuerpo y al mismo tiempo, nos ayuda a ahorrar dinero: hazlo tú mismo.
Les comparto unas recetas sencillas que me han funcionado a mí como sustituto de un par de artículos:
Desodorante: aceite de coco, bicarbonato de sodio, maicena, manteca de karité y el aceite esencial de tu preferencia.
Pasta de dientes: Aceite de coco, bicarbonato de sodio y saborizante natural (menta, hierbabuena, canela, etc).
En el caso del shampoo, el jabón corporal o de manos, la mejor solución es el jabón en barra. Existen tiendas que lo venden sin paquete o con un empaquetado reciclable, como Lush.
Dos de los mitos más comunes para la vida sustentable son: que es muy cara y que toma tiempo. Sin embargo, para realizar este tipo de productos se necesitan ingredientes multiusos que son fáciles de conseguir, duraderos y baratos. Además, estas recetas toman únicamente unos minutos de preparación, equivalente a lo que se necesitaría para ir a la tienda a comprarlos.
Finalmente, el último consejo para poder alcanzar una vida libre de basura es minimizar. La autora del libro La Magia del Orden, Marie Kondo vive bajo un principio: absolutamente todo lo que te rodea debe hacerte feliz. Hay que preguntarnos: ¿qué es lo que verdaderamente necesitamos? ¿Qué prendas de ropa utilizamos todos los días y cuáles aún tienen la etiqueta puesta?
Actualmente vivimos en una sociedad desechable. La industria nos hace pensar que lo que compramos pasa de moda en cuestión de meses, obligándonos a consumir más y más: ropa, celulares, computadoras, televisores, etc. Al evaluar las cosas que realmente necesitamos no solo evitamos la basura, sino que ahorramos dinero e inconscientemente vivimos mejor. (Para más sobre este tema, pueden ver el documental Minimalismo: Las cosas importantes en Netflix).
No se trata de dejar de generar basura de un día a otro. Se trata de avanzar paso a paso y buscar alternativas. Si estos pasos resultan muy extremos para algunos, también se puede empezar por separar la basura, reciclar o hacer composta. Así, evitamos que los desechos vayan directo a tiraderos que únicamente contaminan más. Vivir sin basura es un futuro posible y es más fácil de lo que parece: usa termos en vez de botellas de agua, lleva bolsas de tela al súper, no pidas popotes en los restaurantes, compra cosas orgánicas o en granel, apoya a tiendas locales, minimiza tu consumo y en general, sé creativo.