Hace diez años que uno de los álbumes mejor logrados de Chan Marshall, mejor conocida como Cat Power, marcó un parteaguas que replantearía su carrera por completo. You Are Free, su sexta producción, lanzada bajo el sello de Matador en febrero de 2003, no es sino el principio del talud de la melancolía y la confrontación entre el sentirse libre y simultáneamente estar atrapado entre recuerdos que, como un lente desenfocado, van perdiendo el detalle del contorno de sus formas, todas ellas dirigidas hacia el abismo al que la propia Marshall se lanza y en el que se pierde durante 14 tracks continuos. Bajo la línea introspectiva en contenido que ha manejado Cat Power desde Dear Sir en 1996, You Are Free logra redefinir su esquema con un notable minimalismo, si bien no lírico, sí en su manufactura sonora, puesto que este álbum solamente necesitó de pocos instrumentos, la voz de Chan y las grandes colaboraciones de leyendas como Eddie Vedder (Pearl Jam), Dave Grohl (Foo Fighters) y Warren Ellis (Dirty Three) para ser uno de los trabajos más ambiciosos de la cantante de folk originaria de Atlanta, así como uno de los más representativos del contexto en el que este disco emergió, sin perder la esencia de su fina simpleza.
Gracias al notable contraste de You Are Free con otros proyectos contemporáneos, orientados a un público mayor que pronto desataría una nueva ola de estridencia sonora, Chan logró demostrar a partir de esta producción que, finalmente, el hype se desvanece tras las listas y conteos de lo aparentemente destacado en la música, pero que jamás podrá dejar pasar de largo a dos guitarras tristes, un violín taciturno, y una voz que llora, arrepentida de haberse mirado a sí misma al vacío, porque su propio abismo fue quien le devolvió la mirada apesadumbrada de cosas que ya no volverán.