Tablas, polvo, guitarras y leyendas: Tercera edición del Monkey Bee Festival
En medio de una sociedad que viene saliendo de un confinamiento en donde el entretenimiento, y por ende la música en vivo, se vio detenida durante un año y medio, surgen muchas propuestas para satisfacer este aspecto lúdico y necesario. Una de estas propuestas tiene como elementos protagonistas a las guitarras distorsionadas, parches de batería sumidos por fuertes baquetazos y letras que se expresan con gritos, es el Monkey Bee Festival que celebró el pasado sábado 10 de diciembre su tercera edición con éxito.
Con una nueva locación para la escena ruidosa y garagera de la Ciudad de México, el Jardín 4 Barrios en Santa Cruz Acatlán fue el recinto encargado de recibir a las botas y chamarras de cuero con deseo de levantar un poco de polvo durante varias horas mientras sus bandas favoritas estuvieran sobre las tarimas. Lo interesante de la propuesta que se podía leer en el line up, era la mezcla entre proyectos poco conocidos y nombres legendarios.
La cita fue a las dos de la tarde para dar inicio con un concurso y presentación de skate sobre una rampa que estaba del lado derecho del escenario y que estuvo activa para todas las personas que llevaron su tabla hasta que la luz natural del día se desvaneció casi por completo.
Los primeros actos que conectaron sus cables y fierros en el escenario fueron Globos Tristes, Gran Fuzz y Axxidents. Posteriormente, llegó el turno de las morras en los reflectores con grupos como Mala Suerte, Vondré y Muérete tú, que tienen al frente a mujeres tanto en las voces, como en guitarras y teclados.
Fotos: Vondré
Con el cielo ya oscuro en su totalidad, llegó el momento de las líricas en inglés y propuesta internacional con The Macks, quienes desde Portland, Oregon, se desenvolvieron al máximo con el público mexicano que aunque no todos conocían sus canciones, los aplausos, gritos y baile estuvieron a la orden de la presentación.
Fotos: The Macks
Los diabólicos no solo siguieron motivando a los asistentes a la convivencia de los codazos amistosos, también sacaron unas cuántas risas por los chistes entre cada canción que a duras penas duraban dos minutos, así que tuvieron la oportunidad de interpretar gran parte de su repertorio.
El momento cúspide del evento llegó cuando Mala Suerte subió al escenario nuevamente pero ahora para acompañar a una de las leyendas que la historia del rock and roll peruano nos ha regalado. Papi Saicos, líder del grupo peruano de proto punk que inició en 1964, salió con un elegante saco azul y un sombrero café para cantar parte de sus grandes éxitos de hace más de 50 años. Canciones como “Salvaje”, “Cementerio”, “Ana” y “Fugitivo de Alcatraz”, retumbaron los altoparlantes, pero la que sin duda hizo mover a todas las almas que estuvieron en este jardín de tierra, piedras y cemento, fue la icónica “Demolición” que no dejó a ninguna garganta sin cantar el “¡Tatatatatatatatatayayayaya!” que pudo, sin duda alguna, echar abajo cualquier estación del tren.
Para finalizar con broche de oro esta tercera edición del Monkey Bee, llegó el turno de los Black Lips para al público a bailar. Luego de subirse a las tarimas con Papi Saicos –a quienes ven como ídolos– para cantar “Demolición”, nos regalaron temas como “I Wanna Dance With You”, “Family Tree”, “O Katrina” y la clásica con la que terminaron su participación “Bad Kids”.
Fotos: The Black Lips
Algo que es de aplaudirse del evento y de todos los proyectos que se enfilaban en el cartel, fue que aunque había espacios exclusivos para las y los artistas, decidieron estar conviviendo con la gente que pagó su entrada desde el arranque de esta fiesta. Las bandas vieron junto a sus fans a sus compañeros. Se tomaron fotos y compartieron palabras con quienes se acercaban, haciendo de esta experiencia algo todavía más cercano y especial de lo que se prometía.
Se puede decir que actualmente el punk, garage, fuzz y el rock en general no ocupan los primeros lugares en las listas de popularidad, pero mientras existan iniciativas y espacio como el Monkey Bee Festival, seguirá lejos la idea de que son una corriente musical al borde de la muerte y extinción. Desde la 90.9 esperamos con ansias la cuarta entrega de este concepto.