“Se está muriendo gente que antes no se moría”

Dicen que un tal filósofo de Güemes afirmaba que “se está muriendo gente que antes no se moría”. Eso dicen –palabras más, palabras menos– los estatus de Facebook de nuestros contactos, cada vez que muere una figura de la cultura pop, algo que ha resultado muy común los últimos días. Lo que comenzó en diciembre del año que hace un mes despedíamos se convirtió en una preocupante tendencia que se agudizó este pasado enero. Se nos están yendo nuestros héroes, uno a uno, y todo indica que no va a parar ahí y que las páginas del obituario seguirán llenándose de nombres que nos sacarán lágrimas al leerlos.

La primera muerte que nos agarró por sorpresa –por el pescuezo– fue la de Scott Weiland. Olvidándome de esa vieja costumbre (instaurada por Stephen Malkmus) de burlarme de los Stone Temple Pilots, llegué a mi casa esa noche del 3 de diciembre a escuchar “Plush” y “Creep” e imitar esa voz grunge con muy poco decoro, recordando cuando conocí a la banda en ese lejano MTV latino de los ‘90 y con poca consideración por mis vecinos.

De ahí en adelante la cosa no se detendría. Siguió Lemmy Kilmister y John Bradbury, baterista de The Specials, ambos el mismo día. Este último no tan sonado como el líder de Motörhead, cuya presencia y actitud badass lo harían un ícono, digno merecedor de engalanar los muros de miles de bares rockeros alrededor del mundo.

Luego llegó EL día. Ni siquiera puedo llamado “el  temido día” porque creo que todos pensamos que David Bowie era inmortal y nunca nos preparamos. Ese 10 de enero, tan sólo dos días después de su cumpleaños número 69, el querido Ziggy Stardust, el buen David Jones, le dijo “cambio y fuera” al ground control.

https://www.youtube.com/watch?v=kB7skYEv_EM

La situación se puso tan preocupante que internet –que a veces no tiene nada mejor que hacer– terminó echándole la culpa al pobre futbolista inglés Aaron Ramsey, que por una desafortunada coincidencia anotó goles los mismos días en que algunas figuras famosas murieron y a quien no le quedó más remedio que decirle a los necios que no encontraba nada divertido con esa casualidad.

Entre otras figuras más o menos conocidas, importantes según los gustos e intereses de cada quien, la lista siguió llenándose: el actor Alan Rickman, Glenn Frey de Eagles, el director italiano Ettore Scola y otros músicos y actores, la mayoría de origen europeo y estadounidense, pero finalmente universales (nadie en latinoamérica hizo mucho aspaviento por la muerte de la princesa persa Ashraf Pahlavi, por ejemplo). Las redes sociales se encargaron de viralizar la preocupación por esa mala racha y por este asunto que llegó a tornarse aún más extraño cuando el mismo día, el pasado 28 de enero, mueren dos integrantes de Jefferson Airplane, su cantante y guitarrista Paul Kantner y la cantante original Signe Toly Anderson, ambos a los 74 años.

Es la realidad, querido lector: la gente muere. A excepción de Weiland, todos estos personajes que dejaron este mundo superaban los 60, y todos sabemos que a más velitas en el pastel, más probabilidades de que nos den cita con la huesuda.

Sí, la regla aplica incluso para nuestros inmortales héroes, esos que nos ayudaron a sobrevivir la adolescencia y nos han acompañado en grandes momentos de nuestras vidas y que, cuando mueren, se muere un poquito de nosotros mismos.

La verdad es que este ritmo acelerado en muertes de personajes que vivieron su gloria en los ‘60 y ‘70 se explica por el hecho de que fue una época muy prolífica en la historia de la música pop, llena de grandes nombres. Bandas que llenaban estadios, con extensas discografías que aún hoy se siguen reeditando y vendiendo. Es una generación que ya se empezó a morir hace años pero cada vez lo hace a ritmo más acelerado.

https://www.youtube.com/watch?v=WANNqr-vcx0

Cómo superarlo

La preocupación de muchos es que el mismo rock, que es ya es abuelo por sí mismo, muera junto con sus envejecidas estrellas, pues según algunos ya no existen las grandes figuras de antes. Ya saben ustedes cómo algunos afirman que Nirvana fue la última banda de rock (¿o era Radiohead?). Nos quedan algunas salidas para hacerle el quite a esta inevitable depresión.

Podemos consolarnos con reconocer la ventaja histórica que tenemos de vivir la época del registro fonográfico y regocijarnos cada vez que le pongamos play al legado grabado que los grandes artistas le han dejado a la humanidad y que, a la larga, sí los hace inmortales. Aquellos que superaron la barrera de los 60, por fortuna, nos dejan una extensa discografía.

El mismo David Bowie, a lo mejor consciente de la inminencia de su muerte a causa de su enfermedad, dedicó sus últimos días a preparar su herencia al mundo. Un último álbum titulado Blackstar salió a la luz tan solo dos días antes de morir y además dejó preparado material para varias antologías, el cual será lanzado de manera póstuma y podría incluir temas inéditos. Tanto cuidó Bowie su legado que declinó propuestas de proyectos con Coldplay y Red Hot Chili Peppers.

¡Todavía nos queda Iggy! No sabemos por cuánto tiempo, pero si llegase a ser pronto, nos va a dejar un discazo llamado Post Pop Depression (gran nombre, por cierto), del cual ya escuchamos “Gardenia” y “Break Into Your Heart”.

https://www.youtube.com/watch?v=DngIWkQVPgU

En todo caso, honremos el pasado pero no nos quedemos en él. Puede que pronto nos toque decirle adiós del todo a nuestro convaleciente rock –al menos tal y como lo conocemos– y eso tampoco será el fin de la música. Bien difícil es que nos gusten las  cosas nuevas después de cierta edad (los lectores más mayorcitos lo entenderán) pero démosle la oportunidad a los nuevos sonidos interesantes, vengan de donde vengan, que son los vivos los que necesitan del público en sus conciertos.

Cómo no superarlo

¿En serio van a seguir haciendo bandas tributo de Deep Purple, los Beatles o Pink Floyd? Por último, esperando que no se quede nadie por fuera, ésta es la funesta lista:

3 dic: Scott Weiland: Líder y cantante de Stone Temple Pilots y Velvet Revolver (48)

28 dic: Lemmy Kilmister: Líder, cantante y bajista de Motörhead (70)

28 dic: John Bradbury: Baterista de The Specials (62)

31 dic: Natalie Cole: Cantante, hija de Nat King Cole (65)

4 ene: Nicholas Caldwell: Cantante de The Whispers (71)

10 ene: David Bowie: Cantante y compositor (69)

14 ene: Alan Rickman: Actor inglés (Harry Potter) (69)

17 ene: Dale Griffin: Baterista de Mott the Hoople (67)

18 ene: Glenn Frey: Cantante y guitarrista de Eagles (67)

19 ene: Ettore Scola: Director de cine italiano (Un día especial) (84)

24 ene: Jimmy Bain: Bajista de Rainbow y Dio (68)

26 ene: Abe Vigoda: Actor (El Padrino) (94)

28 ene: Paul Kantner: Cantante y guitarrista de Jefferson Airplane (74)

28 ene: Signe Toly Anderson: Cantante original Jefferson Airplane (74)

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