En las elecciones, no importa el país al que tengamos que referirnos, los candidatos son capaces de crear múltiples estrategias para ganar las simpatías de sus electores. Dichos van, dichos vienen y entre ellos hay disparates absolutos, o desesperados intentos por captar la atención de cierto segmento de su interés.

Hoy toca hablar de John Kasich, gobernador de Ohio y precandidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano quien hace poco declaró a CNN que “…si soy presidente, voy a reunir a Pink Floyd de una vez por todas, y que toquen un par de canciones… desde que tenemos muchos problemas en América con nuestras finanzas, vamos a empezar con una cancioncita que crearon llamada “Money”.

https://www.youtube.com/watch?v=pMTZzsro3SY

Junto a esta original –o disparatada-, propuesta, también declaró que su concierto favorito en la vida fue The Wall, de Pink Floyd, cuando hizo parada en Pittsburgh.

Tomando en cuenta que el gobernador Kasich no tiene oportunidades reales de ganar la postulación por su partido, su declaración resulta ingeniosa, algo absurda y hasta utópica.

A éstas declaraciones entre política y Pink Floyd, podemos agregar las que Roger Waters hizo al respecto de los precandidatos demócratas al mismo cargo. Refiriéndose en ellas a Bernie Sanders como “…es la única persona en la carrera –presidencial-, que veo con algo de credibilidad”, dejándonos ver su simpatía por el senador de Vermont.

Es así que como polos separados en esta historia, Roger Waters coloca a la ex secretaria de estado Hillary Clinton, en el foco de sus preocupaciones: “Tengo un terrible presentimiento, que pueda convertirse en la primer mujer presidente en lanzar una “maldita” bomba atómica a alguien… hay algo aterrador en ella, tiene ese aspecto de político que mira por debajo “nunca vas obtener una palabra verdadera de mi”.