'Romance familiar': Werner Herzog y los Herzog en general
¿Qué es la mentira? ¿Qué es la familia? ¿Qué es el cariño humano?
Son algunas de las preguntas que desatan el universo de esta película un tanto peculiar.
Se trata de una cinta en las inmediaciones de Tokyo, hablada en Japonés y dirigida por un Alemán que no habla Japonés.
Desde la propia manufactura de la película, se alcanza a ver una composición caprichosa, las piezas parecen no embonar pero embonan al grado de que Family Romance es una historia que funciona como reflexión a los lasos humanos que se llegan a formar.
Werner Herzog se monta en un código visual peculiar para su costumbre estética.
Hablamos de Family Romance una narrativa que tiene un guión y tiene actores y tiene una historia trazada, pero a la vez está grabada con una muy simple cámara de video al mero estilo de un sencillo documental con actuaciones que no parecen actuaciones sino simples expresiones de pláticas monótonas.
Todo construyendo una ficción pre-ordenada para jugar al documental.
Lo irreal para disfrazarse como lo real.
El discurso de Herzog y su cámara no son mera suerte sino una coincidencia o mejor dicho una curiosa armonía con la película.
“Family Romance LLC” es una empresa que se dedica a ofrecer actores para que hagan el papel de personas desaparecidas en las familias de otros.
Así, vemos a la pequeña Mahiro relacionarse con quien presume ser su padre perdido sin que ella lo sepa y al final ser precisamente eso para ella, poniendo en cuestión si acaso es posible reemplazar los lazos familiares.
Todo en la trama sugiere que así es y que en general lo que para nosotros es un profundo puente emocional nace de las palabras que nos decimos y el afecto que nos damos y poco a poco las cosas se van construyendo.
Hasta que llega el final y con ello la certeza de que esas relaciones humanos son algo más que solo palabras y que a pesar de que exista un te quiero o un te extraño el tiempo hace lo que hace el tiempo y solo la verdad puede prevalecer a través de su paso.