En 1990 Roger Waters ofreció un concierto en las ruinas del muro de Berlín, un año después de su derrumbe, el que significó uno de los momentos más emblemáticos del siglo XX: el fin de la Guerra Fría y sus excesos bipolares entre el primer y segundo mundo. Casi treinta años después de la caída del comunismo, del fin del bloque socialista y la U.R.S.S., los motivos festivos que llevaron a Waters y un grupo de súper artistas que incluyó a Scorpions, The Band, Joni Mitchell, Cyndi Lauper, entre otros, son revalidados, pero a manera de protesta, por el regreso del fascismo y los excesos de un mundo unipolar, donde al parecer, el modelo globalista ha fallado.

https://www.youtube.com/watch?v=O9HtbTZuO_g

En el marco de la inauguración de la exposición que celebra los cincuenta años de la banda, Pink Floyd: Their Mortal Remains, en el Victoria & Albert Museum de Londres, el exlíder de la banda a declarado que pretende llevar a la frontera México - Estados Unidos, el show de The Wall: "Es muy relevante ahora con Trump y todo lo que habla de muros, creando toda la animosidad posible entre razas y religiones".

Waters también ha reconocido que se necesita un tiempo de prueba para esto suceda, sin embargo, su interés es latente debido al resurgimiento de la ultraderecha en el mundo: "La música es un lugar legítimo desde el que protestar, los músicos tienen el derecho absoluto, el deber, de abrir la boca y hablar claro".

Activista, polemico, contestatario, conocemos sus antecedentes de productor de súper espectáculos -The Wall en los ochentas llevó al rock de estadio a sus límites-, creemos es posible haga un show en un punto fronterizo de alta concentración, probablemente Tijuana o Ciudad Juárez pueden ser los lugares adecuados en este lado del muro de Donald Trump.

Por lo pronto el 2017, año de los muros, ya tiene en su lista una de las probables protestas más grandes en la historia moderna de la humanidad: Roger Waters gritando en el muro de Trump “Bring Down The Wall”.

https://www.youtube.com/watch?v=3lIVnWeC5_U