'Ritual de lo habitual' de Jane's Addiction: raíces mexicanas y de orígenes santeros

'Ritual de lo habitual' de Jane's Addiction: raíces mexicanas y de orígenes santeros

La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica cita así: El Congreso no podrá hacer ninguna ley con respecto al establecimiento de la religión, ni prohibiendo la libre práctica de la misma; ni limitando la libertad de expresión, ni de prensa; ni el derecho a la asamblea pacífica de las personas, ni de solicitar al gobierno una compensación de agravios.”  Textualmente la Primera Enmienda de la Carta Magna de la democracia más grande del mundo iluminaba en negro el profundo blanco de la portada censurada del segundo álbum de estudio de Jane’s Addiction: Ritual de lo habitual.

Título de raíces mexicanas, de orígenes santeros muy del estilo de Perry Farrell, quien a pesar de haber nacido en Queens y de ser judío encontró sus caminos espirituales entre sus amigos chicanos asentados en Los Ángeles en el barrio de Venice, muy cerca de las zonas donde nacieron grandes bandas en la historia del rock estadounidense, como los Beach Boys, N. W. A, Jan & Dean o The Doors.

Herederos de la influencia zepelliniana del primer hard rock, del rock psicodélico de los años sesenta, del hazlo tú mismo del punk y hasta de las primeras bandas progres que utilizaron los sonidos tradicionales de la Europa medieval, Jane’s Addiction impactó al mundo de la creciente música alternativa de los años ochenta con su debut Nothing's Shocking, obra maestra que también emparentó al grupo con el heavy metal y los hizo acreedores al doble platino en Estados Unidos.

Con su carta de presentación, Jane’s Addiction ofreció a una desilusionada Generación X las revelaciones cotidianas de la era post Ronald Reagan ambientadas con potentes pasajes estridentes casi extraídos de la guitarra de Jimmy Page que competían en un collage de estilos debatidos entre el punk y el reggae.

Después de una obra tan bien realizada como Nothing's Shoking, Perry Farrell y Dave Navarro (sí, el de los Red Hot Chili Peppers) tenían que ser contundentes en un Estados Unidos gobernado por la ultraderecha y la dinastía Bush. No solo con estridencias, riffs pesados y kilométricos pasajes instrumentales sino con la verdad de una juventud olvidada por las plastificadas apariencias sociales de la década que terminó, los años ochenta, y la diversidad social y económica en la que se encontraban inmersos.

En “No One Leaving”, segundo track de Ritual de lo habitual,  Farrell describe la hipocresía de los liberales blancos: “Mi hermana y su novio duermen en el parque porque él es negro, a nadie le importa que tengan un bebé”.

Desde las primeras declaraciones en las letras de Ritual de lo habitual hasta el contenido explícito de su censurada portada, donde hallamos un orgiástico menage a trois con dos Marías y un Cristo quienes en realidad son el mismo Perry Farrell, su novia Casey Niccoli y su ex novia fallecida Xiola Blue, rodeados por imágenes católicas veneradas ambivalentemente por santeros y devotos quienes critican y admiran al mismo tiempo las prácticas voodoo, donde San Martín Caballero, la Vírgen de San Juan de los Lagos o la Gallina Negra —que sentencia muerte al ser odiado—, son parte de un mismo universo, todos estos elementos abren la puerta a una obra aún más arriesgada y conceptual que su magnífico primer álbum.

Integración racial, la influencia del rock sobre los niños, el robo de tiendas solamente por diversión, el abuso de drogas, la poesía y sobre todo la música como catalizador de las heridas en el alma, son un mismo tópico en Ritual de lo habitual. Dividido en dos, donde el primer lado del disco aglutina cinco tracks de potencia casi heavy metalera y contenido de corte socIal y el segundo es un homenaje conceptual de cuatro temas casi progresivos de larga duración, todos dedicados a la fallecida Xiola Blue, quien a los 19 años en 1987 murió por una sobredosis de heroína y por ese motivo la banda le rindió tributo abiertamente en “Three Days”: “en este momento deberías estar con nosotros, sintiendo como sentimos, amando como amamos… pero nunca volverá a suceder…” 

Ritual de lo habitual es el primer disco alternativo de los años noventa en convertirse en un verdadero éxito en las listas de popularidad estadounidenses. Profeta de lo que estará por llegar con Lollapalooza, de  lo que en algunos cuantos meses, bandas como Nirvana y Pearl Jam o R.E.M. y U2 lograrían al invadir las listas de todo el planeta, convirtiendo lo alternativo en el nuevo mainstream.

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