Por @michelmdl
La noche del domingo 2 de Noviembre, Peter Hook, histórico bajista de Joy Division y New Order, regresó por tercera ocasión a la Ciudad de México para ofrecer un concierto en el José Cuervo Salón. Ya en el pasado había deleitado al público mexicano (Pasagüero en 2011 y Lunario en 2013), sólo que ahora su show tenía una característica particular pues Hook decidió hacer un tributo a Joy Division junto con su banda The Light, y tocar todo el Unknown Pleasures (1979) y el Closer (1980), discos imprescindibles de la corta historia de Joy Division, y referentes fundacionales del post punk.
El show telonero fue ejecutado por él mismo con puras canciones de New Order. Peter abrió el concierto con “Let’s Go (Nothing For Me)”, a partir de ahí bastaron 40 minutos para recordar grandes temas de New Order como “Thieves Like Us”, “Subculture” y “True Faith”. Al ritmo de “The Perfect Kiss” terminó la primera parte del show, que, sabíamos, sería largo.
Después del primer encore, la banda regresó para dedicar el resto de la noche a canciones de Joy Division. “Atmosphere” fue la primera, sorprendió el grave tono de voz de Hook muy parecido al de Ian Curtis, quien por cierto tuvo una ceremonia a la mexicana: al fondo del escenario se colocaron dos grandes ofrendas típicas de México, cada cual con una gran fotografía de Curtis. Como la tradición del 2 de noviembre lo sugiere, no era descabellado pensar que su alma atormentada podría visitarnos esa noche.
Enseguida sonó la enérgica “Digital” para dar paso al álbum Closer (que incluye tracks como “Isolation”, “Heart and Soul”, “The Eternal”, “Decades”, entre otras, que recordaban ese paisaje sonoro terrible, denso y constante de Joy Division). El excelente audio y la fina ejecución de los músicos hicieron que el público tuviera una conexión inmediata con la banda.
Por cierto, el hijo de Peter Hook toca muy decentemente el bajo cuando su papá tiene que cantar. Lo interesante de la música, ha mencionado el propio Peter Hook, es que cuando es grandiosa soporta el paso del tiempo, y como una especie de tradición se transmite de generación en generación.
Tras el segundo encore, el poderoso bajo de Peter en “Disorder” indicaba que era momento de escuchar el Unknown Pleasures completo. Seguida por “Day Of The Lords”, pasando por “She’s Lost Control”, “Shadowplay” (canciones sumamente ovacionadas), hasta “Interzone” y “I Remember Nothing”, encargadas de cerrar el álbum.
El tercer y último encore terminó cuando la banda regresó al escenario a tocar otras canciones emblemáticas de Joy Division que no aparecen ni en Closer ni en Unknown Pleasures. “Dead Souls”, canción 30 del concierto, confirmó que la noche del 2 de noviembre era una noche inundada de melancolía, en donde se celebraba en vida la herencia de Ian Curtis.
Enseguida “Ceremony” se encargó de continuar con el acto solemne. Con esta canción, Peter Hook le rindió reverencia a Ian Curtis: mientras cantaba, señalaba las dos ofrendas que fueron dispuestas en tributo a Ian, para recordarnos que su legado seguía presente, y que esa noche todos formábamos parte de la misma ceremonia.
“Transmission” desató la algarabía de los asistentes al tiempo que se arrojaban líquidos y bailaban en una especie de slam esquizofrénico. La noche se había convertido en algo visceral, complicado y kafkiano: como todo el ambiente que rodea a Joy Division, gracias a un Hooligan que nunca supo tocar bien el bajo, pero que su estilo peculiar y su persistencia lo habían erigido como un ícono del post punk.
Peter Hook, sumamente agradecido por el entusiasmo del público mexicano, se despidió con el himno “Love Will Tear Us Apart” que fue coreado de principio a fin con desesperación catártica como si proviniera de la Red Army o la Cockney Reds, porras del Manchester United, adorado equipo del bajista.
El concierto terminó. Las luces blancas apuntaron a la ofrenda de Ian Curtis que, junto a las flores de cempasúchitl, símbolo del resplandor del sol, nos recordaban el origen de todo. Después de tres horas de música, con el aliento tibio de la nostalgia y el resplandor tormentoso de la esperanza, los asistentes celebrábamos a la muerte en vida, sin importar que fuera domingo-casi-lunes.
Setlist
New Order Set
Let's Go (Nothing For Me)
Dreams Never End
Thieves Like Us
Age of Consent
Subculture
State of the Nation
True Faith
The Perfect Kiss
Joy Division Set
Atmosphere
Digital
Atrocity Exhibition
Isolation
Passover
Colony
A Means to an End
Heart and Soul
Twenty Four Hours
The Eternal
Decades
Unknown Pleasures
Disorder
Day of the Lords
Candidate
Insight
New Dawn Fades
She's Lost Control
Shadowplay
Wilderness
Interzone
I Remember Nothing
Encore final
Dead Souls
Ceremony
Transmission
Love Will Tear Us Apart
Fotos: Humberto Prida