De entre nuestra s Bands to Watch: 2013, Guards ocupa uno de los 9 puestos, y es que ignorarlos es casi imposible: su sonido es refrescante, reminiscente a los 80 en donde los peinados eran insoportablemente ridículos y el pop empezaba a moldearse en algo no tan vacío y más conceptualizado, algo con sentido. In Guards We Trust (Black Bell, 2013) es el resultado de escuchar muchas baladas ochenteras estilo Rick Springfield, pero con dejos de dream pop, indie rock y un predominante power pop. La misma banda acepta las etiquetas, ellos se muestran como una agrupación sin pretensiones y con una gran carga de diversión, aspecto sumamente importante del cual varios conjuntos modernos parecen carecer.
Guards abre con “Nightmare”, cuya atmósfera resulta atípica cuando se escucha el resto del disco: es más oscura y no tan dulce, es algo agresiva y cuenta con un sonido que recuerda a algunas canciones de MGMT por su entorno de ensueño pero con un contenido más bien amargo. Sin embargo, el resto del álbum es un compendio de suaves caramelos, lo cual no es malo, pues es una modernización del power pop, ya que combinan elementos de décadas pasadas para generar un sonido -aunque no muy novedoso- sumamente melódico y agradable.
Canciones como “Coming True”, “Ready to Go” y “Silver Lining” son prueba de la habilidad que este trío tiene para hacer canciones bonitas. “Your Man” es una excelente pieza que, sin embargo, va en contra de todo el espectro sonoro del disco pero mantiene un ambiente fantástico. A pesar de estos elementos, se debe admitir un factor: el disco está plagado de clichés. La línea temática del contenido lírico casi no varía, todas las canciones hablan de amores, de buenos tiempos, de éxtasis y temas similares que se vuelven redundantes. Por su parte, musicalmente hay fallas; por cada canción genial como “Ready to Go” o “Your Man”, hay canciones aburridísimas como “1 & 1” o “Giving Out” que resultan ser un lugar común más que cualquier cosa.
En sí, In Guards We Trust es el debut de una banda cuyo sonido está basado en sus influencias. A través del disco, Guards explora sonidos a los cuales el público de hoy ya no está acostumbrado, y hay un intento de darle un aspecto de modernidad a éstos. Si bien, no está completamente bien logrado por la falta de verdadera innovación, Guards tiene absolutamente todo el potencial para ser una banda triunfadora y sumamente talentosa. In Guards we Trust es solamente un comienzo, el resto pinta para ser una bomba.