Por @melinavzb Si Andrew Bird fuera un color, probablemente sería un verde-amarillo limón. No por su canción “It’s Not Easy Being Green”, sino por lo vivo de sus melodías donde dominan los instrumentos de cuerda, acompañados de su voz y chifliditos. Recientemente, el estadounidense lanzó su nuevo material llamado I Want To See Pulaski At Night a través de Grimsey .
El título se inspiró en la calle Pulaski ubicada en Chicago que según Bird, seguramente no se querría ver de noche. El artista decidió jugar con esa idea y referir lo contrario. Por alguna razón I Want To See Pulaski At Night resulta agradable de pronunciar.
El EP se conforma por siete canciones de las cuales sólo “Pulaski At Night” tiene letra. Bird explicó que la canción ya estaba lista y que en lugar de esperar años para lanzarla, compuso temas para complementarla; “como si la canción fuera una película y yo la envolviera con un soundtrack que te alista para la canción”.
El resto de las canciones, obligan al escucha a poner atención con los sentidos más que con la mente al no tener palabras como guía. Sin ese distractor, las melodías de Bird fluyen con equilibrio y armonía, y por tanto resultan bellas aunque no necesariamente novedosas a lo que Andrew Bird suele presentar. Así la pieza central queda acompañada con decoro y brilla su protagonismo.
Este EP se intuye como una descarga de sensaciones vivas que el cantante quiso compartir sin preocuparse de innovar pero manteniendo lo natural y aerodinámico de su música.