Entre reediciones, el definitivo regreso del vinil, la guerra, la posverdad y la polémica de la posible venta del catálogo de la banda a un postor que asegure un buen retiro para los miembros del grupo, Pink Floyd lanza la nueva mezcla de su álbum insignia Animals, retrasada por varios años debido principalmente a la pandemia de 2020 y 2021.

Esta mezcla se suma a una serie de relanzamientos que han inundado las tiendas de discos físicas y virtuales, consiguiendo éxitos definitivos que han logrado varios #1 en las listas estadounidenses y británicas, como en el caso de The Beatles.

También lee: Pink Floyd publica 12 álbumes en vivo y anuncia reedición de P.U.L.S.E.

Esta mezcla está enfocada en mostrar una especie de sonido atmosférico que resalta el dramatismo social de la obra, que a su vez, está inspirada en La Rebelión en la Granja de George Orwell. El arte es bellísimo y conceptual, con el mismo Battersea de la portada original pero ya actualizada con el paso del tiempo y un booklet con material extendido, fotos y liner notes que le dan un excelente homenaje a este álbum fundamental para toda persona melómana.

Todo indica que las y los fans han recibido con gusto esta reedición; sin embargo, la polémica supera el contexto del lanzamiento. Se ha filtrado el interés de la oficina de Pink Floyd por vender en por lo menos 500 millones de dólares el catálogo de la banda. De esta forma, los miembros del grupo aún vivos y también ya fallecidos, estarían asegurando utilidades casi sobre el retiro de sus carreras. Varios artistas y grupos han decidido tomar esta alternativa de venta de sus obras: Bob Dylan, Bruce Springsteen, Shakira, Neil Young, Red Hot Chilli Peppers y la lista continúa.

Para seguir con la polémica, Roger Waters ha cancelado sus presentaciones en Polonia como protesta contra la guerra en Ucrania. Sin embargo, éstas no son en favor a este país, si no en contra de las naciones que han mostrado su apoyo a Ucrania, yendo en contra de los otros dos miembros aún vivos del grupo, David Guilmour y Nick Mason, quienes hace pocos meses lanzaron el tema “Hey Hey Rise Up!”, para también protestar por la guerra en Ucrania pero precisamente en contra de la invasión rusa.

El relanzamiento de Animals nos deja claro que Pink Floyd sigue vigente en la cultura popular, en las posturas políticas de la misma y que el futuro de su obra, será muy probablemente víctima de la tendencia actual del mercado musical, contradiciendo el discurso de la banda de toda la vida. Este lanzamiento es de alguna manera el indicador o termómetro para saber si aún hay alto interés por la música del grupo, el cual ya quedó claro.

De alguna forma, este puede ser el inicio para comenzar el debate sobre qué tan dañino puede ser que un tercero explote la música de los artistas por todo y para todo lo que represente una utilidad o monetización, ejemplos, desde cualquier plataforma o reedición que no tenga mucho sentido o usar los temas para vender en comerciales cualquier producto.

Te recomendamos: Pink Floyd no se queda atrás. ¡Lanzaron su cuenta de TikTok!