Pabellón I-Cono. bianchimajer + Anna Merci 2018

La Ciudad de México se prepara para recibir uno de los eventos más destacados de la arquitectura en América Latina: ¡Mextropoli está de regreso! Este año, celebra su décima edición del 22 al 25 de septiembre, marcando una década de diálogos, ideas y transformaciones en el paisaje urbano de la capital mexicana.

Desde su primera edición en 2014, este festival se ha consolidado como un punto de encuentro para profesionales, académicos y estudiantes interesados en la arquitectura y el diseño.

El objetivo principal de Mextropoli es generar un espacio de diálogo y reflexión sobre la ciudad y su entorno, cada año durante el festival se realizan conferencias, mesas de debate, exposiciones, talleres y otras actividades relacionadas con la arquitectura y el urbanismo.

Estas actividades se llevan a cabo en diferentes sedes de la Ciudad de México. Este año la sala principal del Palacio de Bellas Artes sera sede para las conferencias, reuniendo a arquitectos reconocidos a nivel internacional, así como a profesionales y académicos destacados en el campo de la arquitectura.

Además de las conferencias, se organizan exposiciones de arquitectura, proyecciones de películas y documentales, talleres, recorridos en bicicleta por la ciudad, presentaciones de libros y recorrido de pabellones.

Esta edición sera especial, del 22 al 25 de septiembre y contará con la presencia de tres oficinas laureadas con el Pritzker, además de que tendrá como invitados a Bjarke Ingels, Kayuzo Sejima, Wang Shu y Lu Wenyu, Thom Mayne, entre otros.

Cada edición de Mextropoli se centra en un tema específico que aborda problemáticas y desafíos actuales en el ámbito de la arquitectura y el urbanismo.

En la edición del Concurso Arquine No.25 se invitó a diseñar un pabellón temporal para construirse y presentarse en esta edición del festival. El proyecto ganador fue migrar la terraza de la Casa Barragán a la Alameda Central. Cuestionando la preservación “intocable” del patrimonio- Un juego que propone descontextualizar y desacralizar la terraza de Casa Barragán, reconstruirla para convertirla ya no en un espacio íntimo, sino en un espacio abierto al público, un patrimonio ciudadano.

¿Qué es el patrimonio de la humanidad si realmente no se puede acceder a él? ¿Sigue siendo sagrada la arquitectura si se descontextualiza?, son preguntas que busca despertar este pabellón.