Mae Alsalama significa “adiós” en árabe, igual a ese gol inesperado que acabó con el sueño mexicano de clasificar a la segunda ronda, significa que por un momento lo creímos posible y también significa hasta nunca Qatar.

La última esperanza se jugaba en la jornada del 30 de noviembre, con dos encuentros definitivos en un Grupo C bastante apretado donde México tenía que ganarle a Arabia Saudí por más de tres goles, mientras que Argentina debía derrotar a Polonia por dos goles para asegurar el pase de nuestro país. Argentina cumplió con su cometido al quedar 2-0, México no.

Durante los 90 minutos que nos jugamos la clasificación, vimos sorprendidos cómo los marcadores se alineaban para que pudiéramos pasar. Henry Martin y Luis Gerardo Chávez anotaban dos gloriosos respiros, demostrando que sí se podía dejarlo todo en la cancha, celebrábamos y disfrutábamos incluso los goles que nos anularon y al final vino la sorpresa.

Tristeza, decepción, enojo, frustración, todo eso se conjuntó entre quienes vimos el gol anotado por Salem Al-Dawsari, quien nos arrebató, con ese 2-1, la posibilidad de seguir jugando el mundial, algo que no sucedía desde Argentina 1978.

El desempeño futbolístico de nuestra selección demostró estar en uno de sus peores momentos, no fue culpa del “Tata” Martino, de Ochoa o de alguien más, fue mas bien el reflejo de la crisis deportiva que se vive en el país, de los manejos en la Federación Mexicana de Futbol, de la falta de oportunidades para los talentos emergentes y del recorte presupuestal, entre otros motivos.

Es hora de tragarnos la derrota y elegir a nuestro nuevo favorito a campeón del mundo, porque definitivamente de ahora en adelante Qatar será recordado como uno de los peores mundiales para México.

Hasta ahora, las selecciones clasificadas para los octavos de Qatar 2022 son Australia, Brasil, Portugal, Países Bajos, Senegal, Inglaterra, Estados Unidos, Argentina y Polonia.

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