Nos adentramos al tras bambalinas de un show de drags, y esto fue lo que encontramos…

Las luces se encienden y su oferta de humor, música, disfraces y juegos de azar, invade la noche. Es momento de la irreverencia y sensualidad que Lore, Babilonia y Rexia tienen el poder de derrochar ante su público.

Son juventudes, ávidos de ofrecer, vivir el espectáculo y envolverse en él. La práctica del drag queen permanece en la Ciudad de México a pesar del prejuicio social que nunca han dejado de combatir. La pandemia les ha impuesto trabas por los los largos cierres económicos que paralizaron sus actividades. Es así como también han buscado reinventarse en su arte e ideas a fin de seguir preservando su espacio y su faceta lúdica.

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Este grupo de artistas se caracterizan por desempeñar personificaciones y juegos entre el público. Rexia es devota de Celine Dion y la imita, pero también recurre a otras celebridades como Katy Perry o Miley Cyrus.

Otros estrafalarios disfraces originales estilo glam hacen presencia en el show: “Este es un trabajo demandante, pero super digno y requiere esfuerzo. Queremos que el público se libere de prejuicios y genere empatía con nosotros”. Enfatiza Jorge Arriaga, alias “La Lore”. En 2009 fue el año de su debut, con un seudónimo tomado de Lorena Herrera. Desde entonces el periplo profesional continúa en bares, fiestas y eventos especiales.

Dada su complexión robusta, inició ataviándose de “Úrsula”, villana de La Sirenita, aunque remite a Divine, el clásico actor travesti de la película Pink Flamingos, por quien también demuestra admiración.

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El ejercicio de este artista comenzó en fiestas infantiles, después se enfrentó al reto de superar una enfermedad y ahora ofrece su show cada miércoles en el restaurante Pinche Gringo en la zona conocida como ”Alto Polanco” a dueto con su compañera Babilonia. En conjunto coordinan una serie de números que incluye stand up comedy y un “bingo” entre los asistentes a quienes gustan de embelesar con sus chistes y a veces coquetear. Algunos de los clientes le siguen la corriente, involucrándose en su humor picante:

“A mí me gusta sacar mi alter ego, Lore es coqueta, se atreve a todo, saca la fuerza y le gusta jugar con la sexualidad”.

Otro de los artistas es Rexia de 29 años, originario de Monterrey, de donde tomó su alias jugando con el gentilicio de “regio”. De igual manera se desenvuelve como músico independiente como Ferzio.

Rexia explica la diferencia entre unas prácticas y otras que suelen ser confundidas por el público promedio:

“Drag es cuando te vistes de mujer con fines artísticos o para subirte a un escenario, “travesti” es cuando lo haces sólo por gusto. Queer es una palabra en inglés que significa “raro”, “extraño”, pero realmente no hay mucha diferencia. Se ha utilizado desde hace varias décadas para darle identidad a todos aquellos que sienten que no pertenecen o que su aspecto o identidad está fuera de la norma. Un drag es queer, pero un queer no necesariamente puede ser drag”.

Los ensayos son por lo general agotadores física y mentalmente, además de colocarse la peluca, el maquillaje y la exuberante indumentaria. Rexia acostumbra dedicar más tiempo, según sea la disponibilidad. Otras como Lore y Babilonia improvisan, de acuerdo al número que vaya a presentarse esa noche, dando paso a la espontaneidad que tanto hace falta a 18 meses de la severa suspensión pandémica hasta mediados de 2021.

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Hallar un lugar donde ejercer su acto no les ha sido fácil; sin embargo, las drag queens buscan ejercer en condiciones dignas, como en cualquier otro trabajo, y ser aceptadas dentro de la escena artística, más allá de la celebración del orgullo durante el mes de junio.

La euforia le espera a quien se deje atrapar por su arte y carisma.

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