Los desperdicios de la comida y su impacto en el medio ambiente
¿Te acuerdas cuando tú mamá te obligaba a terminar todo el plato del desayuno? Seguramente lo hacía porque se preocupaba por ti y quería que crecieras “sano y fuerte”. Conforme nos acercamos a la edad adulta, empezamos a entender la importancia de llevar una alimentación saludable y cuando comenzamos a trabajar, nos damos cuenta que la mayoría de lo que ganamos va destinado a comprar comida. Y probablemente, por este simple hecho, empiezas a terminar todo el plato de comida.
Sin embargo, te quiero preguntar: ¿Alguna vez te has puesto a pensar cuánta agua se necesita para cultivar una manzana? Para darte una idea, se requiere de un aproximado de 70 litros ¿Demasiado, no? De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la agricultura y ganadería utiliza el 70% del agua dulce extraída, y la producción de alimentos consume el 30% de la energía mundial.
Probablemente te preocupa el medio ambiente, y por esta razón has empezado a evitar los popotes o llevas tu termo al trabajo/escuela para rellenarlo de agua cuantas veces sea necesario, no obstante, tu huella ecológica sería menor si empezaras a reducir tu desperdicio de alimentos.
Imaginate que el desperdicio de alimentos fuese un país, este sería el 5to que más contamina, y es que los alimentos no aprovechados generan 36 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo equivalente a 15.7 millones de escapes de automóviles al año.
El desperdicio de alimentos (food waste) se ha convertido en un problema mundial, debido a que se desperdicia ⅓ de lo que se produce, y al mismo tiempo el hambre sigue sin erradicarse. ¿Contradictorio, verdad? Ahora, ¿qué pensarías si te digo que con ¼ de lo que se tira es suficiente para terminar con el hambre del mundo?
Ante el cambio climático, debemos reivindicar nuestras acciones y pensar en su impacto en el medio ambiente; disminuir el desperdicio de comida no solo beneficiará tu billetera, ayudaras a hacer un uso sostenible de los recursos naturales y disminuirás la emisión de gases invernadero a nuestra atmósfera.
Pero, ¿cómo hacerlo?, La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomienda seguir 9 acciones para disminuir esta problemática:
- Sirve o come porciones de comida más pequeñas.
- Guarda la comida que no te comas y reutilizala en platos diferentes.
- Compra sólo lo que necesitas.
- Compra frutas y verduras “feas” o irregulares.
- Trata de usar primero los productos que habías comprado anteriormente.
- Revisa tu refrigerador y monitorea que se encuentra en la temperatura correcta (menor a 4°C).
- Composta los alimentos que no pueden reutilizarse.
- Entiende las fechas: “Consumir antes de” indica la fecha en la que el alimento es seguro para ser ingerido, “Consumir preferentemente antes de” significa que la calidad del producto es mejor antes de esa fecha, sin embargo después de esta sigue siendo seguro.
- Dona el alimento que esté en buen estado y no quieras consumir.
Recuerda, no solo es comida, son recursos naturales y energía.
Posdata: Si te quedaste picado con la cantidad de agua necesaria para cosechar una manzana, aquí te dejo una infografía hecha por Conectica.
Encuentra a Leonardo Daniel Villegas Hernández en Twitter como @leonardodaniel_.