La película de la semana: '499'
¿En dónde se encuentran exactamente los límites de la realidad y la ficción?
¿Qué distingue a un documental de una película con personajes de época vestidos a la usanza de hace cinco siglos que recitan diálogos de memoria?
Esas, y muchas preguntas más, propone en 499, su cuarto largometraje como director, el también guionista y productor mexicano Rodrigo Reyes. En él, un conquistador español, que parece haberse perdido en el tiempo después de acompañar a Hernán Cortés en su épico recorrido de las playas de Veracruz a la gran Tenochtitlán hace 500 años, repite el mismo viaje en condiciones muy diferentes. El tiempo es el actual y la realidad social la que vivimos hoy.
¿Qué tanto han cambiado estas tierras con el paso de los siglos? ¿Cómo operan los mecanismos de poder en las comunidades que tocará en su periplo? ¿De qué materia están hechos los sueños de los habitantes actuales de estas tierras?
Un choque de enfoques y culturas que ofrece un resultado que no deja de sorprender y aterrar a partes iguales. Frente al anacronismo y la originalidad de la propuesta surge una película incómoda y necesaria.
Desfilan a cuadro, interactuando con nuestro héroe del pasado, poetas indígenas, familiares de desaparecidos, estudiantes de escuelas secundarias, migrantes en tránsito, sicarios, grupos de autodefensa, madres de víctimas de la violencia o grupos de pepenadores. Una radiografía del México actual vista a través de los ojos de otro tiempo.
En resumen, una premisa brillante y provocadora que sirve para hacer un poderoso comentario social y concluir que aún nos queda mucho trabajo por hacer.
Al final, 499 no entrega demasiadas claves sobre dónde están los límites entre el cine documental y el de ficción. Lo que sí deja claro es que eso no importa cuando las películas son buenas y dicen cosas importantes. Cosas que se pueden ver ya en Cineteca Nacional, Cine Tonalá, La casa del cine y complejos de Cinemex de todo el país.
El More.
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